Primeras noches de padres primerizos

Las primeras noches no son fáciles para los padres. Sin embargo, con el tiempo y con la práctica lograrán acoplarse a su bebé y entender lo que necesita.
Primeras noches de padres primerizos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 enero, 2023

Cuando un bebé nace, sus padres se sienten las personas más felices del mundo y están convencidos de que la vida les cambió para bien. Sin embargo, también es cierto que desde ese momento tienen que afrontar una gran responsabilidad de tiempo completo.

Un bebé cambia la rutina de los padres, pues requiere que ellos satisfagan sus necesidades en todo momento. Además, durante su primera etapa, el pequeño tiene un reloj biológico completamente diferente al de los adultos.

Por esa razón, las primeras noches no son para nada fáciles de asumir, ya que los padres no podrán tener el mismo descanso al que estaban acostumbrados.

Esas primeras noches también son complejas porque los padres tienen que enfrentar tareas que nunca antes habían hecho. Adicional a ello, se ven obligados a encontrar las maneras de comenzar a entender los gestos y las señales que emite su bebé para comunicarse.

Madre primeriza atenta de su bebé

¿Cuáles son los factores que hacen difícil esas primeras noches?

En primer lugar, en sus primeros días el bebé duerme máximo 3 horas de corrido. De ese modo, los padres tienen que estar junto a él en todo momento para hacerlo sentir seguro, mantenerlo tranquilo y alejar sus temores.

Como segunda medida, al bebé le da hambre muy seguido. A causa de ello, la mamá tiene que estar disponible cada 2 horas para proveerle el alimento y no desatar su intranquilidad.

No obstante, es sabido que no para todas las madres es fácil amamantar. Por esa razón, pueden existir momentos complejos en los que no salga suficiente leche y el bebé comience a perder la calma.

Padres primerizos al lado del bebé

Sin embargo, en esos instantes es fundamental conservar la calma, pues el estrés solo ocasiona que la madre pueda producir mucha menos leche y el inconveniente empeore.

Por otro lado, en esas noches también está latente el temor de que el bebé se pueda asfixiar mientras duerme. A raíz de eso, los padres tienen que vigilar con frecuencia cómo respira, qué sonidos emite y si en verdad ha conciliado un buen sueño.

Además, también se hace necesario que los padres monitoreen el cambio del pañal del bebé. Pues, de esa manera evitan que se sienta incómodo y que su piel se llegue a maltratar.

¿Qué consejos tener en cuenta?

Debido a que el descanso durante esas primeras noches es mínimo, lo más aconsejable es que los padres aprovechen para dormir en el día durante cada siesta del niño. De esa manera, lograrán reponer la energía necesaria para asumir todas las responsabilidades.

Padres y bebé durmiendo la siesta

También, una buena estrategia podría ser que los padres se turnen en el cuidado. Así, mientras uno vuelve a potenciar sus fuerzas, el otro se encarga de que al niño no le pase nada malo durante la noche.

De igual modo, otra buena estrategia es que los padres le consulten todas las dudas a un especialista. De esa manera, encontrarán las mejores maneras de actuar y se desprenderán de algunos temores que los invaden.

Finalmente, es importante que los padres reconozcan que con el tiempo la situación se normalizará. Pues, el niño comenzará a dormir más tiempo y la interacción les permitirá un mejor entendimiento de las señales.


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  • Healthy Works. Lactancia y trabajo [Internet]. California: Universidad San Diego; 2015. [citado 23 de noviembre de 2o21]

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