6 juegos y actividades para enseñar a los niños a ser más pacientes

Paciencia, calma, tranquilidad y concentración son las caras de una misma moneda. Y todas ellas son habilidades necesarias para desarrollar el equilibrio emocional. Te enseñamos a fomentarlas en casa con juegos divertidos.
6 juegos y actividades para enseñar a los niños a ser más pacientes

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 julio, 2022

En estos tiempos de inmediatez y de prisas, los juegos y las actividades para enseñar a los niños a ser más pacientes son herramientas geniales para llevar adelante el día a día. Incluso, para inculcarles un hábito de vida con mayor calma y tranquilidad, que les permita alcanzar el bienestar.

Según la Real Academia Española (RAE), la paciencia se define de la siguiente manera:

“Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho”.

Sabemos que para los niños es difícil gestionar los tiempos de espera y mantener la calma cuando sus necesidades no pueden ser satisfechas de inmediato. Por eso, hoy te traemos unas cuantas ideas para ejercitar la paciencia de tus hijos de manera sencilla y eficaz. ¡Verás qué rápido cambian la ansiedad por la calma!

Aprender a esperar: juegos y actividades adecuadas para fomentar este aprendizaje

El mejor consejo que podemos acercarte es que tengas “¡paciencia para enseñar paciencia!” Recuerda que, como adultos, debemos dar el ejemplo de comportamiento para que los niños vean que es posible poner en práctica esta bella virtud.

5 fábulas cortas para niños.
La fábula de la tortuga y la liebre es una analogía perfecta sobre los beneficios de la paciencia y de la perseverancia para lograr el éxito.

1. Historias de animales con paciencia

A los niños les encantan las historias y los animales, así que provecha estos dos recursos para explicarles que en la naturaleza existen muchas especies que requieren trabajar con paciencia para sobrevivir. Te damos algunos ejemplos concretos:

  • Las arañas tejen pacientemente sus telarañas para poder atrapar insectos y alimentarse.
  • Los caracoles se encierran en sus caparazones cuando las condiciones del aire no son las apropiadas y allí esperan con paciencia hasta que el ambiente se torne más húmedo.
  • Los osos hibernan largas temporadas para sobrevivir a las bajas temperaturas y si no tuvieran la paciencia para hacerlo, morirían congelados.
  • Las hormigas tardan muchísimo tiempo en construir sus hormigueros, pues deben recorrer con paciencia los senderos durante horas para llevar las hojas y palitos necesarios para construir su casita.

2. Puzles: un juego tradicional para enseñar la paciencia

Armar puzles (o rompecabezas) es un juego muy efectivo para que los niños aprendan a ser pacientes.

Hay puzles para todas las edades, que varían su complejidad según el número de piezas y el tipo de figuras. En general, puedes usarlos con niños desde los 3 años hasta la adolescencia.

Además de fomentar la paciencia de los pequeños, este juego les enseña a concentrarse, a trabajar con tranquilidad y a planificar para alcanzar sus metas.

3. Papiroflexia: una manualidad que requiere mucha paciencia

La técnica de doblar el papel para crear figuras es muy antigua, pero siempre está vigente por su fácil (y divertida) ejecución.

Aparte de aprender a ser pacientes y a concentrarse, a través de esta actividad los niños desarrollan su motricidad fina y entrenan las destrezas de las manos.

4. Jugar al Jenga en familia

Si quieres tener una tarde super divertida en familia, ¡organiza una partida de Jenga con los niños!

El tradicional juego con bloques de madera requiere de mucha concentración, un pulso bien firme y toneladas de paciencia.

5. Carreras de huevos

Un juego clásico que puedes hacer en casa, es divertido y muy adecuado para que los niños aprendan a ser pacientes.

El proceso es sencillo:

  1. Establece un recorrido con una salida y una meta.
  2. Entrega una cuchara grande a cada participante.
  3. Coloca un huevo cocido en cada una de ellas.
  4. Los niños deben realizar el recorrido sin que el huevo se les caiga de la cuchara.
  5. ¡Gana el que llega primero con el huevo sano en el utensilio!

6. Dibujar y pintar

En general, cualquier actividad vinculada al arte es eficaz para enseñar paciencia a los niños. Desde que pueden tomar un lápiz con sus manos para dibujar y pintar, los pequeños son capaces de concentrarse de una forma inusual en estas tareas.

Las horas que pasan con sus colores, sus personajes, las mandalas o los dibujos que sean, son momento de mucho aprendizaje. Con el dibujo y la pintura los niños desarrollan la paciencia, la concentración, entrenan sus destrezas manuales y comienzan a apreciar el concepto de belleza.

Niño pintando.
El dibujo y la pintura son actividades excelentes para fomentar la paciencia, la concentración, la planificación y la creatividad de los pequeños.

Beneficios de las actividades para enseñar a los niños a ser más pacientes

La paciencia se aprende y según Idelfonso Mendez, profesor de la Universidad de Murcia y co-creador del proyecto Educar para ser, esta virtud es parte de las habilidades de autorregulación que debemos aprender desde niños.

La autorregulación es un proceso natural relacionado con la esfera social del ser humano, que hacía que la convivencia en las tribus pudiera ser ordenada. Hoy la forma de vida ha cambiado y esa capacidad en los niños se ha perdido. Ya que, al tener familias pequeñas, no requieren esperar un turno para comer o para hacer alguna tarea.

Por ende, enseñar a los niños a ejercitar la paciencia se traduce en los siguientes aprendizajes:

  • Gestión de la espera.
  • Control de los impulsos.
  • Aceptación de los turnos.
  • Habilidades de planificación y de gestión del tiempo.
  • Control de la incertidumbre.
  • Tolerancia a la frustración.
  • Desarrollo de la atención sostenida.
  • Noción del esfuerzo que implica alcanzar una meta (cultivan la perseverancia y desarrollan la resiliencia).
  • Fomento del respeto y de la responsabilidad como valores esenciales para la convivencia.

En definitiva, estos juegos y actividades para enseñar a los niños a ser más pacientes impactan positivamente sobre las relaciones interpersonales de los pequeños y esto se traduce en un mayor equilibrio emocional y bienestar.

La paciencia es el valor de saber esperar. Enseñar paciencia a los niños los ayudará a ser más felices y a disfrutar no solo de un logro, sino de todo el proceso que hay que hacer para llegar a él.


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