¿Madres actuales han desacralizado la maternidad?

A lo largo de los años la visión de la maternidad ha cambiado mucho. Hoy en día ser madre no es una obligación, es una elección.
¿Madres actuales han desacralizado la maternidad?
Ana Couñago

Revisado y aprobado por la psicóloga Ana Couñago.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 05 febrero, 2020

Las madres actuales han desacralizado la maternidad. Pues, durante mucho tiempo, se creía que la maternidad era un estado sagrado, cuyas cualidades eran benditas y sus consecuencias un sacrificio indispensable. Esto se iba transmitiendo de generación en generación. Pero, por suerte, hoy en día muy poca gente tiene estos pensamientos.

Las madres se han desvinculado de esa atadura socialmente impuesta, que las obligaba a ser perfectas. De modo que, la maternidad no es un designio sino una opción y, por ende, un probable infortunio según la decisión que se tome. En este sentido, todavía se sopesa la idea de ver cómo la maternidad pierde sus atributos sagrados en manos de nuevas tendencias.

“La maternidad debe ser una elección, no una imposición.”

¿Madres actuales han desacralizado la maternidad?

El vínculo entre una madre y un hijo es lo más fuerte y maravilloso que se puede crear en esta vida, incluso muchas consideran que se trata de un estado sacro. Sin embargo, otros elementos atribuidos a la maternidad han estado cediendo en cuanto a predisposiciones actuales.

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Con el paso del tiempo han cambiado muchas cosas, la mentalidad de la población y su determinación por lo sagrado han sido de las primeras en modificarse. Además, hoy en día, las mujeres pueden dedicarse a otros asuntos, más allá de la crianza de los hijos.

Por tanto, el sacrificio ya no se contempla como una opción para las madres actuales. Cada vez más, no se trata de desear un embarazo, sino de soportarlo y asumirlo como una elección más que como una bendición.

Al respecto, no es preciso caer en el descrédito o juzgarnos unas a otras. Nadie niega la capacidad de amar de las madres, cosa que no se ha perdido nunca. Pero, ahora, las mujeres tienen muchas más opciones.

Así, durante todos estos años, han sido capaces de demostrar que existen nuevas libertades, que pueden esperar para ser madres, que pueden abortar, que pueden adoptar, que pueden conciliar la vida laboral y la familiar, etc.

No existen ataduras divinas

El rol de una madre no se encuentra expresamente ligado a los designios divinos. Las mujeres han conseguido reivindicar y transformar su posición dentro de la sociedad, desvinculándose de la idea tradicional de que la maternidad es sagrada, de que el fin último de estas es tener hijos.

Legal y científicamente, existen derechos universales para la mujer, lo cual la deja en libertad de elegir en muchos aspectos. Pese a que algunas culturas continúen sacralizando la maternidad, es un hecho que en gran parte del mundo ya no se trata de un oficio enviado por los cielos.

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Cada vez más madres sienten libertad de no ser “correctas” o leales a una función que se les ha impuesto. Al parecer, según las evidencias, la divinidad ha dejado de ser un ente que emite y ejecuta sentencias que sometan a la mujer a obligaciones que durante siglos mantuvieron.

Del mismo modo, especialistas, investigadores y opinión pública ha terminado por obviar posibles interpretaciones más allá de lo que la razón advierte a través de los sentidos. En otras palabras, la libertad y valentía de la mujer al tener dentro de sí a otro ser humano, así como su crianza, puede ser visto como un elemento sujeto a la decisión de cada una.

Sin embargo, aún existen factores que juzgan a las madres actuales por temer que hayan desacralizado la maternidad. Por ejemplo aquellas que han dejado a sus hijos en el abandono. Por su parte, los mismos inquisidores no parecen haber aceptado la necesidad de evitar los embarazos no deseados, el embarazo precoz o la planificación familiar en la pobreza.


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