¿Cómo reducir el riesgo de parto prematuro?

El parto prematuro es un evento que puede aparecer en cualquier momento entre la semana 22 y la semana 36 del embarazo. Por fortuna, existen medidas para reducir el riesgo de presentarlo.
¿Cómo reducir el riesgo de parto prematuro?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 14 mayo, 2022

El parto prematuro o nacimiento pre término es aquel que tiene lugar antes de la semana 37 de la gestación. Conociendo que un embarazo humano puede durar 40 semanas o más, el que un niño nazca varias semanas antes de lo previsto, puede traerle algunas dificultades en el alumbramiento, en los meses posteriores a este, o en los años venideros.

Por desgracia, el parto pre término es una entidad bastante común que puede afectar hasta al 12 % de las madres a nivel mundial según una publicación reciente. Además, a medida que más temprano ocurra, mayor es la probabilidad de que el bebé presente complicaciones y malformaciones. Por la importancia del tema, decidimos escribir este post.

Riesgos a los que se expone un bebé prematuro

Un bebé necesita adquirir un completo desarrollo mientras está en el útero materno. Las últimas semanas dentro del vientre que lo sustenta son primordiales. En este sentido, un niño que nace antes de tiempo puede correr el riesgo de presentar los siguientes problemas de salud:

  • Padecer ictericia (parte blanca de los ojos y piel de color amarillento provocado por un aumento de bilirrubina en sangre).
  • Morir a pocas horas de su nacimiento, o en las semanas posteriores a este.
  • Sufrir de enterocolitis necrosante (inflamación que provoca la muerte de parte de los intestinos). Entre muchas otras, una de sus causas se debe a la inmadurez que tiene la mucosa intestinal y las defensas del sistema inmunitario de los nacidos pre término.
  • Desarrollar displasia broncopulmonar.
  • Padecer el síndrome de distrés respiratorio (aparece porque los pulmones del bebé no están completamente maduros). Se caracteriza por causar dificultades para respirar, pudiendo provocar cianosis, neumonía y apnea.
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Síntomas del parto prematuro

Los síntomas y signos del parto prematuro deben identificarse de forma oportuna para tomar las medidas adecuadas, pudiendo así prevenir la consumación del evento. En este sentido, dentro de las señales de alarma destacan las siguientes:

  • Sensación regular o frecuente de endurecimiento del abdomen.
  • Dolor sordo, leve y constante en la espalda.
  • Presión en la pelvis o en la parte inferior del abdomen.
  • Cólicos leves.
  • Sangrado vaginal de intensidad variable.
  • Rotura de membranas y expulsión de líquido amniótico.
  • Cambios en el flujo vaginal.

¿Cuáles son los factores de riesgo que dan lugar a un parto prematuro?

En ocasiones un parto prematuro no puede prevenirse. Sencillamente, aunque se haya llevado un embarazo sano, siguiendo las indicaciones médicas, a veces el trabajo de parto comienza antes de la fecha prevista. En estos casos, el cuello uterino se dilata de forma prematura, a veces sin dolor, sin contracciones y la madre se da cuenta de que está próxima a dar a luz solo cuando ya es tarde.

Aunque esto no siempre es un hecho, existen factores de riesgo que pueden originar un nacimiento prematuro. Entre ellos no podemos dejar de mencionar:

  • Llevar un embarazo de partos múltiples (gemelos, trillizos, cuatrillizos…).
  • Tener problemas de salud asociados o no al embarazo (hipertensión o diabetes).
  • El haber tenido ya a un bebé prematuro.
  • Ser adolescente o menor de edad.
  • Algunas infecciones de transmisión sexual.
  • La fecundación in vitro y el empleo previo de medicamentos para incrementar la fertilidad.
  • Padecer problemas en el cuello del útero (ejemplo: cuello corto o débil que no pueda retener al bebé) o con el útero mismo (ejemplo: algunas malformaciones).
  • Tener bajo peso y padecer ciertas carencias nutricionales.
  • En ocasiones tener un exceso de trabajo (esfuerzo físico en extremo, cargar peso, estar largas horas de pie, caminar extensas distancias…).
  • Infecciones del tracto urinario.
  • Consumir drogas (narcóticos, alcohol, cigarro).
  • Factores genéticos (familias en donde suele haber partos prematuros).
  • Estar bajo los efectos de un intenso estrés, depresión o ansiedad.
  • Haber salido embarazada luego de muy pocos meses de haber dado a luz a un hijo anterior.
  • Tener exceso o carencia de líquido amniótico.
  • Sufrir de infecciones uterinas.
  • No tomar la suplementación de vitaminas y minerales necesaria.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico oportuno de un trabajo de parto prematuro se realiza a través de la historia clínica y de la asociación con factores de riesgo. Aquellas mujeres con 2 o más factores de riesgo y que presenten contracciones uterinas con cambios en el cuello del útero antes de la semana 37 tienen un diagnóstico probable de parto pre término.

No obstante el diagnóstico deberá confirmarse a través de la realización de múltiples pruebas y exámenes médicos, dentro de los cuales destacan los siguientes:

  • Examen pélvico: se comprobarán las características del útero, así como el tamaño y la posición del bebé. También es posible verificar la dilatación cervical si no se padece de placenta previa y si las membranas están indemnes.
  • Ecografía: una ecografía transvaginal permitirá al especialista medir la longitud del cuello uterino. También permite observar los diversos parámetros del bebé y de la placenta en busca de alguna anormalidad.
  • Control uterino: el ginecólogo puede valerse de un tocodinamómetro para evaluar el comportamiento uterino, medir la intensidad de las contracciones, así como la duración y la frecuencia de las mismas.
  • Pruebas de laboratorio: se buscarán indicadores de infecciones vaginales y fibronectina en el flujo vaginal. Las muestras de orina también son necesarias para tratar de aislar a organismos patógenos.

