El niño juega a ser del otro sexo ¿qué significa esto? La pregunta puede habérsela hecho alguna de nuestras lectoras al notar este comportamiento. Como en eresmama nos preocupamos por darle solución a todas tus dudas, te respondemos.
La identidad de género en los niños
Un niño, apenas nace, es vestido con ropitas acordes a su sexo. De igual modo se decora su habitación, se compran los peluches y se escoge el color de los biberones.
Con el objetivo de prepararlos como futuros seres sociales, a cada sexo, le otorgamos elementos que lo definen como tal y le asignamos el rol que “es correcto” que desempeñen.
Pero cuando pasa el tiempo y los niños aprenden sobre el mundo que les rodea y son capaces de expresarnos sus gustos y maneras de pensar; esa educación que pensamos haberles dado, en cuanto a la identidad de género se refiere, puede servir de poco.
De pronto el niño nos dice que quiere ser o, que es, del sexo contrario.
Síntomas de la transexualidad en la infancia
La transexualidad ocurre cuando nuestro yo interior, pensamientos y sentimientos nos dicen ser del sexo contrario al que tenemos.
Los síntomas de la transexualidad en la infancia son claros:
– Trastornos del sueño
– Rechazo al comportamiento y el rol que la sociedad espera que asuma según su sexo biológico
– Ansiedad
– Aversión a peinarse, vestirse o jugar asumiendo el rol que el colectivo ha destinado para los individuos de su sexo
– Infelicidad
– Trastornos de la conducta
– Rechazo hacia sus genitales
– El decir abiertamente que no están de acuerdo o no quieren el sexo con el cuál nacieron.
¿Qué significa que el niño juegue a ser del otro sexo?
En ocasiones, nada; a veces, todo.
Cuando significa nada
En su aprendizaje los niños intentan entender los significados de ser hembra o varón. A medida que esto ocurre es normal si ves que el niño juega a ser del otro sexo. Una hembrita podrá experimentar cómo sería si hubiera nacido varón, y viceversa.
Como el juego es la herramienta de aprendizaje que más domina, es durante el juego, que esa niña adoptará conductas propias de los varones sin que esto signifique que se siente confusa con su identidad de género.
La transexualidad en los niños puede ser pasajera y dejarse atrás como se dejan los juguetes toda vez que alcanzan la adolescencia.
Cuando significa todo
Para definir el comportamiento del infante como transexual no solo debemos tener en cuenta el hecho de si el niño juega a ser del otro sexo.
Debemos estar completamente seguras de que “en la vida real” el niño se identifica con el sexo contrario, que quiere vestirse y que lo traten como la sociedad y en este caso, familiares, maestros y compañeros, tratan a los restantes pequeños de igual sexo.
La infancia es un período en el que pueden surgir señales de oposición con el género que se tiene. En esta etapa un niño todavía no es capaz de haber formado su completa identidad.
Pero, aunque carece de las herramientas para tener una autopercepción de sí mismo y saber quién realmente es, sí puede saber cómo se siente con lo que le rodea, sobre todo, con su propio sexo.
En este caso rápidamente el niño y la niña se dan cuenta de las diferencias físicas entre los varones y las hembras, eso los ayuda a enumerarse dentro uno y otro grupo.
Entonces, cuando no encuentra una correspondencia entre sus genitales, lo que dicta la sociedad, y su forma de sentir, el niño se confunde.
¿Qué hacer al respecto?
Como en todos los casos donde estén implicados los niños, en la identidad de género, también es vital que se consulten opiniones especializadas.
De igual modo está el hecho de que estemos o no en presencia de un infante transexual, nuestro hijo debe recibir todo el apoyo que merece, el cariño y la aceptación de nosotras y el resto de sus familiares.
Vela porque ni ahora que apenas es una semillita, ni en el futuro, la discriminación y la invisibilidad compartan la misma mesa que, noche tras noche, alimenta a tu familia.
Ten en cuenta nuestras recomendaciones. Sé cada día una madre mejor.