Segundo mes de vida del bebé: conociendo su cuerpo

El segundo mes de vida del bebé presentará muchos cambios en relación al primero. Verás a tu hijo más activo y sociable.

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 18 marzo, 2020

En el transcurso del segundo mes de vida del bebé, verás cómo sus sentidos comienzan a coordinarse y él estará mucho más activo que antes, cuando prácticamente pasaba el día dormido. Se trata de una etapa ideal para comenzar a interactuar y estimularlo.

Este periodo provoca un gran entusiasmo en los padres porque verán un claro avance en el desarrollo del bebé. Emitirá sus primeros sonidos, escuchará voces y ruidos y estará mucho más atento a lo que sucede a su alrededor. A pesar de esto, no podrá identificar las fuentes de sonidos o luces.

Características de un bebé de dos meses

En esta fase de la vida de tu hijo, presentará las siguientes características:

• Mantendrá su cuello erguido por cierto tiempo.
• Moverá los ojos y la cabeza para acompañar el movimiento de algo o alguien.
• Mostrará su primera sonrisa. Y vendrán muchas más…¡no olvides inmortalizarlas!
• Si bien moverá sus extremidades, no tendrá la suficiente coordinación como para agarrar objetos.
• En la medida de lo posible, la leche materna debería ser su única fuente de alimentación, salvo que alguna circunstancia obligue a incorporar la leche de fórmula.
• Su ritmo de deposición se modificará un poco. Puede pasar incluso hasta cinco días sin defecar sin que esto signifique un problema. Se debe a que la leche materna casi no genera desechos que eliminar. Si, en cambio, toma leche artificial, es probable que defeque con más frecuencia.

Cambios en el organismo durante el segundo mes de vida del bebé

En cuanto a la alimentación, el promedio para los bebés de dos meses de vida es de unas 5-6 tomas al día de aproximadamente 150-180 mililitros cada una. Si bien depende de otros factores, como la semana de gestación en la que nació, su peso y tamaño al nacer o el sexo, un bebé de esta edad puede pesar entre 4 y 6,5 kilos. La altura media, en tanto, varía entre los 53 y los 60 centímetros, aproximadamente.

Con relación a su motricidad, será capaz de incorporar nuevos movimientos a medida que adquiera coordinación y fuerza en sus músculos. Está aprendiendo a controlar su cuerpo, pero podría llegar a levantar un poco la cabeza al estar acostado boca abajo apoyado sobre sus brazos. También puede llegar a mantener la cabeza erguida si tiras de sus brazos y lo sientas.

Dado que su visión comienza a optimizarse, podrá distinguir a sus padres. Esto le causará una sonrisa de tanto en tanto. Asimismo, reaccionará al ver el pecho de su madre o el biberón. En ese sentido, notarás que ya tiene experiencia a la hora de succionar, por lo que los periodos de lactancia serán más cortos y eficaces.

Consejos para la crianza en el segundo mes de vida del bebé

1. Es fundamental que tengas en cuenta y respetes siempre el calendario de vacunación. Su sistema inmunológico es vulnerable todavía, por lo que necesita de estas dosis para mantenerse fuera de peligro. Recuerda que la aplicación de vacunas puede causarle fiebre en las horas posteriores.
2. Procura tenerlo siempre vigilado, incluso cuando lo acuestes sobre la cama o el cambiador. Algunos bebés pueden ser muy inquietos y, aunque no puedan mantenerse erguidos, sí pueden girarse y moverse cuando están acostados. Ten mucho cuidado para evitar este tipo de accidentes.
3. En cuanto a la higiene, es importante cambiarle el pañal a menudo para evitar la irritación de sus partes íntimas. Lo mejor es limpiarle con paños húmedos. Algo muy positivo de esta etapa es que disfrutará más de los baños, que pueden seguir siendo diarios o cada dos días, si se mantiene una buena higiene en su zona genital.

Estimulación del bebé de dos meses

El segundo mes de vida del bebé es una etapa muy fértil para la estimulación, ya que estará cada vez más en contacto con su alrededor y se relacionará con personas y objetos. Es fundamental que aproveches sus crecientes momentos de vigilia para hablarle, acariciarlo y mostrarle el mundo que lo rodea. Deja que te toque, que explore tu cuerpo y el suyo.

Cuando lo acuestes, colócalo boca arriba con algún objeto colgante encima. Le servirá para identificarlo, centrar la mirada y reconocer colores, sonidos y movimientos. También puedes sacarlo a dar un paseo. Está en pleno proceso de descubrir el mundo exterior, ayúdalo a lograrlo plenamente.