Cuando un parto prematuro puede prevenirse, ¿cuáles son las indicaciones a seguir?

Para prevenir un parto prematuro, aunque ya aclaramos que esto muchas veces es imposible, lo más recomendable es evitar los factores de riesgo antes mencionados que incrementan su prevalencia. Como, por ejemplo, evitar las infecciones de transmisión sexual y el exceso de trabajo. No consumir alcohol, cigarro, ni estupefacientes.

Por otro lado, el uso de ciertos medicamentos puede ser de gran utilidad. Un estudio reciente demostró que la administración de progesterona vaginal ayuda a reducir el riesgo de sufrir un parto prematuro hasta en un 40 %. La administración debe realizarse desde la semana 16 hasta la semana 34 de la gestación para que sea efectiva.

Ahora bien, en caso de que la madre advierta las señales de un parto prematuro, y acuda al médico a tiempo, no son pocas las indicaciones de los facultativos para retardar el nacimiento del bebé. De hecho, la prevención debe iniciar incluso antes de quedar embarazada para garantizar el éxito de las medidas.

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Prevención antes del embarazo

Tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de parto prematuro aumenta la probabilidad de tener un embarazo exitoso de forma exponencial. En este sentido, dentro de las medidas que puedes tomar destacan las siguientes:

  • Evitar los embarazos en la adolescencia y después de los 35 años: en ambos casos se tratan de embarazos de alto riesgo, los cuales aumentan la probabilidad de presentar un parto pre término. Este hecho se debe a que los óvulos producido durante estos periodos tienden a presentar problemas durante su formación.
  • Procurar terminar los estudios o la formación académica deseada: este simple hecho resulta una gran ventaja, ya que ayudará a la mujer a cumplir con todos los requerimientos prenatales que pueda presentar el bebé.
  • Ingerir ácido fólico todos los días: consumir ácido fólico antes y durante el embarazo ayuda a prevenir los defectos neurológicos en el bebé de acuerdo con un estudio reciente.
  • Alcanzar un peso saludable: el sobrepeso y la obesidad son patologías que aumentan la probabilidad de que el bebé presente defectos en el tubo neural. De esta manera, alcanzar un peso saludable a través de la dieta y de la actividad física es una de las mejores medidas para reducir el riesgo de parto prematuro.

Prevención durante el embarazo

La principal medida de prevención durante el embarazo es cudir a los controles mensuales con el ginecólogo. Todas ellas permiten identificar y tratar los factores de riesgo de forma oportuna y constatar el correcto desarrollo del bebé. Otras de las recomendacione sincluyen las siguientes:

  • Llevar una dieta balanceada: con el aumento del consumo de frutas, vegetales y comidas sanas que mantengan controlados el nivel de azúcar en sangre, la presión arterial, el colesterol y cualquier otro padecimiento que tenga la madre y pueda conducir al parto prematuro.
  • Recibir atención psicológica: en caso de que haya estrés o depresión materna lo mejor es buscar ayuda médica profesional. Ambos eventos generan múltiples cambios en el organismo que afectan el desarrollo del bebé y la correcta evolución del embarazo.
  • Guardar reposo absoluto, reducción de la actividad y abstinencia sexual: en los casos en los que exista un riesgo elevado de presentar un parto prematuro lo mejor es evitar los grandes esfuerzos. Tu médico deberá darte indicaciones muy precisas de las actividades que debes evitar y, sobre todo, la forma adecuada de realizar ciertas actividades diarias.
  • Beber abundante líquido para mantenerse hidratada: una publicación de Journal of Nutritional Science demostró que la ingesta adecuada de agua es necesaria para regular el metabolismo del bebé y puede influenciar su crecimiento. Por ello es fundamental mantenerse hidratada durante la gestación, no solo con agua, los jugos naturales también son una opción.
  • Ingresarse en una clínica u hospital: por un lado, para recibir medicamentos que ayuden a retenerle el parto y, por el otro, para acelerar la maduración pulmonar del feto en caso de que inevitablemente nazca antes de la fecha de parto.
  • Descartar y tratar posibles infecciones vaginales: se trata de una de las medidas más importantes para reducir el riesgo de parto prematuro, ya que las bacterias pueden ascender hasta el útero y causar afecciones en el bebé.
  • Suplementación con vitaminas y micronutrientes: el embarazo aumenta los requerimientos nutricionales de la madre por el desarrollo del bebé. Por ello, necesitará consumir una mayor cantidad de vinaminas y minerales como ácido fólico, hierro y calcio.
  • Medir la fibronectina fetal: la fibronectina es una proteína localizada en el cordón umbilical y su elevación después de la semana 22 se asocia con el parto prematuro según múltiples estudios. La identificación oportuna de esta variable permitirá tomar medidas específicas en cada caso.
  • Evitar los suplementos de hierbas no recetados: a pesar de los posibles efectos beneficiosos de muchos remedios naturales, algunos resultan nocivos para el bebé. Por ello, lo mejor es evitar consumir cualquier tipo de medicamento que no haya sido recetado por un especialista, sobre todo en la gestación o la lactancia.

Un evento que requiere atención médica inmediata

El parto prematuro es una condición relativamente frecuente que requiere atención médica inmediata para que el recién nacido reciba los cuidados necesario. Por fortuna, existen múltiples dispositivos y técnicas que mejoran la expectativa de vida del niño prematuro de forma considerable. Consulta con tu médico si posees más dudas al respecto.


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