Los miomas uterinos y la infertilidad

Si una mujer embarazada o en edad fértil detecta ciertos síntomas o malestares, lo mejor es realizar estudios pronto. Puede tratarse de un caso de miomas uterinos, cuya detección temprana es de vital importancia.
Los miomas uterinos y la infertilidad

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 08 abril, 2019

Una de las tantas complicaciones que puede sufrir el aparato reproductivo de la mujer son los miomas uterinos. Si bien se trata de una afección benigna, puede provocar consecuencias negativas. La relación entre miomas uterinos y la infertilidad hace que sea prioridad tomar precauciones, hacer estudios y evitar cualquier complicación antes, durante o después del embarazo.

¿Qué es un mioma uterino?

Los miomas uterinos son tumores benignos formados por tejido muscular que se desarrollan en el útero de la mujer. Es una afección bastante común: se da en una de cada cinco mujeres en su etapa fértil.

Justamente en este momento es cuando se puede producir alguno de los efectos de la relación entre los miomas uterinos y la infertilidad.

Causas

Aunque no se conoce exactamente qué los provoca, se considera que los miomas pueden encontrar su razón de ser en alguna de estas dos circunstancias:

  • Genética: pueden transmitirse de una madre a su hija mediante los genes.
  • Hormonas: este factor se desarrolla y depende exclusivamente de cada organismo. Los estrógenos contribuyen a su expansión; es por eso que muchos no se perciben hasta pasado el embarazo, etapa en la que abunda la progesterona.

“Los miomas uterinos se dan en una de cada cinco mujeres en su etapa fértil”

¿Dónde pueden ocasionarse los miomas?

Los miomas uterinos, como su nombre lo indica, se desarrollan en el útero de la mujer. No obstante, puede crecer en diferentes zonas:

  • En la pared muscular.
  • Debajo de la superficie del revestimiento uterino.
  • Bajo la cubierta externa del útero.
  • En un tallo o pedúnculo largo en la parte externa del útero.
  • Dentro de la cavidad del útero.

De esto se desprenden los tres tipos de miomas que los especialistas reconocen: los subserosos (se dan fuera del útero); los intramurales (ocurren dentro de la pared del útero); y los submucosos (en la cavidad del útero).

El dolor abdominal puede ser un síntomas de los miomas uterinos.

 

¿Cómo reconocerlos?

Los miomas suelen ir acompañados de algunos de los siguientes síntomas:

  • Sangrado excesivo en la menstruación, que también puede ser más larga.
  • Puede haber sangrado entre periodos; incluso podrían presentarse coágulos.
  • Dolor abdominal e hinchazón en esa zona.
  • Aumento de peso.
  • Retorcijones pélvicos o sensación constante de estar llena.
  • Complicaciones durante el embarazo o el parto.
  • Dolor al tener relaciones sexuales.
  • Micción con mayor frecuencia que la habitual.

No siempre son fáciles de detectar los fibromas, sobre todo en las mujeres que padecen obesidad. Se puede diagnosticar a través de ecografías, resonancias magnéticas, histeroscopías, histeroecografías o biopsias endometriales.

Relación entre los miomas uterinos y la infertilidad

En ciertas ocasiones, los miomas pueden ser causantes de la infertilidad de la mujer que los padece. Esto ocurre cuando los síntomas son demasiado intensos o cuando su tamaño es grande. La mejor alternativa en estas situaciones es proceder a extraerlos lo antes posible.

El factor fundamental para saber si los miomas uterinos afectan a la fertilidad de la mujer es evaluar su tamaño, cantidad y ubicación. De no haber complicaciones graves, una miomectomía permitiría proseguir con el embarazo o conservar la fertilidad de la mujer.

Durante el embarazo, la mayor irrigación sanguínea y los aumentos en los niveles hormonales pueden causar que los fibromas aumenten su tamaño; así, sus riesgos se potencian. Aquí reside el eje de la relación entre miomas uterinos y la infertilidad.

Más allá de los problemas uterinos, otras complicaciones causadas por los miomas que pueden afectar el desarrollo de un embarazo son:

  • Anemia: debido al abundante sangrado, puede haber una deficiencia de glóbulos rojos que la genere.
  • Partos prematuros: el útero se encuentra bajo condiciones anómalas, que incluso le quitan espacio. Esto puede adelantar el momento de dar a luz.
  • Cesárea: se volverá necesaria en los casos en los que los fibromas obstruyan el canal de parto o coloquen al bebé en una posición incómoda.
  • Sangrado tras el parto: esto puede conducir a hemorragias postparto, con los peligros que esta conlleva.

“Durante el embarazo, la mayor irrigación sanguínea y los aumentos en los niveles hormonales pueden causar que los fibromas aumenten su tamaño”

¿Es posible solucionarlo?

El tratamiento más común para esta afección es la cirugía. Existen dos tipos: la miomectomía, que consiste en la extracción de los fibromas (tumores) sin afectar el útero; o la histerectomía, en la que sí se extirpa el útero de manera parcial o total.

En cuanto a los medicamentos, en España se aprobó en 2013 el uso del acetato de ulipristal. Sus efectos alivian el dolor y disminuyen el sangrado. Además, casi el 70% de los tumores se logran reducir en casi un cuarto de su tamaño, con lo que se evita la cirugía para gran cantidad de mujeres.

Los miomas uterinos y la infertilidad están relacionados: pueden producirse problemas para concebir o durante el embarazo.

Por otro lado, las pastillas anticonceptivas pueden ayudar a controlar el flujo abundante de sangre en los periodos. También se pueden utilizar dispositivos intrauterinos para que segreguen hormonas que reduzcan el sangrado y no produzcan una relación entre miomas uterinos y la infertilidad.

Asimismo, se aplica ácido tranexámico, suplementos de hierro, analgésicos e inyecciones de hormonoterapia (por breves lapsos de tiempo).

Solamente el 0,5% de los miomas uterinos son capaces de producir cáncer. En estos casos, los sarcomas, que son las células cancerígenas, se producen en los músculos, la grasa, los huesos y el tejido fibroso.

Debido a las complicaciones que pueden desprenderse de los fibromas, lo mejor es prevenir, como en todos los casos en los que la salud está en juego. Sobre todo, cuando se trata de mujeres en edad fértil: a tomar los recaudos apropiados.


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  • F. Fábregues, J. Peñarrubia. Mioma Uterino. Manifestaciones clínicas y posibilidades actuales de tratamiento conservador. Medicina Integral. Vol. 40. Núm. 5. Septiembre 2002. 183-234.

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