Ser madre es, sin duda, una de las experiencias más gratas y enriquecedoras de nuestra existencia como mujeres. Es dar a luz a un nuevo ser, descubrirte y revelar una nueva forma de amar, más profunda y diferente. Por eso, la importancia de vivir una maternidad responsable.
¿Qué es la maternidad responsable?
La maternidad responsable implica asumir la tarea de contribuir al desarrollo integral de los hijos ofreciéndoles las mejores circunstancias para su crecimiento. Esta responsabilidad inicia durante la preconcepción y se mantiene durante toda la vida, teniendo como manifestaciones las siguientes prácticas:
- Asegurarse de que la maternidad sea deseada y no derive de presiones sociales.
- Escoger el momento adecuado para ser madre, a fin de poder ofrecerle al niño una buena situación económica y emocional.
- Reconocer y respetar los derechos de la infancia y tenerlos presentes durante la crianza.
- Fomentar el desarrollo integral del niño como individuo, permitiendo y ayudando a que alcance su potencial en todas las áreas.
- Cuidar de una misma y de la pareja a fin de que el ambiente familiar sea lo más beneficioso posible.
- En suma, se trata de comprender la responsabilidad que se asume al traer una vida a este mundo.
Las diferencias entre ejercer una maternidad responsable y no hacerlo son inmensas. Y es que en este primer caso se asume el rol de madre con libertad y vocación, con conciencia de lo que supone; así, se reduce drásticamente el riesgo de violencia intrafamiliar, abandono o negligencia así como las consecuencias que una pobre crianza puede tener para el niño.
La maternidad responsable ofrece al infante un entorno de amor y cuidados que acompaña su crecimiento colocándole en una ventajosa situación de vida.
Responsabilidad desde la concepción
Esta etapa inicia justo en el momento cuando descubrimos que una criatura crece dentro de nosotras. Cuando comienza un nuevo camino hacia el cuidado propio: de esta manera lograremos brindarle a nuestro pequeño el mejor desarrollo posible dentro de nuestro vientre.
Desde ese instante, tus pensamientos y acciones deben estar orientados a ofrecerte bienestar en todos los aspectos de tu vida. Bienestar significa ahora elegir lo que te hará bien, tanto mental, física y emocionalmente.
“Cuidar de mí, es cuidar de ti”, es un lema perfecto para adoptar durante tu embarazo. ¿Qué bebé quisiera crecer dentro del vientre de una madre estresada, enojada, que se alimenta mal?
Estar embarazada es asumir una gran responsabilidad. Es ser consciente de que una nueva vida se está gestando dentro de ti, ese ser se alimenta y nutre de ti. Tú eres ahora su fuente de salud y amor, por lo que cuidarte es tu principal tarea durante este proceso.
¡Calma! Esto no tiene por qué ser sinónimo de “dificultad”. Piensa en lo maravilloso que es elegir las acciones que cooperarán con tu bienestar y el de tu pequeñito. Desde este momento inicia el ejercicio de una maternidad responsable, al velar por su buen estado físico y emocional.
Atendiéndote e implementando nuevos hábitos saludables a tu vida, como buena alimentación, ejercicio, tiempo de recreación, descanso, control médico y actividades que estimulen tu felicidad durante esos nueve meses, estarás haciendo gran parte del trabajo para que tu retoño nazca lleno de vitalidad y buena energía.
Iniciándonos en la maternidad
Una vez que esa lucecita brillante en tu vientre se encuentra con el mundo exterior, damos inicio a una nueva fase durante nuestra experiencia como mamás. Ya lo tenemos en los brazos, y es tan pequeño y delicado que merece todo el cuidado y protección posible.
Cuidar lo que comes es una de tus responsabilidades principales durante los primeros meses de tu pequeño. Su alimentación proviene de tu leche, por lo que mientras más sana estés, mejor nutrido estará él.
Ser madre es una responsabilidad que dura para siempre, disfruta el proceso, cree en tus instintos que no te fallarán. Al final del camino verás que siempre fuiste una gran mamá
A medida que pasen los meses, querrá introducirse objetos a la boca, gatear y jugar, por lo que es necesaria la limpieza en casa. Una casa aseada le brindará libertad para desplazarse sin que te preocupes de que juegue o no en ese rincón. Tu bebé es ahora el centro de tu atención, por lo que debes asegurarte de ofrecerle lo mejor.
Creciendo con tu bebé
El tiempo pasa rápido y, en un abrir y cerrar de ojos, tu pequeño ya no es tan pequeño y ya habla, camina, corre y te llevas unos cuantos sustos.
Es aquí donde volvemos al punto inicial… “Cuidar de mí, es cuidar de ti”. En la faena, podemos perder los estribos -es valido, somos seres humanos-. No obstante, piensa ahora en lo lindo que es que tu pequeño te vea serena, saludable y feliz durante su crecimiento. Tú eres su ejemplo.
Desde que iniciaste esta trasformación ya habrás aprendido a atender tus necesidades básicas, realizar actividades que te gusten, y así evitarás gritarle al niño innecesariamente después de un largo día de trabajo.
Amor y comunicación para una maternidad responsable
Tu pequeño tiene ante él todo un nuevo mundo por descubrir. Recuerda siempre el valor de la comunicación durante su crecimiento. Háblale con amor y dale siempre una explicación de por qué consideras que lo que hizo o está a punto de hacer, está mal o no debe hacerlo. No se valen los gritos, ni los golpes.
Permite que te tenga confianza y se desenvuelva libremente frente a ti, no le pasará nada porque juegue en la tierra un rato o quiera agarrar a ese perrito.
La responsabilidad de ser madre dura para siempre. Con el pasar de los años, lo verás grande, tomando sus decisiones, siempre contando con tu apoyo y confianza. En ese momento, reconocerás que eras ya una gran madre desde que iniciaste este viaje.
Es durante la infancia que creamos los futuros adultos felices. Haz que tu pequeño sea uno de ellos al practicar una maternidad responsable.
Bibliografía
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- Cucurella, M. B. (2016). Maternidad responsable: autonomía personal y reconocimiento de deberes. In Bioética de la maternidad: humanización, comunicación y entorno sanitario(pp. 59-70). Edicions de la Universitat de Barcelona.
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- Gómez Gómez, F. (2007). El buen padre: modelo paterno y maternidad responsable. Cimientos: Boletín del APA del Colegio Cristo Rey de Madrid, (30), 13-14. https://eprints.ucm.es/5611/