¿Por qué es importante poner límites a nuestros hijos?

Poner límites no consiste en imponer o subyugar. Se trata de dialogar, consensuar y explicar.
¿Por qué es importante poner límites a nuestros hijos?
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 abril, 2020

¿Por qué es importante poner límites a nuestros hijos?, te preguntas. Hay muchos porqués, pero uno de los más relevantes es porque aprenderá a ser libre y feliz sin hacerse daño a sí mismo ni a los demás. El secreto para que tu hijo logre ejercer su libertad de manera consciente, radica en educarlo con respeto y en establecer acuerdos con él, para que las normas no sean impuestas sino consensuadas.

Nacemos libres, todos lo somos. Pero ejercer nuestra libertad implica, ineludiblemente, respetar las libertades de los otros. Este es el límite que hemos de tener muy claro en nuestra mente y hemos de intentar transmitir a los niños. Tus deseos, o tus actos, por más libre que seas de realizarlos, no deben perjudicar a nadie.

¿Cómo poner límites?

Consecuencias naturales

Una de las primeras cosas que debemos enseñarles a los niños es a ser consciente de que todas sus conductas, traen consecuencias. Cuando tu hijo aprenda a ver el mundo y sus actos de manera integral, será cauteloso. Pensará dos veces antes de actuar y respetará la libertad de los seres que lo rodean.

madre hablando sobre comportamiento con su hijo

Crianza democrática

La mayoría de nosotros aprendimos a dejar de hacer o decir ciertas cosas simplemente porque nos decían que no. De niño no sabías por qué no podías hacer tal o cual cosa, aunque la desearas, únicamente obedecías. Es muy positivo que tengas en cuenta que establecer límites no significa arrebatarle la libertad a tu hijo. Que estos pueden establecerse desde la consideración y el respeto a su libertad.

Lo ideal es que el niño se desenvuelva con un genuino deseo de cooperar. Algo que se logra sin imponer reglas, sin amenazar al niño, sin castigarlo, sin chantajearlo… El objetivo es que aprenda a “autorregularse”, a comportarse correctamente sin necesidad de vigilancia constante.

La idea es que se convierta en guardián de sí mismo, que oriente su vida a partir de la ética y de los valores que ha decidido conscientemente incorporar en su bagaje emocional”, apunta Casilda Rodrigáñez Bustos, autora de varios ensayos sobre el parto y la maternidad.

madre-hija-hablando

¿Y cómo logro esto?, te preguntarás de nuevo. El escritor Françoise Dolto, da algunas pautas en su libro La cause des enfants. El autor analiza que el problema existente en la falta de entendimiento entre los padres y los hijos radica en el trato que existe entre ellos. El cual, habitualmente, consiste en madres y padres dando órdenes a los menores sobre todos los aspectos de su vida.

Esta actitud refleja el modo en que los adultos subestimamos las capacidades de los niños. Y, para dejar de cometer este error, es preciso ser consciente de que cuando solo dices que no, estás cortando sus alas. El infante no está entendiendo de manera activa por qué no debe hacer una cosa u otra.

La salida está en darle a conocer al niño las normas y las consecuencias de los actos. Así, en lugar de decirle ¡no! cuando va a meter el dedo en el enchufe, es mejor contarle por qué es peligroso hacerlo. Trata de explicárselo a su nivel, ¡te entenderá!.

Poner límites desde la confianza mutua

Aunque nos parezca que una criatura no entiende, lo hace. Al menos mucho más de lo que nos creemos. Y lo cierto es que casi siempre subestimamos su capacidad de comprensión. Creo que casi todas podemos recordar alguna anécdota en la que algún niño nos ha sorprendido ‘por la cuenta que se daba de tal o cual cosa’, ‘a pesar de lo pequeña que era’”, argumenta Casilda Rodrigáñez Bustos.

El secreto está en explicarle lo suficientemente bien al pequeño cuáles son las normas dentro de la casa, dentro de la sociedad. Y darle las suficientes pistas e información para que se desenvuelva bien. Debemos darle derecho a los niños de comprender qué sucede, por qué sucede, de opinar, de elegir, de sentir.

Cuando el niño sepa los porqués, entenderá mejor los límites que tiene y se desenvolverá de manera libre, consciente. Poner límites por la vía de la armonía, de la confianza y del apoyo mutuo entre madres y padres e hijos excluye la autoridad y la jerarquía. No se trata de dar órdenes, se trata de explicar circunstancias, de llegar a acuerdos, de establecer normas en conjunto.


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