A pesar de que el término ”biberón pirata” pueda sonar extraño, en realidad se trata de algo muy común.
Tras las primeras horas del nacimiento pueden ocurrir muchas cosas. Una de ellas tiene que que ver con la producción de leche materna. Cuando esta se retrasa o no brota de manera abundante, la alimentación del bebé se ve comprometida y es entonces cuando interviene el biberón pirata.
Cuándo interviene el biberón pirata
Una vez que ha culminado el alumbramiento, la mujer experimenta la conocida: subida de la leche. Este es el proceso en el que la leche comienza a salir de sus mamas para poder alimentar a su bebé.
Sin embargo, el tiempo que transcurre hasta que esto sucede puede variar. Existen casos en los que la subida de leche puede ocurrir en pocas horas y, por otra parte, hay casos de mujeres que tardan días en experimentar la subida de leche.
Cuando una madre tiene dificultades y la alimentación del bebé por vía directa (mama- bebé) no resulta posible, es necesario recurrir a la ayuda del biberón.
A menudo, las enfermeras del área de maternidad dan biberones a los recién nacidos de manera extraoficial para asegurarse de que estén bien alimentados. A esta práctica es lo que se conoce como el biberón pirata.
Si bien la intención de las enfermeras es noble, hay ocasiones en las que la administración de este tipo de biberones puede ser perjudicial para el recién nacido. En algunos casos puede dar lugar a la aparición de ciertas alergias a la proteína de la leche de fórmula.
La utilización del biberón pirata
La utilización del biberón pirata ha suscitado una gran polémica. Esto se debe a que, cuando las madres aún no tiene la subida de leche, sí que poseen el llamado calostro, una sustancia que se considera mucho mejor que la leche de fórmula para alimentar al bebé.
Se han dado casos en los que la madre ha comenzado a amamantar al bebé y se ha visto obligada a dar este tipo de biberón. Incluso hay algunas ocasiones en las que el personal médico alimenta al bebé sin el consentimiento de la madre.
Por suerte, esta práctica actualmente está en desuso. Aunque son muchas las mujeres que han confesado que a sus hijos nada más nacer les dieron estos biberones. Ellas lo saben al haber sorprendido a médicos y enfermeras en el preciso momento en el que se lo estaban dando.
Los peligros de la práctica
Administrar un biberón pirata a un recién nacido es peligroso, ya que la leche con lactosa no es uno de los alimentos que los pequeños recién nacidos acepten en su organismo. Sobre todo, en los casos de bebés prematuros, se da una intolerancia total a algunas de las proteínas de la leche.
La intolerancia a las proteínas de la leche cuenta con una amplia variedad de factores que no siempre son fáciles de explicar o identificar. Por ello, los expertos no se ponen de acuerdo en qué tan perjudiciales puede ser el biberón pirata para los recién nacidos.
Por lo general, la intolerancia suele depender de la predisposición genética y de la naturaleza del antígeno. También de la frecuencia con que se administra, o de la edad al consumirlo por primera vez. Además, influye el estado inmunológico propio del bebé, o si la madre consumía ese tipo de leche durante el embarazo.
Este tipo de intolerancia se produce cuando el bebé no asocia las proteínas de la leche. Su cuerpo las considera enemigas y actúa contra ellas. Es en ese momento cuando se segrega la inmunoglobulina. Y también es cuando pueden aparecer los primeros síntomas de la alergia.
El personal médico no siempre opta por la administración de alimento mediante el biberón pirata.
Tipos de alergia que se pueden desarrollar
- Una de ellas está relacionada con la herencia genética.
- Los niños no atópicos serían los que tienen poca predisposición a padecer dicha alergia. Mientras que los atópicos son los que sí que tiene mayor riesgo de tener cualquier tipo de las citadas alergias.
Es precisamente por ello que el biberón pirata puede ser perjudicial para la salud del bebé. Por eso, hay que administrarlo en poca cantidad y utilizarlos como suplementos solo en caso de necesidad. Como, por ejemplo, cuando el bebé come muy poca cantidad durante los primeros días de su nacimiento.