6 razones por las que los bebés tienen más huesos que un adulto

Puede ser difícil de imaginar, pero los bebés recién nacidos poseen alrededor de 300 huesos en su diminuto cuerpo. A medida que crecen y se desarrollan, los huesos también lo hacen y, al llegar a la vida adulta, estos se limitarán en número a unos 206. ¿Sabes a qué se debe esta diferencia? ¿Te interesa saberlo?

En este artículo, exploraremos las razones de este fenómeno y cómo esto puede beneficiar al bebé en su crecimiento y desarrollo.

¿Por qué los bebés tienen más huesos que los adultos?

Si bien los bebés pueden parecer frágiles y delicados, poseen mayor cantidad de huesos respecto a los adultos. Además de contribuir con el desarrollo, esto también puede suceder por las siguientes razones.

1. Osificación incompleta

La osificación, que es parte del proceso del desarrollo de los huesos, comienza alrededor de la octava semana de embarazo. No obstante, los huesos de los recién nacidos están formados principalmente por cartílago, que si bien es rígido, también es más flexible y maleable que el hueso adulto.

A medida que el niño crece, mucho de ese cartílago se calcifica y da lugar al hueso. Un estudio reciente publicado en StatPearls sugiere que muchos de estos huesos se fusionan en los primeros meses y reducen su número a 206.

Asimismo, la organización KidsHealth explica que la gran mayoría de los huesos de las manos y de los pies de los niños están conformados por cartílago. Por este motivo, no se pueden observar en las radiografías. Con el paso del tiempo, estos cartílagos se osifican y se convierten en huesos.

2. Facilitación del nacimiento

El cráneo de un bebé está compuesto por varios huesos separados por fontanelas y suturas. Estas cavidades le permiten al cráneo reducir su tamaño para atravesar el canal del parto, sin lesionar las estructuras nerviosas.

3. Promoción del crecimiento saludable del bebé

Como sabemos, los bebés están destinados a crecer y desarrollarse como adultos saludables. Por lo tanto, la presencia de mayor cantidad de huesos durante los primeros años de vida, ayuda a que el esqueleto tenga suficiente material para el desarrollo muscular y el crecimiento óseo adecuado.

Además, los bebés experimentan un crecimiento acelerado durante los primeros años de vida. Entonces, los huesos adicionales son una adaptación necesaria para promover este rápido desarrollo y brindar un soporte estructural adecuado.

De acuerdo a un artículo publicado en la revista Pregnancy Birth & Baby, las fontanelas que se localizan en el cráneo le permiten al cerebro crecer, expandirse y terminar de acomodarse. Al cabo de unos meses, los huesos del cráneo se fusionan y estas cavidades se cierran.

4. Mayor producción de células sanguíneas

Los bebés requieren una producción continua de células sanguíneas para su crecimiento y desarrollo. Al contar con mayor cantidad de huesos, tienen una mayor capacidad de producción de células sanguíneas en la médula ósea, lo que es esencial para mantener un sistema circulatorio saludable.

De hecho, hasta la semana 21, el bazo y el hígado son los responsables de producir células sanguíneas. Sin embargo, de acuerdo a Children’s Health Network, en el tercer trimestre y luego del nacimiento, la médula ósea se convierte en el sitio principal de la producción.

5. Plasticidad ósea

La plasticidad ósea hace referencia a la capacidad de los huesos para remodelarse y adaptarse en respuesta a las presiones y fuerzas ejercidas sobre ellos. Los bebés tienen huesos más plásticos, lo que les permite adaptarse y crecer de forma rápida a medida que desarrollan habilidades motoras y aprendan a moverse.

A diferencia de los huesos de los adultos, los de los niños tienen mayor cantidad de cartílago y agua, ya que se encuentran en formación constante y su capa externa (periostio) es más fuerte y gruesa. Por esto, sanan más rápido y son más flexibles y elásticos.

Asimismo, The Royal Children’s Hospital Melbourne explica que el hueso juvenil también es más poroso respecto al adulto, lo que le confiere la capacidad de doblarse aún más.

6. Contribución con el desarrollo del sistema respiratorio

Los bebés dependen de un sistema respiratorio en pleno desarrollo para obtener el oxígeno necesario. Los huesos adicionales en el pecho y la caja torácica les proporcionan flexibilidad y espacio adicional para el crecimiento y expansión de los pulmones.

Esta estructura esquelética más flexible permite mayor capacidad pulmonar, lo que facilita la respiración adecuada durante el período crítico del desarrollo pulmonar en la infancia. Es decir, durante los primeros 3 años de vida de un niño, los pulmones continúan desarrollándose y madurando para transformarse en un pulmón adulto, aumentando la cantidad de superficie que requieren.

¿A qué edad van reduciendo la cantidad de huesos?

Desde el momento en que nacen, los bebés muestran fragilidad y delicadeza. No obstante, la cantidad de huesos que tienen es mayor respecto a los adultos.

Si bien los huesos crecen y se desarrollan desde la infancia hasta la adolescencia, tienen un período de crecimiento rápido que sucede desde el nacimiento hasta los dos años que se retoma luego en la pubertad. El proceso no se completa hasta mediados de los 20 años.

Los beneficios de poseer más huesos respecto a los adultos

Los bebés poseen una cantidad mayor de huesos en comparación con los adultos debido a su necesidad de adaptarse al rápido crecimiento y desarrollo. Estos huesos proporcionan flexibilidad, protección y capacidad de adaptación física, y también desempeñan un papel fundamental en el desarrollo del sistema nervioso y la preparación para el crecimiento futuro.

A medida que los bebés crecen, muchos de estos huesos se fusionarán, formando la estructura ósea adulta. La comprensión de estos aspectos nos permite apreciar la asombrosa capacidad del cuerpo humano para adaptarse y crecer desde una edad temprana.