¡Mi bebé no para de llorar!

¿Cuántas veces te has preguntado por qué tu bebé no para de llorar? ¡Y sin saber cómo hacer para calmarle enseguida! Es, sin dudas, algo frustrante y estresante, porque sabes que algo le sucede pero no encuentras la manera de ayudarle.
¡Mi bebé no para de llorar!
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 10 marzo, 2020

El llanto de un niño es su manera de expresarse. Sin embargo, cuando se trata de algo constante, ya supera el umbral de nuestra paciencia. Muchas madres y padres exclaman “¡mi bebé no para de llorar!” y no saben qué hacer. En este artículo te ayudaremos a revertir la situación.

Mi bebé no para de llorar: ¿es normal?

El llanto de un niño puede ser desgarrador, convertirse en nuestra peor pesadilla y evitar que disfrutemos de la paternidad o maternidad como corresponde. Seguramente hayas oído a algunos padres que dicen: “Mi bebé no me deja dormir de tanto que llora”, y los veas con unas grandes ojeras y un humor ‘de perros’.

Además de eso, se los nota vencidos, resignados, ya que el bebé llora ‘porque es lo normal’. Si bien es cierto que los pequeños usan el llanto para comunicar lo que sienten o necesitan, también es verdad que no deberían pasarse todo el día llorando.

¿Cuánto sería lo comprensible y cuándo es excesivo? No todos los pequeños son iguales; eso seguro ya lo sabes. Asimismo, también debes tener en cuenta que los recién nacidos son de llorar más. Todo es nuevo para ellos y aún no conocen su cuerpo ni sus emociones.

¿Qué hacer para que el bebé se tranquilice?

Razones por las que mi bebé no para de llorar

Para poder solucionar el problema del llanto del bebé, el primer paso es determinar por qué llora tanto. Uno de los motivos más comunes son los cólicos, que se presentan en los primeros meses de vida. Se caracterizan por causar dolor de estómago, gases, vómitos, diarrea o estreñimiento; pueden ser realmente muy molestos.

El niño también puede llorar porque tiene hambre. Tal vez la leche materna no sacia su apetito por completo y requiere leche de fórmula. Consulta con el pediatra para que te aconseje al respecto.

Por otro lado, el llanto puede deberse a que es sensible a las altas temperaturas, que tiene ropa muy ajustada, que no soporta que su pañal esté húmedo o que tiene mucho sueño, porque no duerme bien.

¿Sabías que hay bebés que son más nerviosos y que algunos ambientes no les transmiten la calma que necesitan? Esa suele ser una razón por la que lloran sin consuelo.

Quizás en ese caso te convenga recurrir a alguna técnica musical o incluso sacarlo a dar un paseo en coche o al parque. El cambio de aire le servirá para reducir su ansiedad o estrés.

“Debes considerar que no todos los pequeños son iguales; además, ten en cuenta que los recién nacidos son de llorar más”

¡Mi bebé no para de llorar y no lo puedo calmar!

Este es un problema habitual, principalmente en los padres primerizos. Normalmente, ellos no saben de qué manera frenar el llanto de su hijo. Y por supuesto, esto los pone muy nerviosos.

Lo que tal vez no saben es que la intranquilidad se transmite al bebé; y quizás sea ese el motivo por el que todas las técnicas fallan.

Entonces, como primera medida, papá y mamá deben estar tranquilos. Pueden usar una técnica de meditación o respiración, salir un rato solos, beber una infusión de hierbas o dormir una siesta para calmar un poco sus nervios.

Una vez que recobren la calma, han de tomar al niño en brazos y pegarlo al pecho, para que sienta los latidos del corazón de su madre o padre. Algunos indican que hay que quitarse la camisa, para que el contacto sea piel con piel. Asimismo, los arrullos, las canciones y las caricias pueden ayudar bastante.

Otra opción es usar el método “The Hold” inventado por un médico en Estados Unidos, que calma el llanto en cuestión de segundos. Consiste en ‘sentar’ al bebé en una de tus manos en primer lugar.

Posteriormente, con la mano libre, coloca sus brazos como si le dieses un abrazo. Lo sujetas con la mano a la altura de su pecho y lo inclinas a 45°, con mucho cuidado de que su cabeza no se vaya demasiado para adelante.

Por último, lo balanceas hacia adelante y hacia atrás y realizas movimientos suaves de su cadera, siempre de forma circular. ¡Verás cómo se calma enseguida!

Si has dicho alguna vez “mi bebé no para de llorar”, te recomendamos esta técnica una vez que descartes algún problema de salud o de incomodidad del niño. El pediatra podrá ayudarte si eres primeriza y no sabes de qué manera calmar al pequeño. ¡No dudes en consultarle!


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