¿Qué hacer si mi hijo tiene bajo peso?

Los niños con bajo peso suelen presentar problemas emocionales. Por ese motivo, es necesaria la atención afectiva y médica en simultáneo para ayudarlos.
¿Qué hacer si mi hijo tiene bajo peso?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 17 mayo, 2019

Mi hijo tiene bajo peso, ¿qué debo hacer para ayudarle?  Este puede ser un interrogante que genere un poco de ansiedad en las madres cuando su chiquillo presenta algún problema alimenticio. Te contamos lo que necesitas saber al respecto. 

En la sociedad, el sobrepeso es una condición mal vista, sobre todo en los pequeños de la casa. Del mismo modo, la desnutrición puede generar señalamientos del resto de la gente.

Un niño bajo de peso debe encender las alarmas de los padres en caso de que se desconozca la raíz del problema que lo esté causando. Los mayores suelen cometer el grave error de dejar que los niños coman toda la comida chatarra que deseen. Piensan que esto los ayudarán a subir de peso de una manera saludable. Por supuesto, no es así.

En realidad, lo mejor para que los pequeños aumenten de peso es cambiar esos malos hábitos alimenticios. Un buen cambio comienza conociendo y escogiendo alimentos con un alto contenido de nutrientes, vitaminas y calorías aceptables.

Primer paso a seguir si mi hijo tiene bajo peso

Lo primero será siempre consultar al médico. Él determinará lo que es mejor para el niño. La realización de exámenes de rutina, acompañados de un dictamen médico siempre será la mejor opción.

¿Cuáles pueden ser las razones por las que mi hijo tiene bajo peso?

Herencia

Puede que la contextura de sus padres sea heredada por el chiquillo; si estos son delgados, por consecuencia él lo será. Si este no es el caso, hay que realizar una evaluación médica para determinar la razón del bajo peso.

Poco interés por los alimentos

A los niños les gusta comer. No todo, pero sí hay una gran variedad de alimentos que ellos toleran y degustan. Por eso, si el niño tiene poco interés en comer, puede ser indicativo de algún problema médico o psicológico.

Otra de las causas puede ser un descontrol hormonal o de bajo metabolismo, como la diabetes o el hipertiroidismo. También puede que el pequeño sea alérgico a algunos alimentos o sufra de problemas gastrointestinales; esto conlleva a que comer sea incómodo.

Si mi hijo tiene bajo peso, aumentarlo de forma saludable será la mejor opción.

Bullying

Los niños en etapa de preadolescencia suelen desarrollar trastornos alimenticios a consecuencia de las presiones sociales. El bullying, en ese sentido, puede conducir a la bulimia.

Actividad física

El exceso de actividad física promueve un metabolismo acelerado; en algunos casos, esta situación no permite asimilar correctamente los alimentos.

¿Cómo conseguir que mi hijo tenga el peso ideal?

El peso ideal en la infancia es fundamental para una buena salud a largo plazo. El ejercicio y una alimentación de calidad los mantendrá sanos. Además, también puedes considerar aspectos como los siguientes:

Comidas frecuentes

Alimentar frecuentemente a niños bajos de peso es una buena estrategia. No es lo sólo lo que come, sino cada cuánto lo hace. Los niños con poca edad tienen el estómago más pequeño y necesitan comer cinco o seis veces al día.

Hábitos saludables en familia

Si en casa el niño y el resto de la familia mantienen buenos hábitos alimenticios, los pequeños adoptarán ese estilo de vida con facilidad. Esto, lógicamente,  es beneficioso para una salud estable.

Por ende, combinar una efectiva rutina de ejercicios con una alimentación sana es inteligente. El ejercicio físico estimula mucho el apetito; practicar actividades físicas antes de las comidas puede resultar útil.

Además de todo lo citado, es recomendable evitar alimentos poco saludables como pasteles, bebidas gaseosas, galletas y la comida rápida. El riesgo de contraer problemas de salud por ingerir dichos alimentos (como diabetes o enfermedades cardíacas por exceso de grasas) es mucho mayor.

“Los mayores suelen cometer el grave error de dejar que los niños coman toda la comida chatarra que deseen. Piensan que esto los ayudarán a subir de peso de una manera saludable. Por supuesto, no es así”

¿Qué debo hacer para que el niño aumente de peso?

Lo primero será revisar los hábitos alimenticios que tiene la familia. Cambiarlos por unos más saludables es la mejor opción. Entonces, l as bebidas con alto nivel de azúcar y las comidas con muchas calorías se deben evitar si lo que se busca es aumentar de peso saludablemente.

Por el contrario, la mejor alternativa son aquellos alimentos que tengan un nivel balanceado de calorías y nutrientes que proporcionen vitaminas y minerales. Tener una variedad de estos alimentos puede ayudar a desarrollar un sinfín de menús que al niño puede degustar.

Es recomendable llevar una dieta rica en carbohidratos (pasta, pan, cereal), porciones de vegetales y frutas, proteínas (carne, pescado, granos y huevos) y productos lácteos. En cambio, se d ebe evitar el consumo excesivo de fibra: el arroz integral o la pasta de grano entero disminuyen el apetito en el infante.

La comida chatarra no debe ser opción si mi hijo tiene bajo peso.

Por otro lado, las grasas no siempre son malas para el organismo. Por ejemplo, las grasas vegetales son una herramienta nutritiva para una  dieta de calidad. Las semillas y los frutos secos son excelentes opciones para complementar una alimentación nutritiva. Son la opción favorita para una merienda de media tarde.

Para los niños que no son amantes de las frutas, los jugos con leche, los helados naturales y las ensaladas de frutas son ideales.  En el caso de las verduras, se pueden preparar ricas cremas, tortillas y pudines para que sean más apetecibles.

La intención de todo este cambio en la dieta es suministrar los alimentos necesarios para que el niño esté bien alimentado y logre subir de peso de manera saludable. A veces, los cambios son difíciles pero necesarios y, más si se tiene en juego la salud de los pequeños de la casa.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.