¿Qué hacer si mi hija adolescente está embarazada?

¡No pierdas la calma! Desde la comunicación abierta hasta la búsqueda de asesoramiento profesional, exploramos estrategias compasivas para abordar este desafío familiar.
¿Qué hacer si mi hija adolescente está embarazada?
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 01 febrero, 2024

Enterarte de que tu hija adolescente está embarazada no es una noticia fácil. La mezcla de emociones y preguntas sobre la nueva situación y el camino a seguir pueden resultar abrumadoras.

Procesar los propios sentimientos y, a la vez, comprender y apoyar a tu hija es una situación que requiere valor. En este artículo, te brindamos orientación e información valiosa que te ayudarán a abordar este desafío.

El embarazo en la adolescencia

Según datos de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades, la tasa de natalidad entre adolescentes de Estados Unidos ha disminuido desde 1991. A pesar de este declive, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia estima que en 2021, a nivel mundial, el 14 % de las adolescentes y mujeres jóvenes dieron a luz antes de los 18 años.

Aunque las cifras sean optimistas, por diferentes causas, muchas adolescentes quedan embarazadas cada año. Para ayudarlas a sortear las decisiones emocionales y los cambios a los que se enfrentan a causa de un embarazo, las jóvenes necesitan información rápida y directa, además de apoyo, orientación y atención médica sin ser juzgadas.



¿Cómo debemos actuar cuando hay un embarazo adolescente?

Los padres son los confidentes más cercanos y confiables para que las adolescentes embarazadas encuentren la comprensión y el apoyo necesario. A pesar de tener que gestionar tus propias emociones y enfrentar los sentimientos que esta nueva situación pueda provocar, es fundamental estar preparado para brindar apoyo sólido a tu hija. Te orientamos cómo hacerlo.

1. No pierdas la calma

Es normal sentir enojo, tristeza, desilusión y hasta pena. Pero no dejes que estas emociones empañen la relación que tienes con tu hija y la posibilidad de acompañarla.

Mantener la calma y aceptar la situación te permitirá actuar con cordura y tomar decisiones inteligentes. La tranquilidad y la mente clara te ayudarán a manejar mejor el estrés y a acompañar a tu hija en este momento que, para ella, también es nuevo e incierto.

Al hablar con tu hija, respira profundo y déjala expresarse de manera abierta y sin juzgar. Escúchala y permítete estar en silencio algunos minutos para procesar la información y ordenar tus ideas antes de responder. Puedes contarle tú también cómo te sientes, pero de manera tranquila, sin gritos ni maltratos.

Ponte en el lugar de tu hija y piensa en lo asustada que debe estar. Aunque ella tomó la decisión adulta de tener relaciones sexuales, lo más probable es que no esté lista para afrontar las consecuencias del embarazo. Recuerda que esa mujer embarazada sigue siendo tu pequeña y tú estás ahí para acompañarla, sin importar la situación que deban afrontar.

2. Deja la culpa de lado

No es el momento de buscar culpables. Ni a ti, ni a tu hija, le servirá que te culpes por lo sucedido, que te sientas una mala madre o que hayas fallado en tu manera de criar, sobre todo en la educación sexual.

Tampoco es saludable que sobrecargues a tu hija con presiones extras culpándola por su comportamiento. Poner la responsabilidad del asunto en el padre del bebé tampoco es una solución. En vez de enfocarte en explicar por qué sucedió el embarazo o quién y cómo falló, es tiempo de buscar soluciones.



3. Escucha al padre del bebé

Si es posible y seguro, es importante involucrar al padre del bebé en el asunto para que las decisiones sean compartidas. Tener una conversación con el chico y su familia te ayudará a saber qué tan involucrados están con la situación y cuáles son sus opiniones.

Antes de hablar con su pareja, escucha lo que tu hija embarazada opina y siente hacia él. No la fuerces a acercarse ni a alejarse si necesita lo contrario.

