Protege a tu hijo de ser secuestrado con estas reglas esenciales

Revisado y aprobado por la pediatra Marcela Alejandra Caffulli

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 01 marzo, 2022

El temor a que un hijo sea secuestrado es uno de los miedos más frecuentes de los padres. No es para menos, pues es inhumano imaginarse la situación que atraviesa un niño en manos de un desconocido que no tiene buenas intenciones.

Formamos parte de una sociedad en la que conviven el bien y el mal. Por eso, es importante proteger a tu hijo de este tipo de situaciones, enseñándole algunas claves esenciales para que pueda mantenerse a salvo.

Lamentablemente, hay delincuentes que se enfocan en capturar a los más inocentes. Se aprovechan de su ingenuidad y los ven como personas indefensas. Ese es el motivo por el que educar a tu hijo sobre la seguridad es un asunto impostergable. De lo contrario, si no cuenta con las herramientas a tiempo, puede quedar totalmente expuesto al peligro. Veamos cómo ayudarlo.

Protege a tu hijo con reglas esenciales

Frente a la existencia de personas dispuestas a raptar niños, es indispensable enseñarle a tu chico o chica las reglas básicas para su protección. Y es que, en este tipo de circunstancias, los secuestradores suelen ofrecerles golosinas o juguetes a los menores para acercarse a ellos. ¿Qué hacer con eso? Te lo contamos a continuación.

• Protege a tu hijo de que personas extrañas sepan su nombre a simple vista. Evita dejar su identificación en el exterior de su mochila, así nadie podrá acercarse a él como si lo conociera. Lo mejor para encontrar el bolso en caso de que se pierda, es dejarle una tarjeta con tu número telefónico en el interior.
• Crea una contraseña entre tú y tu hijo para saber si quien se le acerque realmente fue enviado por ti. De esta forma, si alguna vez no puedes ir por él a la escuela, quien vaya a recogerlo deberá decirle la contraseña. De lo contrario, tu niño tendrá que alejarse de esa persona y acudir a un adulto del plantel.
• Enséñale a tu hijo a que evite hablar con desconocidos. Es importante que un niño sepa diferenciar el hecho de ser educado y la necesidad de resguardar su seguridad. Los infantes deben tener presente que no están obligados a conversar con gente que no conocen. Sumado a esto, deben saber que la distancia física es necesaria y prudente para cualquier diálogo.
• Edúcalo sobre la intuición. Normalmente, todos podemos llegar a sospechar que algo anda mal, incluso sin pruebas claras. Los niños también pueden hacerlo si les enseñamos a prestar atención a las conductas de la gente que les rodea y a no ignorar lo que sienten al respecto. Si no están a gusto con lo que una persona les dice, lo mejor es alejarse de ella y acudir a alguien más.

Otras claves esenciales

Para proteger a nuestro hijo debemos inculcarle que no guarde secretos ni con los conocidos, ni con los extraños. Para eso, en primer lugar debe saber quiénes son sus familiares y sus seres queridos de confianza, para acudir a ellos en caso de necesitar ayuda.

En segundo lugar, si alguien le dice “no le digas nada a tu papá o mamá”, debe sospechar de esa persona. Pues nadie con buenas intenciones querría ocultarte algo a ti.

En tercer lugar, si alguien se acerca en auto para hacerle preguntas u ofrecerle algún obsequio, debe tomar precaución y retroceder sin temor a ser juzgado. Una táctica útil, en caso de que un auto le persiga, es correr en la dirección contraria a la que este va.

Gritar en caso de emergencia y no abrir la puerta a desconocidos si están solos en casa, también son claves para mantenerse a salvo.

Además, existen alternativas tecnológicas para que tu chico pida auxilio. Los botones de emergencia incluidos en los accesorios y las aplicaciones móviles de seguimiento (en caso de que tu hijo tenga teléfono) son de gran ayuda. De esta manera, sería más fácil localizarlos en caso de secuestro.

Enseñar a tu hijo a cuidarse, la mejor forma protección

Todos los papás y mamás quisiéramos mantener a nuestros hijos a salvo por nuestra cuenta. Sin embargo, a medida que crecen es cada vez más difícil estar presente a cada segundo en su cotidianidad. Además, es natural que socialicen, que vayan a la escuela y que generen sus propias rutinas.

Por eso, lo más valioso para protegerlos es enseñarles a mantenerse seguros. La educación y las herramientas que les damos para afrontar la vida son las mejores herencias que les podemos dar. Pues en nuestra ausencia sabrán actuar con más consciencia para garantizar su bienestar.