¿Qué hacer si mi bebé pesa mucho y todavía no le toca nacer?

La gestación es un proceso que debe ser seguido de cerca para preservar la salud de la madre y el niño. Un aspecto que es importante controlar es el peso del feto; ¿qué se recomienda cuando este es excesivo para su edad?
¿Qué hacer si mi bebé pesa mucho y todavía no le toca nacer?

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 21 febrero, 2023

Muchos bebés llegan a este mundo pesando más de cuatro kilos, lo que se denomina macrosomía. Además de complicar el proceso de parto, esta característica puede favorecer el padecimiento de algunas afecciones de la salud. Entonces, ¿Qué se puede hacer si mi bebé pesa mucho y todavía no le toca nacer?

Con el objetivo de evitar futuras complicaciones, algunas mamás se preguntan desde antes del parto qué medidas tomar con respecto al peso excesivo de su pequeño. Los bebés que padecen este problema son llamados ‘grandes para la edad gestacional’, o LGA, por sus siglas en inglés.

Se considera que un bebé excede el peso normal cuando, cerca del momento de su nacimiento, pesa 4 o 4,5 kilogramos. La Asociación Española de Pediatría establece que el percentil 90 es el utilizado para medir este parámetro. Por eso, se estima que un bebé presenta esta característica cuando su peso supera esa medida; será, por lo tanto, más pesado que el 90% de los pequeños de su edad gestacional.

Es posible saber el peso del feto antes de su llegada al mundo gracias a estudios como la ecografía y cálculos posteriores basados en la circunferencia abdominal, el tamaño de la cabeza y la longitud del fémur del feto. No obstante, existe un margen de error cercano a los 500 gramos, aproximadamente.

¿Qué causa la macrosomía?

Antes de explicar qué acciones pueden tomarse en estos casos, es valioso saber más sobre la macrosomía y los bebés grandes para la edad gestacional. En primer lugar, describiremos sus posibles desencadenantes:

  • Genética: si los padres tienen predisposición a la obesidad, es posible que el bebé la herede y la manifieste desde antes de nacer.
  • Peso de la mamá: el sobrepeso en el embarazo puede desembocar en un peso excesivo del bebé por nacer.
  • Diabetes de la madre: esta enfermedad genera desequilibrios hormonales que ocasionan un exceso de azúcar en el organismo del feto; así, su peso aumenta.
  • Tiempo de gestación: al llegar a la semana 40 de embarazo, puede que el bebé haya crecido demasiado.
  • Embarazos previos: a causa de estos, las vías de la placenta que transportan nutrientes pueden estar más dilatadas, lo que fomenta el crecimiento del feto.
El control de peso de la embarazada es fundamental, pues debe estar dentro de los límites esperables para cada etapa.

También influyen factores como la edad de la madre, su estado nutricional, las condiciones socioeconómicas y posibles enfermedades genéticas que padezca el bebé, como el síndrome de Weaver, el síndrome de Sotos y otros parecidos.

Posibles consecuencias

Si bien es perfectamente viable que un bebé que pesa mucho nazca sin problemas, también son factibles complicaciones en el parto y riesgos para su salud en el futuro.

Es frecuente que ocurran traumatismos obstétricos, como la distocia de hombro o la lesión del plexo bracial. En la primera, el hombro del pequeño queda atorado en el canal de parto luego de que la cabeza lo haya atravesado; se soluciona, muchas veces, provocando una fractura de clavícula para lograr sacar su hombro de la pelvis materna.

“Se considera que un bebé excede el peso normal cuando, cerca del momento de su nacimiento, pesa 4 o 4,5 kilogramos”

La madre puede padecer, ante estas circunstancias, lesiones de parto, hemorragias, complicaciones con la administración de la anestesia e infecciones en órganos adyacentes. En el futuro, el bebé podría tener un riesgo mayor de padecer ciertas enfermedades como:

  • Diabetes.
  • Problemas respiratorios por falta de maduración de los pulmones.
  • Policitemia y afecciones derivadas de este exceso de glóbulos rojos.

Asimismo, la probabilidad de sufrir abortos espontáneos es más alta cuando un bebé pesa mucho. Algunos causantes pueden ser la falta de espacio en el útero, compresión del cordón umbilical o imposibilidad de ofrecer al feto los nutrientes que requiere para su maduración.

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A través de las ecografías, también es posible controlar el peso y tamaño estimado del bebé por nacer.

Mi bebé pesa mucho y no ha llegado el parto: ¿qué hago?

Una vez que la macrosomía es detectada, hay relativamente poco que hacer, a excepción de modificar el método de parto. Sin embargo, dadas las causas de este trastorno, sí hay ciertas cuestiones que se pueden recomendar para hacer más difícil su existencia.

Quizás la más importante es la del control del peso de la madre y del feto. Se recomienda, para evitar complicaciones, llevar una dieta saludable y variada, que cumpla con los requisitos de la etapa gestacional. Asimismo, es necesario controlar los índices de glucemia de la madre. Esto permitirá prevenir casos de diabetes gestacional en mujeres que nunca tuvieron este tipo de problemas.

Si la causa de que un feto pese mucho es la prolongación de la gestación, el doctor puede indicar un parto inducido. Como apuntamos antes, una vez que llega el momento del alumbramiento, una medida normal es la de realizar una cesárea, siempre y cuando sea posible. Así, se evitan complicaciones como las mencionadas previamente y se preserva la vida de la madre y el bebé.


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