¿Qué es la plagiocefalia posicional?

Una décima parte de los bebés sufren de plagiocefalia posicional. ¿En qué consiste esta patología? La buena noticia es que se puede prevenir con buenos hábitos, y también es tratable.

Existen diversas pruebas que puedes hacer para saber si el bebé oye bien.

La plagiocefalia posicional es una deformación del cráneo del bebé que se produce como consecuencia a una presión externa. Consiste en un leve aplastamiento o abolladura en la parte trasera de la cabeza; también se puede presentar en los laterales o en la zona parietal.

Esta condición es el origen de la recomendación de los pediatras sobre la posición del bebé al dormir. Tradicionalmente, se aconsejaba acostar al bebé boca abajo, pero esta posición comenzó a asociarse con algunos casos de muerte súbita. Por ello, los especialistas comenzaron a recomendar que los recién nacidos durmieran boca arriba.

Aunque algunos atribuyen a la plagiocefalia malas consecuencias en el desarrollo, en realidad no hay riesgos excesivos. Un diagnóstico claro y oportuno puede revertir los efectos de la plagiocefalia y su tratamiento no es invasivo ni molesto para los niños.

¿Cómo se produce la plagiocefalia posicional?

 Existen tres causas comunes asociadas a la plagiocefalia posicional o postural y todas tienen que ver con condiciones externas; esta razón la descarta de ser una enfermedad congénita.

  • Postura estática. En sus primeros meses de vida, la movilidad del bebé es limitada; eso provoca que los pequeños pasen mucho tiempo en la misma posición, a menos que se intervenga.

El hecho de dejar al bebé en la misma postura en su cuna por mucho tiempo puede causar plagiocefalia posicional. Ocurre lo mismo en su silla de descanso; esto se debe a que la superficie base ejerce presión sobre la cabeza del niño.

El diagnóstico médico es fundamental para prevenir la plagiocefalia posicional.

  • Presión uterina. Se han dado casos de plagiocefalia en bebés que se han gestado en úteros pequeños, o que han sido parte de un embarazo múltiple. Igualmente, ha ocurrido en bebés con tortícolis muscular por falta de espacio.

Las causas de esta patología pueden deberse a que el útero presenta una deformación o problemas con el líquido amniótico. También puede ser que el feto creció demasiado para el espacio que tenía, lo que provoca el aplastamiento.

  • Parto instrumentado. Algunos bebés han presentado plagiocefalia cuando se utilizó fórceps o ventosas durante el parto. En algunos casos, estos instrumentos pueden causar malformaciones.

Otras causas asociadas a la plagiocefalia posicional son los partos prematuros. Una posible explicación sería que el bebé aún no tiene la cabeza totalmente desarrollada. Por otro lado, también puede deberse al tiempo que debe pasar en la misma posición, en observación hasta la recuperación.

“La plagiocefalia posicional consiste en un leve aplastamiento o abolladura en la parte trasera de la cabeza; también se puede presentar en los laterales o en la zona parietal”

¿Qué hacer ante la sospecha de una plagiocefalia posicional?

Cerca del 10% de los recién nacidos sufren de plagiocefalia posicional; las consecuencias inmediatas de esta condición son principalmente estéticas. La mayoría de los especialistas insisten en descartar problemas neurológicos asociados a esta deformación.

La forma principal de diagnosticar una plagiocefalia posicional es a través de la observación. Durante su chequeo periódico, el pediatra debe medir y observar la cabeza del bebé desde arriba; un pequeño con plagiocefalia presenta una evidente abolladura en la parte trasera o lateral de su cabeza.

Otra forma de confirmar la falta de redondez del cráneo es a través del tacto, utilizando la medida “dedo, mano, pulgar”.  Con mucho cuidado, se colocan los dedos meñiques del adulto, detrás de cada oreja del bebé; se apoya la palma en el lateral y los pulgares se juntan sobre la cabeza formando un semicírculo perfecto.

El hecho de dejar al bebé en la misma postura en su cuna por mucho tiempo puede causar plagiocefalia posicional.

 ¿Cómo se puede evitar la plagiocefalia posicional?

Hay determinados hábitos saludables que los padres pueden tener en el cuidado del bebé para evitar estos malestares posteriores en el niño:

  • Cambio constante de posición. Se puede rotar al bebé de un lado al otro mientras duerme con el fin de evitar la misma postura.
  • Colocar boca abajo al bebé solo cuando esté despierto. Esta posición es recomendable a partir de los tres meses o cuando comiencen a sostener su cabeza.
  • Utilizar almohadas especiales. Las almohadas especiales tienen una hendidura o hueco donde el bebé apoya su cabeza.
  • Coger al bebé. La forma más efectiva es mantener al bebé cogido gran parte del día; para ello se pueden utilizar los canguros o cargadores.

Para tratar la plagiocefalia, los médicos recomiendan algunos ejercicios fisioterapéuticos que mejoran la condición. Como es lógico, serán los padres quienes ayudarán al bebé, después del diagnóstico e indicaciones médicas.

En casos con mayor pronunciación de las señales, se aconseja el uso del casco especial para plagiocefalia. Este dispositivo posee una abertura en el lugar donde se presenta el aplastamiento. El bebé debe llevar este casco durante 24 horas, por aproximadamente unos 4 meses.

Bibliografía

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