Aunque la pareja de tu hija no te guste, dale una oportunidad. De seguro, quieres saber si el joven trabaja, estudia, cómo es su familia y qué tan interesado está en el bebé en camino. Pero no lo abrumes ni alejes con tus dudas. Busca acercarte y conocerlo de a poco, mientras él también procesa esta nueva situación.

4. Conoce los planes de tu hija embarazada

Escucha y pregunta a tu hija cuáles son sus planes. Aunque tú tengas una opinión formada, la decisión de qué hacer con el embarazo es de ella.

Descubre cuáles son sus dudas, sus miedos y sus preocupaciones. Puedes ofrecerle tu punto de vista, pero con el cuidado suficiente para no coaccionarla o empujarla a tomar una decisión que no desea.

Acudir a un profesional de la salud para que le brinde la información adecuada respecto a sus posibilidades la orientará en su elección. También existen organizaciones o centros especializados en acompañar a jóvenes en esta situación que pueden facilitar a tu niña el asesoramiento y el acompañamiento que necesita.

Opciones a considerar

Conocer todas las opciones que tiene y confrontarlas con sus creencias personales, espirituales y culturales, le permitirá a tu hija embarazada tomar una decisión que la haga sentir tranquila. Las posibilidades suelen incluir:

  • Tener y criar al bebé.
  • Interrumpir el embarazo.
  • Hacer planes para que familiares o una familia adoptiva críe al bebé.

Estas alternativas pueden variar según el lugar en el que vivan. Es importante investigar la viabilidad, legalidad y, sobre todo, que la elección sea segura para tu niña.

5. Lleva a tu hija embarazada al médico

Más allá de la decisión que tome tu hija respecto a su embarazo, es importante llevarla al médico para que le hagan un chequeo prenatal completo. Una ecografía permite confirmar la viabilidad y la edad de la gestación. Si ella lo desea, puedes entrar a la habitación y acompañarla durante los estudios.

Según la Academia Americana de Pediatría, la mayoría de las adolescentes embarazadas deciden continuar con la gestación. Es importante conocer que existen complicaciones asociadas a los embarazos en edades tempranas, tanto para las jóvenes como para los bebés.

Por este motivo, el acompañamiento médico prenatal es fundamental. También es importante adoptar un estilo de vida saludable, con una dieta balanceada, ejercicio físico y evitar el alcohol, el tabaco y las drogas.

6. Diseñen un plan de acción

Una vez tomada la decisión respecto al embarazo, es necesario preparar a tu hija para lo que viene. Cada una de las opciones tienen consecuencias físicas y psicológicas que no deben pasarse por alto.

Considera la posibilidad de involucrar a un psicólogo, consejero o terapeuta para acompañar a tu hija en este momento. De hecho, toda la familia puede verse beneficiada con la intervención de un profesional que los ayude a procesar las emociones y facilitar la comunicación.

En el caso de que tu hija decida continuar con la gestación, deberán visualizar las nuevas obligaciones y responsabilidades que vendrán. Poco a poco tendrá que organizar su nueva vida y resolver qué hará con sus estudios, dónde va a vivir, qué tipo de relación va a mantener con el padre del bebé, quién se hará cargo de los gastos que surjan…

Ayúdala a organizarse y a planificar lo que viene. Demuéstrale tu apoyo, pero deja que se haga cargo de la situación. Saber que estás presente le dará la confianza que necesita para encargarse de sus nuevas responsabilidades.



Apoya a tu hija embarazada

Ahora, más que nunca, tu hija embarazada te necesita. A pesar de que un embarazo a una edad tan temprana sea una situación inesperada y difícil de aceptar, tu presencia y apoyo pueden aliviar a tu pequeña en este momento de tantos cambios.

Más allá de si decide convertirse en madre, dar a su bebé en adopción o hacerse un aborto, habrá consecuencias que cambiarán su vida. Saber que estás ahí, junto a ella, acompañándola y apoyándola sin juzgar, le permitirá sentirse segura y tranquila.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.