Madre de bebé arcoíris llegó tras sufrir trece abortos

Conoce la emocionante historia de Ivy, la bebé que llegó para enamorar a sus padres luego de varios años de lucha,

El sueño más grande de toda pareja es poder recibir a ese bebé que llega a iluminar sus vidas. Sin embargo, muchas mujeres tienen dificultades médicas que les impide que sus embarazos finalicen con éxito.

Así le ocurrió a Laura y a Dave, una joven pareja que luchó incansablemente por cumplir el anhelo de ser padres. Pues, a pesar de que la mujer quedaba embarazada, siempre terminaba abortando de manera involuntaria.

A continuación, te compartimos todos los detalles de esta historia llena de resiliencia.

La historia de esta familia

El primer embarazo ocurrió en el año 2008, pero a las pocas semanas el bebé perdió la vida. Los tres embarazos siguientes tuvieron el mismo lamentable desenlace. En ese instante la pareja se alertó de que algo estaba mal y decidió acudir a una entidad de salud para que los especialistas determinaran lo que estaba pasando.

Allí los remitieron al departamento de fertilidad de la Unidad de Investigación Biomédica de Warwickshire y el Hospital Universitario de Coventry, pues era necesario realizarle varios exámenes detallados a la mujer.

Luego de finalizadas las evaluaciones médicas, los especialistas hallaron la causa del problema: Laura padecía del síndrome de plaqueta pegajosa y esto le impedía finalizar sus embarazos con éxito.

A continuación, le manifestaron a la mujer que con una buena ingesta de ácido fólico se podía controlar la afección. Pero a pesar de seguir el tratamiento indicado, los siguientes 9 embarazos tuvieron el mismo resultado fatídico.

Por esa razón, los médicos decidieron realizar análisis más exhaustivos para determinar si había otra condición de salud y así fue como encontraron que también portaba lesiones en sus placentas.

El nacimiento del bebé arcoíris

A pesar del segundo doloroso dictamen, la especialista Quenby le pidió a la pareja que no dejara de intentarlo, pues ella había podido ayudar a otras mujeres con el mismo diagnóstico.

De ese modo, Laura y Dave decidieron intentar por última vez bajo el seguimiento de esta especialista.

Fue así como en el embarazo número 14 se les cumplió el sueño de ser padres y en la semana 30 Laura rompió fuente y nació Ivy, la tan esperada bebé arcoíris.

No obstante, por el hecho de haber nacido de manera prematura, la bebé permaneció una semanas en una incubadora. Su peso era todavía muy bajo y tenía un riesgo elevado de desarrollar complicaciones en su salud.

Gracias al riguroso trabajo de los médicos durante 11 semanas completas, la bebé arcoíris logró recuperarse y volver a casa junto a sus padres. Y en ese instante, todos comenzaron a vivir la ilusión por la que tanto habían luchado.

Reflexión final

Esta historia pone en evidencia de que muchas mujeres que tienen dificultades para concebir pueden acabar con un bebé en sus brazos. Siempre y cuando cuenten con el acompañamiento necesario y el tratamiento apropiado a su condición.

Sin duda, estos sucesos son una gran inspiración para todas las mujeres valientes que desean ser madres y no lo logran. Pues, a veces, es necesario no perder la ilusión y seguir intentando.