Cómo prevenir la intoxicación alimentaria durante el embarazo
¿Sabes que durante el embarazo te vuelves más vulnerable a la intoxicación alimentaria? Por este motivo, vamos a explicarte algunas pautas básicas para prevenir estas enfermedades durante la gestación. ¡Recuerda que la salud de tu bebé también está en juego!
La intoxicación alimentaria se produce al consumir alimentos contaminados con toxinas. Estas pueden generarse por algunas sustancias químicas o por ciertos microorganismos. En general, suelen pasar desapercibidas ya que no desprenden ningún olor ni alteran el sabor de las comidas. Incluso, los síntomas pueden iniciar 15 o 20 días después de haber ingerido el alimento.
¿Quieres saber más de qué se trata y cómo prevenir la intoxicación alimentaria en el embarazo? Entonces, no dejes de leer.
Riesgos de la intoxicación alimentaria durante el embarazo
En el embarazo, todo el sistema inmune está dedicado a mantener a salvo al futuro bebé. Además, cuando responde lo hace muy deprisa y de manera exagerada, lo que puede generar daño a la salud de ambos.
Las intoxicaciones alimentarias suelen ocurrir por una manipulación incorrecta de los alimentos crudos. Esto favorece al sobrecrecimiento de gérmenes en ellos y a la producción de toxinas nocivas para nuestro organismo. Entre los microorganismos más comunes, encontramos a la bacteria Listeria monocytogenes y al parásito Toxoplasma gondii.
La toxoplasmosis es una enfermedad frecuente a nivel mundial, que afecta al 1 % de las mujeres. En las embarazadas, puede provocar abortos espontáneos o malformaciones en el feto, tales como microcefalia y hepatomegalia. En el recién nacido, puede causar ceguera, convulsiones e ictericia (color amarillento de la piel).
La infección por Listeria es 10 a 20 veces más frecuente en la embarazada que en la población general, según afirma una revisión sistemática publicada en el año 2018. Cuando se adquiere en esta etapa de la vida puede provocar aborto espontáneo, parto prematuro, infecciones perinatales o muerte fetal. También puede manifestarse de forma tardía y provocar meningitis en el recién nacido.
¿Qué puede causar una intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria se produce al ingerir agua o alimentos contaminados con distintas toxinas.
La mayoría de los alimentos de riesgo para toxoplasmosis son las carnes crudas o mal cocinadas y los vegetales crudos sin lavar ni desinfectar. Entonces, mejor olvidarse de los steaks, los ceviches y el sushi durante el embarazo.
La listeria, en cambio, se adquiere al consumir lácteos frescos no pasteurizados. Por ejemplo, la leche cruda, el queso brie y el queso azul.
¿Cómo saber que se sufre una intoxicación alimentaria?
Cuando ocurre una infección por Listeria, los síntomas son similares a los de la gripe: fiebre, tos, dolor de cabeza y de garganta. También pueden agregarse náuseas, vómitos y diarreas.
Por otro lado, la toxoplasmosis puede ser asintomática o cursar con síntomas poco específicos. Por ejemplo, fatiga, dolor muscular, malestar general y a veces fiebre.
Es importante saber que cuando la mujer ha tenido esta enfermedad previo al embarazo, la inmunidad generada dura toda la vida. Por ese motivo, es importante realizar las pruebas correspondientes antes o durante el embarazo, para conocer el estado de anticuerpos de la madre.
¿Cómo preparar los alimentos de forma segura?
La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA) aconseja seguir 4 normas de manipulación de los alimentos para prevenir las intoxicaciones. Básicamente consisten en limpiar, separar, cocinar y enfriar las comidas. A continuación, te los explicaremos en detalle.
1. Limpiar los alimentos
Antes de empezar a manipular los alimentos, es importante lavarse las manos con agua y jabón. Esto mismo debes repetirlo luego de tocar alimentos crudos, al salir del baño, después de tirar la basura, estornudar o toser.
Además, es importante limpiar bien los utensilios y superficies sobre las que vayas a trabajar. Esto incluye desinfectar las frutas, la verduras y las hortalizas con lejía alimentaria.
2. Separar los alimentos crudos de los cocidos
Tanto al preparar los alimentos como al guardarlos en la nevera, es importante segregar aquellos crudos de los cocidos. Esto es porque los primeros tienen un elevado contenido de agua, que favorece el crecimiento de microorganismos y el desarrollo de toxinas.
Para el guardado puedes utilizar recipientes tapados o con cierres herméticos. De esta forma, evitarás que se contaminen los alimentos previamente cocinados.
3. Cocinar correctamente los alimentos
Una buena cocción es aquella que se realiza a altas temperaturas, asegurando que en el interior del alimento se alcancen unos 75 a 80 grados Celsius. Cuando esto no pasa, las carnes quedan con un tono rosado y los huevos no cuajan bien.
4. Asegurar un correcto enfriamiento
La última norma es conservar los alimentos preparados en la nevera, sin dejarlos más de 2 horas a temperatura ambiente. Una buena forma de hacerlo es racionarlos en tápers pequeños y colocarlos sobre agua y hielo.
Cuando quieras descongelar algún alimento asegúrate de ponerlo en la nevera desde el día anterior. En el caso de la carne o el pescado, puedes situarlos sobre rejillas para que puedan rezumar.
¿Cómo se puede prevenir la intoxicación alimentaria?
Para resumir, la prevención de la intoxicación alimentaria está en tus manos. Siguiendo estos consejos y evitando los alimentos de mayor riesgo en el embarazo reducirás las posibilidades de padecerla.
Es importante destacar que si tienes algún gato también debes evitar limpiar su caja de arena, ya que estos animales son portadores del Toxoplasma.
Además, procura respetar las fechas de caducidad de los alimentos y consúmelos dentro del período recomendado.
Ante cualquier duda, ponte en contacto con tu ginecólogo o dietista-nutricionista. A pesar de lo que se cree, varios estudios realizados sobre las dietas de las embarazadas demostraron gran falta de información sobre hábitos de prevención.
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