Por qué es importante fomentar la gratitud en los niños

La gratitud en los niños los hará más sanos, más felices y con una capacidad de adaptación mayor. ¿No crees que va siendo hora de decir gracias?
Por qué es importante fomentar la gratitud en los niños

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 diciembre, 2020

Fomentar la gratitud en los niños es un gesto que va más allá de que adquieran un hábito de convivencia social; es una de las herramientas más poderosas que existe para alcanzar bienestar y autoestima.

Como veremos a continuación, son varios los estudios que se han hecho al respecto y con ellos ha quedado más que comprobado cómo esta emoción es capaz de transformar por completo nuestro cerebro. Hacer que nuestros hijos sean más agradecidos es, pues, un acto de amor hacia ellos.

¿Qué es la gratitud?

Si acudimos al diccionario de la Real Academia Española encontraremos la siguiente definición: “Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”.

Hija dando un abrazo a su padre.

En otras palabras: es esa emoción que sentimos cuando somos capaces de reconocer lo bueno que sucede en nuestras vidas. Pero más allá de agradecer grandes sucesos, lo interesante está en aprender a hacerlo con los pequeños gestos y a no dar por sentado todo lo que tenemos.

Si bien es cierto que estamos hablado de una de las emociones positivas más fuertes que existen, también hay que recalcar que es una actitud y, como tal, se puede fomentar, por lo que los niños pueden llegar a adquirirla en forma de hábito.

Asimismo, debes saber que cuando tenemos una actitud de gratitud cambia la estructura molecular del cerebro, nos sentimos más felices, saludables y el sistema nervioso central se tranquiliza.

Gratitud en los niños: lo que dicen los datos

Dos de los investigadores que más han trabajado con este tema son Robert Emmons y Michael McCullough, quienes recogieron todos los datos obtenidos en el libro The Psychology of Gratitude. Ellos llevaron a cabo un experimento en el que dividieron a los participantes en cuatro grupos:

  • Los primeros debían escribir antes de dormir cinco cosas que les hubieran ocurrido a lo largo del día por las que se sintieran agradecidos.
  • El segundo grupo anotarían cinco cosas negativas cada noche.
  • Un tercero anotaba cinco cosas que consideraban haber hecho mejor que los demás.
  • Los del cuarto grupo debían apuntar cinco cosas que les hubieran ocurrido en el día sin importar si eran positivas o negativas.

Lo que se buscaba medir era el grado de satisfacción vital, su felicidad, el nivel de optimismo, la efectividad en alcanzar sus metas, el estado de salud física y lo generosos que se mostraban. Te sorprenderá saber que hubo una notable diferencia entre los que agradecieron cada noche y aquellos que solo se dedicaron a destacar los aspectos negativos de su día.

Sembrar la semilla de la gratitud en los niños

La gratitud mejora la autoestima, favorece los vínculos y combate el estrés. Un estudio realizado por la American Psychological Association concluyó que  las personas agradecidas tienen menos predisposición a abusar de las drogas y el alcohol, algo interesante que hay que tener en cuenta con hijos adolescentes.

Otro punto importante es que hace que los niños sean más resilientes. Con todo esto, ¿no te parece importante dedicarle cinco minutos al día para que tus hijos adquieran esta gran virtud?

Algunas propuestas

  • Los niños aprenden con el ejemplo, sobre todo con el de sus padres. Empieza por ser agradecido. Haz que te escuchen dando las gracias y expresando en voz alta lo afortunado que eres por tener ciertas cosas y también como familia.
    Madre fomentando la gratitud en los niños.
  • Reserva un momento del día (puede ser durante la cena o antes de acostarse) y establece una dinámica de agradecimiento. Propón que cada miembro de la familia diga al menos tres cosas (o las que consideres) por las que sentirse agradecido en el día. Todo vale; desde el chocolate que se comió por la tarde, hasta sus buenos resultados en el examen.
  • Invita a tus hijos a que una vez al año hagan limpieza en sus juguetes y elijan aquellos que estén en buen estado, pero ya no usen. Hay muchas asociaciones que los recibirán encantados. Tus hijos aprenderán que, además de ayudar, pueden sentir mucho agradecimiento por lo que tienen si lo comparten con otros.
  • Si a tus hijos les cuesta expresar su gratitud, ayúdalos. Crea un muro en el que se cuelguen mensajes, recortes, fotos o cualquier elemento gráfico con el que puedan reconocer este sentimiento hacia sí mismos y hacia los demás.

En definitiva, la gratitud en los niños resulta algo más importante de lo que a priori parece. Es una herramienta para la vida que los hará mejores personas y que los ayudará a conocerse mejor y a ser más felices.

Sé un ejemplo y empieza con esta experiencia. Puedes llevar un diario de gratitud; te sorprenderá ver la cantidad de cosas por las que te sientes agradecido.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.