Cómo prevenir problemas oculares en niños

Algunos problemas oculares pueden prevenirse desde la infancia al incluir hábitos diarios y cuidados que promuevan la salud visual.
Cómo prevenir problemas oculares en niños
Leidy Mora Molina

Escrito y verificado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 12 marzo, 2023

La salud visual de nuestros pequeños debe ser una prioridad. De lo contrario, tanto su desarrollo como su capacidad de aprender pueden verse afectados. Por esta razón, tenemos que darle especial importancia a este tema y buscar las maneras de prevenir los problemas oculares de los niños.

Las afecciones oculares pueden manifestarse desde los primeros años de vida. Por eso, el control oftalmológico es clave, pues muchas alteraciones de la visión son tratables y reversibles. En este sentido, debemos crear hábitos saludables para cuidar los ojos de los niños y evitar que este tipo de problemas se desarrollen con el paso del tiempo. En este artículo, describiremos algunos cuidados a tener en cuenta.

La salud visual en los niños

El desarrollo de la visión es progresivo y a lo largo de la infancia, nuestro cebero se va nutriendo de las imágenes que recibe de manera continua. Alrededor de los 6 años se alcanza una visión correcta, pero hay que tener en cuenta que en la niñez los ojos son más sensibles a los estímulos externos. En este sentido, son especialmente vulnerables a ciertas noxas externas, como los rayos ultravioleta.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay al menos 2200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante. En al menos 1000 millones de esos casos, la afección podría haberse evitado, lo que sugiere que el daño visual pudo haber comenzado en la infancia.

La salud de los ojos es fundamental para el correcto desarrollo del niño. Cuando hay problemas oculares y alteraciones de la visión, ciertas actividades vitales pueden verse afectadas, como relacionarse, leer o comprender las consignas en la escuela. Ahora bien, con hábitos saludables y controles oftalmológicos anuales, se pueden prevenir muchos daños en la visión. Lo más importante es ser consecuentes con los cuidados y detectar precozmente cualquier problema de esta índole.

Existen síntomas que aparecen especialmente en las horas de estudio e interfieren en la captación de la información. Estos empeoran aún más las dificultades del aprendizaje.

Los problemas oculares en niños

Los síntomas oculares se ven reflejados en las actividades del día a día del niño. Se estima que un 20 % de los menores puede tener problemas de visión, lo que dificulta su desarrollo cognitivo y social. Presta atención si tu niño presenta alguna de estas manifestaciones:

  • Dolores de cabeza recurrentes.
  • Parpadeo excesivo.
  • Pérdida de la capacidad de atención.
  • Hace guiños con los ojos cuando lee o enfoca.
  • Se acerca a los libros o a la televisión para verlos mejor.
  • Cuando lee se salta algunas líneas.

Si el pequeño presenta uno o más de estos síntomas, será conveniente que solicites una evaluación por parte de un especialista en oftalmología. Así, se podrá arribar al diagnóstico de la patología ocular o problema refractario que lo afecte.

Los problemas refractarios surgen de la incapacidad del cristalino y de la córnea para enfocar de manera correcta. Estas afecciones son las más frecuentes durante la infancia, y también las más fáciles de tratar:

Consejos para prevenir los problemas oculares en niños

La Academia Americana de Oftalmología y otros colegios de especialistas han establecido una serie de recomendaciones para el cuidado de la visión. De esta forma, se busca reducir la incidencia de patologías oculares tanto en los niños como en los adultos. A continuación, se describen algunos cuidados y consejos a tener en cuenta.

Evitar el esfuerzo visual

Para evitar el esfuerzo visual en el niño, se recomienda que los espacios de estudio y de juegos tengan una buena iluminación natural. Además, se aconseja contar con una luz especial que esté orientada hacia el área de trabajo. Esta no debe ser directa hacia los ojos, pues aumentaría la fatiga ocular.

Mantener una distancia prudente del material de trabajo

Según especialistas en oftalmología del Hospital Sanitas recomienda que el material de trabajo de los pequeños se ubique a una distancia de 35 a 40 centímetros del rostro al momento de leer o escribir. De igual forma, estos deben ubicarse a una inclinación de unos 20 grados para evitar reflejos que fatiguen la visión.

Es importante disminuir el tiempo frente a las pantallas y mantener una distancia prudencial con estos objetos, ya que aumentan el cansancio visual y promueven afecciones como el ojo seco.

Reducir la exposición a las pantallas

Proteger la vista de las pantallas de luz azul es fundamental para evitar los problemas oculares en los niños. Para esto se debe intentar disminuir el tiempo de exposición frente a los dispositivos, como tabletas, televisores, computadoras y teléfonos móviles.

Proteger los ojos del sol

Durante la infancia los ojos son más sensibles a la luz solar. Esto se debe a que el cristalino, una capa que protege la retina de la luz, todavía no se termina de desarrollar. Por esta razón, es recomendable el uso de gafas de sol con filtros UV, con protección del 99 % de mínimo.

Implementar tiempos de descanso

Cuando los niños estudian, están frente al computador, con los videojuegos o enfocan la vista en un mismo lugar por mucho rato, deben tener períodos de descanso. De esa manera se busca evitar la fatiga ocular. Para ello, se aconseja un descanso cada 20 minutos. También, puedes animar al niño a realizar ejercicios visuales, como alternar la mirada entre un punto cercano y otro lejano durante unos segundos.

Llevar una dieta balanceada

La alimentación balanceada aporta a los niños los nutrientes necesarios para el crecimiento, además de favorecer la salud visual. Las vitaminas A, C, E y minerales como el hierro, el selenio y los ácidos grasos como el omega-3, mantienen en perfecto estado las estructuras oculares.

Los niños deben acudir al oftalmólogo al menos una vez al año. Su primera visita debe ser entre los 3 y los 4 años. De esta forma, el médico podrá realizar la detección temprana de los defectos visuales y realizar diagnósticos oportunos que permitan su rápida intervención. En cada visita debes comentarle al doctor si observas algún síntoma especial de malestar en los ojos de tu niño. Además, debes comunicarle si en la familia hay casos o antecedentes de problemas oculares.

Implementa hábitos saludables para promover la salud visual

Como hemos visto, los ojos son órganos sensibles y delicados que ameritan un cuidado especial para mantener la visión en óptimas condiciones. Además, de esa forma se podrán evitar otras consecuencias que influyan en la vida futura del niño. Por eso, es clave crear hábitos saludables en tu pequeño que promuevan su salud visual. Enséñale sobre la importancia de proteger este sentido y, ante dudas o molestias, visita al oftalmólogo para su chequeo.


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