¿Qué no hacer si tienes un hijo tímido?

¿Tu hijo se sonroja cuando un adulto le habla? ¿No suele animarse a incluirse en los juegos grupales? ¿Se esconde detrás de ti en eventos sociales? Si quieres ayudarlo con su timidez, hay algunas cosas que debes evitar.
¿Qué no hacer si tienes un hijo tímido?
Sharon Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Capeluto.

Última actualización: 09 marzo, 2023

Si estás aquí, posiblemente hayas notado que tu hijo tiene algunos inconvenientes por ser tímido. Por ejemplo, no se anima a acercarse a otros niños en el parque, aunque desea jugar con ellos. También, se sonroja cuando algún adulto no tan cercano le hace preguntas personales. Así, al llegar a un encuentro social, se agarra a tus piernas y esconde su cabeza detrás.

Has intentado ayudarlo a que se desenvuelva con naturalidad frente a otras personas y que disfrute de conversar o jugar con ellas. Sin embargo, él mantiene la misma actitud. Algo a tener en cuenta es que, a menudo, los padres metemos la pata en este tipo de problemáticas, aunque nuestras intenciones sean las mejores. A veces, añadimos complejidad al problema en lugar de ayudar. ¿Quieres saber qué es mejor no hacer con tu hijo tímido? Continúa leyendo.

¿Qué es la timidez?

La timidez es un rasgo de la personalidad que se asocia con la sensación de incomodidad e inseguridad en situaciones sociales. Según el grado, las consecuencias en la interacción interpersonal pueden ser más o menos notorias. Estas son algunas de las manifestaciones de la timidez más habituales en la infancia:

  • Evitar el contacto visual con personas con las que no se tiene la suficiente confianza.
  • Utilizar un tono de voz muy bajo.
  • Tener dificultades para iniciar una conversación.
  • Aislarse en eventos sociales como cumpleaños u otras celebraciones.
  • Dificultad para hablar en público o participar en clase.

«El niño tímido habla poco, aunque tenga un desarrollo del lenguaje adecuado, a no ser que sea con personas con las que se siente seguro».

– Mota, A. –

Aunque no se trata de un aspecto negativo, la timidez suele representar una barrera social. Sin embargo, hay situaciones que debemos evitar, como forzar al niño a interactuar o etiquetarlo, ya que puede resultar contraproducente.

Si tu hijo es tímido no debes hacer estas cosas

En los casos más graves, la timidez puede derivar en una fobia o ansiedad elevada. En otros, puede incluso resultar beneficiosa si incita al niño a ser más prudente y cauteloso al momento de vincularse con otras personas. A continuación, te contamos cuáles son las cosas que no debes hacer si tu hijo es tímido.

1. Forzarlo a interactuar

Presionar a un niño a relacionarse resulta contraproducente. Si le insistimos en acercarse a otros menores en un lugar público o a iniciar una conversación con personas que apenas conoce, podemos generar el resultado opuesto al esperado. Posiblemente, la sensación de ansiedad aumente. Por ende, es probable que se retraiga más.

Forzar a un niño a interactuar cuando no se siente cómodo puede hacer que se sienta vulnerable y expuesto. Entonces, evitemos imponerle una actitud que no está preparado para adoptar. Una mejor alternativa es la de fomentar la exposición gradual a situaciones sociales para que, poco a poco, pueda potenciar sus habilidades sociales. Ten en cuenta que siempre debes mantener la empatía y el respeto para con él.

2. Protegerlo en demasía

De la misma manera que obligarlo a interactuar no sirve, tampoco lo hace protegerlo en exceso. De hecho, una de las consecuencias más significativas de la sobreprotección es que los niños no logran descubrir sus propias capacidades relacionadas con el plano social, porque los padres hablan por ellos.

Es importante encontrar el punto intermedio. En una situación social puedes estar atenta a sus comportamientos, sin que eso signifique evitar a toda costa que tu hijo sienta cierto grado de incomodidad. Permítele enfrentarse a estos desafíos poco a poco y respeta sus tiempos.

3. Etiquetarlo

Nunca debes poner una etiqueta a tu hijo. Categorizar a un niño como tímido, inseguro o retraído no es positivo. Además, debemos obviar los comentarios como «eres muy tímido» o «él es un niño que no se siente cómodo cuando está con gente».

También, es fundamental dejar de dar por sentado que ante cualquier situación social o actividad grupal no podrá desenvolverse con naturalidad. Recuerda que el pequeño se encuentra en pleno desarrollo y está en la etapa de construcción de su propia identidad, por lo que resulta poco acertado decir con certeza que es tímido.

Los niños son diferentes entre sí y está bien que así sea. La timidez no los hace mejores ni peores, por lo que no es aconsejable hacer comentarios que incitan a compararse con otros a los que les resulta sencillo interactuar.

4. No lo compares con otros niños

Otra de las cuestiones que es mejor evitar es la comparación con otros niños. Hay pequeños que son extrovertidos al extremo, disfrutan de platicar con cada persona con la que se cruzan y se hacen notar en cada sitio. Por su parte, otros optarían por volverse invisibles si pudiesen.

Para la timidez, validación, espacio y asesoramiento

Para ayudar a tu hijo es fundamental que consideres sus emociones, sus problemas y sus actitudes como válidas. Es imprescindible no tomarla como motivo de burla o ridiculización. Mantener una postura paciente y comprensiva ayudará a que poco a poco se sienta seguro para enfrentarse a situaciones que le resultan desafiantes.

Por otro lado, es esencial que le des espacio. Cuando alguien le hace una pregunta, no debes responder por él. No importa cuánto tiempo tarde en dar respuesta o qué sea lo que diga. Incluso, ¡tampoco importa si no contesta! No es necesario que llenes sus silencios, ya que para él son oportunidades.

Es a partir de estos pequeños retos que el niño podrá adquirir herramientas para vincularse con otras personas de una forma satisfactoria. Por último, recuerda que siempre se puede hacer una consulta con un profesional con formación en psicología infantil para trabajar la timidez.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Dorta Pérez, Y. (2020). La timidez en la infancia: un aspecto a considerar en las aulas de Educación Infantil.
  • Mota, A. V. (2009). La Timidez Infantil. Málaga.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.