Cuando se es madre es probable que todo sea un motivo para sentirse culpable. Salir a pasear, tener tiempo para una misma, incluso estar sentada en el sofá más de dos minutos. ¡Y qué decir de ir al gimnasio! Muchas madres quieren hacer deporte después de tener a sus bebés para poder tonificar esas zonas que han quedado más descuidadas. El deporte solo debe comenzarse cuando el médico haya dado el visto bueno.
Hay madres que se levantan muy temprano en la mañana para hacer deporte, cuando los niños duermen. Pero en ocasiones, el agotamiento diario obliga a dormir todas las horas necesarias, porque dormir es igual de importante que hacer ejercicio para mantenerse saludable. El buen sueño es esencial para cuidar tu salud, tanto tu salud física como la mental.
Mejor es un puñado de descanso que un puñado doble de duro trabajo y esforzarse tras el viento
-Salomón, Rey de Israel-
Tiempo para hacer deporte
Sí, tienes que encontrar tiempo para ti y dedicarlo a lo que desees. Si quieres encontrar una hora para ti al día y dedicarlo a hacer deporte, simplemente, ¡hazlo! Una madre también necesita tiempo para ella misma sin que eso signifique tener demasiado sentimiento de culpabilidad. La culpa solo te hará sentirte mal contigo misma y eso es injusto para ti.
Si quieres cuidar a tu familia y que tus hijos estén bien, debes encontrar un rato para ti y no sentirte culpable por eso. Tus hijos necesitan a una madre feliz, que disfruta del tiempo de calidad que dedica a sus hijos, a su casa y también a ella misma. Porque además de madre también eres persona y tienes tus propios intereses que debes priorizar, aunque sea de vez en cuando.
Por esto mismo, si lo que quieres es sacar un ratito al día para ejercer tu cuerpo y hacer deporte, ¡hazlo! Te sentirás mucho mejor por fuera y también por dentro. Por si fuera poco, estarás dando un buen ejemplo de vida sana a tus hijos y lo más probable es que cuando crezcan, vean la importancia de cuidar la salud y hacer deporte, dejando a un lado la vida sedentaria.
La organización como clave
Si no quieres sentirte culpable la organización es la clave. Sin organización es posible que dejes a tus hijos sin estar bien atendidos y que entonces tengas sentimiento de culpabilidad y que por tanto, dejes a un lado el deporte que tanto deseas hacer. Pero esto solo te causará sentimientos de resentimiento y malestar contigo misma, por no hacer las cosas que realmente quieres hacer.
En cambio, si organizas bien tu vida te darás cuenta de que sí puedes conseguir mejores resultados a través de un calendario o agenda. Planifica el mejor momento del día en el que puedes hacer deporte, acorde a tus actividades diarias y a las de tu familia. Encuentra ese hueco que puede ser solo para ti y con el que podrás disfrutar del ejercicio y deporte que tanto quieres realizar.
Después, organiza tu agenda diaria acorde al momento que has encontrado para poder hacer deporte y mantenlo como una prioridad en tu vida. No vale que te dediques una semana a hacerlo y que a la siguiente lo dejes a un lado porque te sientes mal. Cuando sea una rutina más en tu vida, tu familia también se acostumbrará a que ese es tu tiempo y de nadie más.
Con la familia también es una opción
Si los horarios familiares son demasiado justos y crees que no tienes tiempo de ninguna de las maneras o no tienes forma de dejar a tus hijos bien atendidos, ya sea porque los abuelos viven lejos, porque tu pareja está fuera de casa muchas horas o porque pagar una canguro para ese rato de deporte te ocasiona un gasto que no te viene nada bien, también hay otras formas de conseguir este objetivo.
Puedes hacer el deporte en familia o incluso hacerlo en casa con tus hijos. Con creatividad y ganas se pueden conseguir grandes resultados y además, hacer el ejercicio en familia también estará potenciando buenos hábitos en tus pequeños.
Quizá no obtengas los resultados tan rápidos como si pudieras tener otras rutinas más estrictas de ejercicios, pero lo importante es dejar la vida sedentaria a un lado y que poco a poco, vayas incorporando el deporte a tu vida diaria.