Rutinas para que las mañanas sean más fáciles

Ordenar el día desde el comienzo ayuda a que todos en la familia afronten sus obligaciones sin estrés.
Rutinas para que las mañanas sean más fáciles

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 octubre, 2022

Comenzar el día con energía, pero también con tranquilidad y sin apresuramientos es posible si logras organizarte con tiempo. El objetivo es establecer rutinas para que las mañanas sean más fáciles con los niños y que todo fluya con armonía en las primeras horas de la jornada. A continuación, te compartimos algunos tips para superar el reto de las mañanas y lograr que sea un tiempo con el suficiente dinamismo como para comenzar, pero con la calma justa para hacerlo sin sobresaltos.

Mañanas más fáciles, días más productivos

“Mantener una rutina trae grandes beneficios para los niños y niñas. Descubren el sentido del orden, la noción del tiempo y les da mayor seguridad, ya que el entorno se vuelve más predecible”.

@UNICEFargentina

Las rutinas matinales comienzan a prepararse el día anterior. Lo mejor es acostarse temprano y dejar listo todo lo necesario para la mañana siguiente, tanto para los adultos, como para los niños. A continuación, te contamos cuáles deben ser las rutinas para que las mañanas sean más fáciles.

Levantarse temprano

Para tener tiempo para ti, levántate al menos media hora antes que los niños y prepárate como si ya fueras a salir. Cuando ellos se despierten, podrás tener la atención plena para ayudarlos con sus cosas.

Calcular el horario con un extra

Aunque todos sepan bien los horarios de entrada de la escuela o el trabajo, estipula una hora para levantarte, pero trata de hacerlo unos minutos antes. Con esta pequeña ventana de tiempo evitarás las prisas, la sensación de llegar tarde y los nervios. Así, lograrás evitar las malas contestaciones, los gritos y los llantos.

Despertar a los niños con cariño

¡A nadie le gusta que lo despierten a los gritos! Pues, a los niños tampoco. De este modo, lograrás que los pequeños se despierten calmados y que sean colaborativos. Esta actitud, por más que parezca simple, puede hacer la diferencia entre una mañana tranquila y armoniosa y otra con estrés. Además, si comenzamos mal el día, es muy probable que ese malestar nos acompañe durante toda la jornada.

Despertar a los niños de forma suave y con un tono amoroso es la mejor opción para comenzar bien el día. De lo contrario, es probable que se levante de mal humor y que la mañana transcurra con los retos y enojos que generan estrés.

Repetir las mismas rutinas a diario

Al establecer un orden de actividades y repetirlas cada día, los niños conocen perfectamente qué hacer. Lo positivo de esto, es que contribuye a fomentar su autonomía. Además, luego de un tiempo de repetir las rutinas, seguramente optimizarán la forma de hacerlas y todo va a fluir mucho más fácil.

Establecer un tiempo total para las rutinas

Es importante establecer un tiempo límite para realizar todas las rutinas. Por ejemplo, no tardar más de una hora desde que se levantan hasta salir de casa. Si esto no se puede cumplir, habrá que ajustar los horarios, acostarse más temprano y levantarse antes.

Desayunar en familia

Reservar un tiempo para hacer el desayuno familiar y conversar sobre lo que van a hacer ese día es una buena opción. Este momento de comunicación ayuda a los niños a ordenarse mentalmente, al tiempo que se comparte un grato momento en familia.

No encender dispositivos

Una regla sencilla que ayuda a organizarse sin distracciones es no encender los dispositivos hasta no haber terminado con todas las tareas de la rutina. Estas serían levantarse, asearse, vestirse, desayunar y preparar las cosas. Todas estas actividades deben ser la prioridad antes que mirar una pantalla.

¿Por qué son importantes las rutinas para los niños?

Las rutinas son para los niños grandes ordenadores de su vida y, de esta certeza, nace la libertad. Así lo expuso el médico y educador vienés Rudolph Dreikurs, quien también explicó que estimular las capacidades de los niños con el ejemplo y con conductas cooperativas, es más eficiente que hacerlo con castigos y premios. En este contexto, las rutinas se presentan como una oportunidad para ordenar el día de los niños. Además, ayudan en lo siguiente:

  • Brindarles seguridad: las rutinas les dan a los niños mayor control sobre su entorno y sobre sí mismos, lo que deriva en mayor seguridad en las relaciones con otras personas.
  • Incentivar la independencia: cuando el menor automatiza sus tareas en las rutinas, desarrolla sus habilidades y se vuelve más autónomo y con más autoconfianza.
  • Estimular la responsabilidad: la organización y seguir un orden para lograr un objetivo, enseña a los niños a cumplir con los plazos y a ser responsables con sus tareas.
Al cumplir con las rutinas repetitivas por la mañana, los niños logran mayor seguridad e independencia. Además, desarrollan más habilidades y se vuelven más responsables.

Otras rutinas para que las mañanas sean más fáciles

Existen otras acciones que pueden ser o no rutinas, pero que ayudarán a que las mañanas trascurran en armonía y eso se trasmita al resto de las actividades del día.

Tener buen humor matinal

El sentido del humor es fundamental, ya que, por más que planifiques, las mañanas pueden ser impredecibles. Un niño que derrama la leche, una mochila a la que se le rompe el cierre o un corte de luz pueden complicar una rutina. Sin embargo, si les das el ejemplo a los niños de tomarse todo con buen humor, la energía positiva se instala y nos acompañará por el resto del día.

Lograr el autocontrol

La rutina matinal concentra, en apenas una hora, emociones, prisas y ansiedades. No te dejes llevar por este subibaja y refleja calma para que los niños estén tranquilos. Tu autocontrol hará que el ambiente esté distendido y que todos colaboren según lo acordado.

Demostrar respeto y empatía

Todos tenemos días buenos y malos. Puede ser que tu niño se despierte lloriqueando o con pereza y que busque tu atención. Ponte en su lugar, abrázalo, respeta sus emociones y anímalo con palabras positivas. Esto te puede llevar solo unos minutos y el pequeño se sentirá contenido emocionalmente, pro lo que podrá superar este momento para luego colaborar en la rutina matinal.

El saludo es clave

Aunque parezca obvio, decir buenos días y dar un beso antes de partir a la escuela son rutinas que nunca deben faltar en una familia. El amor que se transmite con estos gestos fortalece los vínculos con los niños y los hace sentirse protegidos y felices. Ahora que ya conoces varias rutinas ¿Cuáles vas a aplicar?


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