Síntomas de la disgrafía en los niños

La disgrafía es una dificultad del aprendizaje que afecta al desarrollo de la escritura. A continuación, te explicamos más sobre los síntomas de este trastorno.
Síntomas de la disgrafía en los niños
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 05 noviembre, 2019

En la época en la que vivimos, la habilidad de saber escribir es fundamental para desarrollarse correctamente. Pero existe un trastorno del aprendizaje denominado disgrafía que afecta a esta capacidad. Por ello, hemos elaborado este artículo que describe los síntomas de la disgrafía en los niños.

Las dificultades en la escritura pueden afectar a todo el rendimiento académico del niño. Por ello, es imprescindible tratar el problema mediante intervención psicopedagógica. Además, lo ideal es detectar este trastorno cuanto antes, de modo que se pueda comenzar a ayudar al pequeño para que afronte la disgrafía con la menor repercusión y afectación posible.

Procesos cognitivos implicados en la escritura

Escribir consiste en transformar una idea en caracteres gráficos. Así, para realizar esta acción, están implicados cuatro procesos cognitivos:

  • Motor: encargado de producir las letras o signos gráficos.
  • Léxico: necesario para la escritura de palabras.
  • Sintáctico: implicado en la producción de oraciones.
  • Planificación: se activa al escribir un texto.

Dichas operaciones mentales se ponen en marcha en un orden secuencial, por lo que, según el psicólogo Fernando Cuetos, estos son los pasos que se llevan a cabo al escribir:

Niño escribiendo palabras nuevas en un cuaderno para detectar posibles síntomas de la disgrafía.
  1. Planificación del mensaje: hay que seleccionar la información de la memoria, organizarla correctamente y revisar si las ideas se ajustan a los objetivos planteados.
  2. Transmisión del mensaje: se construyen determinadas estructuras sintácticas. Lo cual se lleva a cabo en función del tipo de oración gramatical (pasiva, interrogativa, etc.). Y de las funciones de las palabras (artículos, adverbios, preposiciones, etc.).
  3. Búsqueda en el almacén léxico: se escogen las palabras adecuadas. Esta acción se realiza mediante la vía ortográfica (recuperación directa del léxico mental) o por la fonológica (obtención de la ortografía aplicando las reglas de conversión grafema-fonema).
  4. Activación de los procesos motores o movimientos musculares: permiten la representación gráfica de cada letra o signo de puntuación.

Por tanto, aunque la escritura parece una habilidad simple, realmente es una acción muy compleja. La cual, a medida que se desarrolla y entrena, se convierte en una capacidad automatizada.

Síntomas de la disgrafía en los niños

La disgrafía se encuentra dentro de la categoría de trastornos específicos del aprendizaje. Dicho trastorno se caracteriza por la presencia de dificultades a la hora de escribir. Así, Portellano define esta dificultad de la siguiente forma:

“La disgrafía es un trastorno de la escritura que afecta a la forma o al significado y es de tipo funcional. Se presenta en niños con normal capacidad intelectual, con adecuada estimulación ambiental y sin trastornos neurológicos, sensoriales, motrices o afectivos intensos”.

-Portellano-

En resumidas cuentas, y de modo general, puede decirse que los síntomas de la disgrafía en los niños son:

  • Escritura ilegible o difícil de entender.
  • Letra excesivamente grande o irregularidad en su dimensión.
  • Omisiones, adiciones, sustituciones e inversiones de letras.
  • Inclinación en el renglón o en las letras. 
  • Forma distorsionada de las letras.
  • Escritura lenta y torpe.
  • Trazos discontinuos e inseguros.  
  • Agarre inusual del lápiz o el bolígrafo para escribir. 
  • Pobre contenido de la escritura espontánea.
  • Mal uso de la espaciación entre letras o palabras. 
  • Dificultades para realizar los giros y rotaciones al escribir.
  • Escritura especular o en espejo.
  • Posición incorrecta del cuerpo y, concretamente, de la muñeca al escribir.
  • Uniones silábicas incorrectas.
  • Mala presentación o poco clara.
    Niño haciendo ejercicios para mejorar la disgrafía.

Evaluación e interveción de la disgrafía

Si se tienen sospechas de la presencia de disgrafía, es necesario realizar una valoración psicopedagógica, a través de la observación y del uso de algún test psicométrico. En este sentido, una de las pruebas que se emplean para evaluar la escritura es la Batería de Evaluación de los Procesos Lectores, también conocida como PROESC.

Así, una vez detectadas estas dificultades en la escritura, Lucchini recomienda utilizar el método cursivo porque:

  • Favorece la continuidad del movimiento.
  • Facilita la soltura y el dinamismo en la escritura.
  • Permite la percepción de la palabra como un todo.
  • Tiende a ser resistente al olvido en la memoria.

Asimismo, dice que se debe fomentar la relajación motriz a través de la realización de pintura libre. Además, también es conveniente estimular la verbalización de la escritura y controlar la postura corporal del niño al escribir. Por lo que hay asegurarse de que sostiene correctamente el lápiz y de que apoya la muñeca sobre el papel.

En definitiva, con estas simples acciones se pueden mejorar los problemas de la escritura de los niños con disgrafía.


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  • Asorey, M. J. F. y Fernández, P. F. (2014). Dificultades de aprendizaje y trastornos del desarrollo. Ediciones Pirámide.
  • Berruezo, P. P. (2004). Entendiendo la disgrafía. El ajuste visomotor en la escritura manual. Revista iberoamericana de psicomotricidad y técnicas corporales, (14), 39-70.
  • Cuetos, F. (2009). Psicología de la escritura. Madrid: Wolters Kluwer España.
  • Rivas, R., & Fernández, P. (1994). Dislexia, disortografía y disgrafía. Madrid. Pirámide.

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