Lactoferrina: férrea protección para tu bebé
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La lactoferrina es una de las proteínas más abundante en la leche materna. Esto es debido a una buena razón: actúa en diferentes frentes que contribuyen en la inmunidad del bebé. Así, previene la infección, media el metabolismo del hierro, tiene propiedades antiinflamatorias y es un antioxidante.
Imaginemos que la leche materna es como un ejército. El fluido contiene una variedad de luchadores especialmente entrenados en diferentes estrategias para matar gérmenes.
Algunos componentes, como un cuerpo de ingenieros del ejército, construyen la infraestructura, promoviendo la maduración del tejido intestinal. En este contexto, la lactoferrina estaría calificada como uno de los generales del ejército de la leche materna. Hoy hablaremos de esta multifacética proteína.
¿Por qué el hierro es importante?
El hierro es un elemento vital, no solo para los mamíferos, sino también para las bacterias. Así, el hierro es clave en procesos tan importantes como el transporte de oxígeno, la fijación de nitrógeno y otros sistemas de reacción enzimática. En la leche, el hierro no viaja libre, sino acoplado a la lactoferrina.
Es importante resaltar que el hierro contenido en la leche materna tiene una alta biodisponibilidad, es decir, que se absorbe en una alta proporción. Esto obedece a varios factores como, por ejemplo, la mayor acidez del tracto gastrointestinal del bebé y la presencia de niveles apropiados de zinc y cobre.
Además, el hierro cuenta con un aliado especial: la lactoferrina. El sistema funciona del siguiente modo: las células intestinales poseen en su superficie receptores específicos para la lactoferrina, solamente cuando ocurre el acoplamiento lactoferrina-receptor se libera el hierro en el interior de la célula.
Gracias a esta proteína, el bebé absorbe el hierro contenido en la leche humana en un 70 %. En contraste, si ingiere lactoferrina de la leche de vaca, absorbe solamente un 30 %.
La retención de hierro como defensa contra la infección
El papel más conocido de la lactoferrina en la defensa del lactante es como agente bacteriostático. Dado que muchas bacterias necesitan hierro para proliferar, la lactoferrina compite con ellas. Es decir, inhibe la proliferación de bacterias a través de sus propiedades de secuestro de hierro.
Cabe señalar que, en la leche, la lactoferrina puede encontrarse saturada con hierro (con dos moléculas de hierro). También, puede portar una molécula de hierro o ninguna. Se estima que solo el 6-8 % de la lactoferrina de la leche está saturada de hierro. Así, al haber tanta lactoferrina ‘libre de hierro’, se favorece que una buena proporción de esta proteína ejerza el citado secuestro.
La lactoferrina puede matar variedad de microbios
Reportes científicos han demostrado que la lactoferrina puede interactuar directamente con la superficie de las bacterias patógenas, aumentar la permeabilidad de la membrana bacteriana y provocar su muerte. Adicionalmente, se ha reportado que péptidos derivados de lactoferrina (fragmentos de la proteína) pueden ejercer un efecto antiviral y antifúngicas.
En concordancia con este efecto antimicrobiano, diversos ensayos clínicos han demostrado que la lactoferrina previene la diarrea, la sepsis neonatal y enterocolitis necrotizante en neonatos prematuros.
También actúa sobre la maduración del tejido intestinal del bebé
Es importante recordar que, al momento del nacimiento, el sistema gastrointestinal del bebé es inmaduro. Le llevará unos doce meses completar la totalidad de funciones de estos órganos. Se conoce que la lactoferrina, al determinar la disponibilidad de hierro, puede afectar la maduración del tejido.
La lactoferrina puede ejercer un efecto antiiflamatorio
Por si fuera poco, esta proteína tiene un papel extendido en el mecanismo de defensa del cuerpo a través de sus acciones inmunomoduladoras.
Uno de los rasgos de esta proteína es que tiene una superficie cargada positivamente. Gracias a ella, se favorece su interacción con la superficie de las células inmunes. Esta interacción puede desencadenar vías de señalización que conducen a respuestas antiinflamatorias.
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