La orientación vocacional para niños pretende conseguir que ellos se expresen libremente sobre aquellas actividades y experiencias que más les gustan y los hace felices. Es decir, la orientación se trata de un proceso que identifica indicadores vocacionales en función de las elecciones que hacen los niños, los juegos a los que juegan y las formas de relacionarse con los demás.
Ahora bien, para comprender de qué se trata la orientación vocacional para niños, debemos conocer antes el concepto de orientación vocacional.
¿Qué es la orientación vocacional?
Tanto por demandas familiares, prejuicios culturales, miedos, o por simple desconocimiento, muchos de nosotros no nos hemos atrevido a elegir el camino profesional o laboral acorde con nuestros verdaderos gustos. Es por ello que hemos terminado estudiando una carrera o ejerciendo una profesión que nada tiene que ver con lo que realmente nos hubiese gustado hacer.
Precisamente, la orientación vocacional es un proceso a través del cual se puede ayudar a una persona a definir su elección profesional. Es decir, permite explorar e identificar creencias, percepciones, emociones, pensamientos y actividades que manifiestan y realizan los jóvenes.
La orientación profesional sirve para asesor sobre carreras universitarias y profesiones, para proporcionar información sobre el mercado laboral y las competencias necesarias. Ayuda, además, a evidenciar intereses propios, y la correspondencia entre habilidades destacadas y habilidades requeridas para un campo laboral o profesional concreto.
La importancia del juego en la orientación vocacional de los niños
Cuando se trata de los niños, la orientación vocacional no trata de determinar o condicionar cuál sería el futuro profesional o laboral de los pequeños, sino que se constituye en una herramienta para poder ayudarlos a expresar sus motivaciones. Esto es así porque la orientación proporciona posibilidades y opciones de actividades y juegos para que los niños puedan mostrar sus inclinaciones.
Para la orientación vocacional, el juego de los niños y su observación es la principal herramienta para poder descubrir cuáles son sus intereses. En consecuencia, la elección del tipo y las características de los juguetes, cómo los usan y juegan con ellos se constituyen en importantes indicadores que contribuyen a la orientación vocacional desde edades tempranas.
Hay niños que optan por juegos más físicos y relacionados con los deportes, y otros que prefieren juegos de mesa y lógicos. Niños que ordenan, clasifican y guardan juguetes y objetos, y otros que los rompen y los investigan. Además, hay niños que prefieren juegos como la construcción con fichas, bloques o plastilinas, y otros que optan por los juegos simbólicos e imitan situaciones de la vida cotidiana.
En los juegos que los niños eligen podemos distinguir sus gustos y sus habilidades, y podemos, además, observar cómo se relacionan con los demás. Igualmente, algunos niños prefieren jugar solos y otros acompañados, y para muchos es más divertido inventar juegos o jugar con objetos simples y cotidianos. Por esto mismo, un trapo, un cartón, una caja o un cubo son los juguetes preferidos de los niños antes que otros más sofisticados.
Los rincones de actividad como herramienta para la orientación vocacional en niños
Son espacios organizados dentro del aula donde los niños, en pequeños grupos, realizan simultáneamente distintas actividades de aprendizaje. Es decir, se trata de una metodología basada en la libertad de elección, en el descubrimiento y en la investigación.
Según las edades de los niños que forman la clase, pueden existir distintos rincones con objetivos educativos específicos y juegos y actividades concretas, con sus respectivos materiales, objetos y juguetes.
Es importante que dentro del aula se planifiquen, organicen y desarrollen, de forma controlada, rincones de actividades. Estos rincones permiten que sean mayores las posibilidades de expresión cognitiva, motora, sensitiva y expresiva que pueden experimentar los niños. Y porque, así, son mayores también las posibilidades de ir descubriendo cuales son sus preferencias y destrezas, en tanto indicadores de orientación vocacional.
Dentro de una clase se pueden desarrollar rincones de:
- Construcción (bloques, tetris).
- Juegos simbólicos (cocina, mamá y papá, taller de coches, peluquería, médicos, bomberos, disfraces, etc.).
- Actividades plásticas (plastilinas, acuarelas, temperas, lápices, etc.).
- Actividades musicales y bailes (instrumentos reales y objetos para simularlos).
- De lecto-escritura y cuentos.
- Juegos de mesa y lógicos, y con el ordenador.
- Desarrollo motriz (juegos que involucren el movimiento del cuerpo).
- De la naturaleza (actividades con elementos propios de la naturaleza y el medio ambiente, agua, tierra, huerto, animales, etc.).
- De los inventores (para la actividad libre y espontánea para que los niños creen e inventen juegos y objetos. Se pueden proporcionar materiales usados y para reciclar, como ropa vieja, cartones, plásticos, ruedas y neumáticos.
Consideraciones finales
Desde la primera infancia es importante ir descubriendo y conociendo las elecciones de los niños, permitiendo y ofreciéndoles la posibilidad de expresión de sus orientaciones y opciones vocacionales.
La orientación vocacional para niños no pretende encontrar una correspondencia exacta entre una afición y una profesión. Es decir, si bien puede suceder, no se trata de afirmar que un niño será enfermero porque le gusta curar a sus muñecos, o que una niña será futbolista porque le gusta practicar ese deporte. De lo que se trata es de dejar que los niños exterioricen sus preferencias y emociones.
La orientación vocacional para niños tiene como finalidad que ellos expresen sus gustos y se diviertan, y que los adultos puedan conocer cuáles son las destrezas que los niños poseen para potenciarlas y trabajar con ellas. Contribuyendo, así, con el desarrollo global de los niños y con la construcción libre de su personalidad.
Bibliografía
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- Galilea, V. (2001). Orientación vocacional. Recuperado de http://www.sie.es/crl/archivo_pdf/ORIENTACION%20VOCACIONAL.pdf
- Bedoya, A. G. (2013). Orientación vocacional para niños. Imágenes infancia. Vol. 12. Múmero 2. pp. 112-115.