Algunos niños presentan dificultades para escribir bien. Si tu hijo está pasando por este problema, te invitamos a que conozcas un poco más sobre la disgrafía infantil.
La disgrafía es un trastorno que causa dificultades para el aprendizaje correcto de la escritura. Desafortunadamente, muchas personas confunden este problema con el desinterés del niño por aprender o la pereza, juzgándoles por muchísimo tiempo y dejando a un lado una solución que les ayude a superar este inconveniente.
En este sentido, si ves que tu chiquitín tiene algún problema para desarrollar esta destreza, evalúa la situación, antes de emitir una opinión. Trata de preguntarle qué le pasa cuando intenta escribir o si siente miedo de hacerlo mal, para ir descartando posibilidades que le causen un obstáculo en este proceso.
Hasta ahora, no se conoce con exactitud el origen de la disgrafía
Para muchos chiquitines que presentan esta condición, el hecho de sostener un lápiz y plasmar algunas letras sobre un papel representa un momento complejo. Por lo general, la escritura de estos pequeñitos es muy desordenada; luchan con acciones sencillas como deletrear, tener buena ortografía o escribir sus ideas.
La mayoría de los especialistas prefiere utilizar la frase “impedimento en la expresión escrita”, para referirse a este inconveniente, bajo la una categoría de trastorno de aprendizaje. Sin embargo, el término disgrafía se utiliza en la cotidianidad para simplificar su reconocimiento y su pronunciación.
¿La disgrafía infantil es común?
Por lo general, no es un problema tan frecuente, aunque los síntomas no son raros en los chiquitines que están empezando con estas lecciones. Poco a poco, el aprendiz de la escritura debe ir mejorando en estos aspectos, pero si continúa demostrando una incapacidad para hacerlo con facilidad, no es una exageración pedir ayuda a los profesionales.
Hasta ahora, los expertos no conocen a ciencia cierta qué ocasiona la disgrafía infantil, ni otras dificultades de la expresión escrita. Antes de empezar con este proceso, el cerebro almacena información constantemente a corto y a largo plazo, las organiza y las almacena según su prioridad.
Pero, cuando un retoñito presenta este trastorno, se cree que puede ocurrir cualquiera de estas situaciones:
- Problemas para organizar los datos en la memoria.
- Inconvenientes para plasmar las palabras, bien sea en una hoja, o bien sea en un teclado.
Esto da como resultado unos escritos que son difíciles de entender, incoherentes y lleno de errores. Y lo más grave: redactan frases que no guardan relación con lo que acaba de estudiar o de lo que ya tienen conocimientos.
La memoria funcional juega un papel importante en la escritura, porque le ayuda con la codificación ortográfica. Esta es una habilidad que hace referencia a sus probabilidades de almacenar palabras que no son familiares a su vocabulario.
Síntomas de la disgrafía
Un chiquitín podría presentar este trastorno si se retrasa en el aprendizaje respecto a sus compañeros y tiene las siguientes dificultades:
- Visuales espaciales: no distingue formas, espacios entre letras, problemas para organizar las palabras de izquierda a derecha, inconvenientes para dibujar y leer mapas, lentitud para copiar textos.
- Motoras finas: nos sostiene bien el lápiz, no sabe recortar, no realiza trazos firmes, adopta posiciones raras para escribir.
- Procesamiento del lenguaje: le cuesta escribir ideas en el papel, no entiende la regla de los juegos e incoherencia al hablar.
- Escritura a mano y deletreo: no reconoce palabras mal escritas, mezcla diferentes tipos de letras, no es capaz de leer lo que él escribe, borra en exceso, se cansa rápidamente, calambres en la mano.
- Uso de palabras y gramática: no entiende la puntuación, mezcla tiempos verbales, escribe oraciones largas o incompletas, uso excesivo de las comas.
- Organización del lenguaje: incapacidad para narrar historias, no recuerda detalles importantes, utiliza descripciones vagas, solo al hablar puede explicarse bien.
¿Cómo superarla?
No existe ningún tipo de medicación que ayude a curar este trastorno, por lo que hay que realizar una serie de adaptaciones para ayudar al niño a superar estos obstáculos. Usar dispositivos electrónicos para grabar información, en vez de escribirlas, es una buena idea.
Los expertos prefieren referirse a la disgrafía con la frase impedimento en la expresión escrita
También vale la pena intentar la redacción de textos menos complejos y de menor extensión para estimularlo. Asimismo, es bueno asistir a algunas terapias para fortalecer los músculos de las manos y la coordinación mano-ojo.
Mami y papi necesitarán un poco más de paciencia en estos casos. Con amor, podrán encaminar al niño en su formación y juntos aprenderán a superar esta barrera.
Bibliografía
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