El humor y el impacto en la inteligencia de los niños

El humor es una expresión de la creatividad y el ingenio, pero también de la inteligencia. Descubre por qué los niños más divertidos sobresalen también en varias capacidades intelectuales.

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 22 junio, 2023

Cada niño es único. Todos ellos poseen sus propias virtudes, cualidades y talentos que destacan en una o varias áreas específicas. Hay menores muy atléticos y otros muy artísticos, hay quienes poseen un gran razonamiento y otros que siempre saben cómo sacarnos una sonrisa. Pero, ¿alguna vez imaginaste que la capacidad intelectual y la humorística pudieran ir de la mano?

En efecto, hoy queremos hablarte del humor y el impacto en la inteligencia de los niños. De hecho, el sentido del humor es una gran herramienta para los pequeños. Les ayuda a recibir atención positiva por parte de los adultos y a ser mejor aceptados en un grupo de iguales. Incluso, puede ayudarles a sobrellevar o transformar las situaciones complicadas (Fox et al., 2016).

Pero además, según sugieren algunas investigaciones, son los niños más inteligentes quienes se benefician en mayor medida del uso del humor. Te contamos por qué.

El humor y su influencia en el desarrollo cognitivo de los niños

A simple vista, el sentido del humor y el cociente intelectual parecen ser dos constructos diferentes y que no tendrían por qué estar relacionados. Nuestros perjuicios nos llevan a veces a considerar que las personas inteligentes son serias y que los individuos más ingeniosos o chistosos, no destacan por su brillantez cognitiva. Sin embargo, la investigación muestra lo contrario.

Un interesante estudio publicado en la revista Humor, destacó que los niños más divertidos o con mejor capacidad humorística, son también más inteligentes. La prueba se llevó a cabo con 217 estudiantes turcos a los que se les pidió completar una serie de viñetas o caricaturas con diálogos cómicos.

Estos tenían que ser divertidos, pero también relevantes al contexto. Luego, fueron evaluados por una serie de expertos. ¡Los hallazgos son sorprendentes!

Encontraron un paralelismo entre humor e inteligencia. Cuanto más inteligente era un niño, más creativo, divertido, ingenioso y relevante era su diálogo. En otras palabras, la inteligencia fue capaz de explicar el 68 % de la varianza de la capacidad humorística. 

¿Por qué los niños más inteligentes son también más divertidos?

Los resultados muestran que una mayor inteligencia se asocia con un mejor sentido del humor en niños. Pero, ¿por qué ocurre esto?, ¿a qué se debe esta asociación? Pues bien, esto se debe a diversos motivos.

Capacidades cognitivas

Para ser una persona cómica o divertida, es importante poder comprender el humor y también poder generar nuevas ideas, conceptos o asociaciones graciosas y originales. Por esto, entendemos que en el humor influyen una serie de habilidades cognitivas (Christensen et al., 2018).

Se requiere tener un vocabulario amplio (que permita una buena expresión verbal), así como un buen razonamiento abstracto y alta agilidad mental. Esto permite asociar ideas, crear metáforas y generar representaciones mentales ingeniosas y creativas.

Aprendizaje previo

Por otro lado, las experiencias y aprendizajes previos juegan un papel importante a la hora de hacer a los niños tanto más inteligentes como más cómicos. Entendemos que la inteligencia general se divide en dos factores: la inteligencia fluida (relacionada con el potencial innato de la persona), y la inteligencia cristalizada (basada en experiencias y aprendizajes adquiridos).

La inteligencia cristalizada es la que se asocia en mayor medida al sentido del humor. Y esto se debe a que los niños pueden encontrar material humorístico en experiencias que han vivido, aprendizajes previos y situaciones a las que han estado expuestos antes.

En suma, todo lo que han visto y oído, enriquece ese acervo personal del que luego pueden tirar para buscar o crear el humor en diferentes situaciones.

Aprovechar el humor y el impacto en la inteligencia de los niños

Esta capacidad humorística reporta grandes beneficios. Tal como recoge un artículo publicado en la revista Humor, el humor se asocia con mejor ajuste psicológico, menores niveles de ansiedad y depresión. Además de una mayor autoestima y satisfacción con la vida. Por ello, es positivo promoverlo en la vida de los más pequeños.

Sin embargo, este debe ser un humor inteligente, afirmativo y de superación personal. Es decir, un humor sano que les permita hacer frente al estrés y mejorar las relaciones con los otros.

Para ello podemos contribuir ofreciendo a los niños experiencias estimulantes y enriquecedoras que, más allá de mejorar su inteligencia cristalizada, contribuirán a su sentido del humor.

Además, podemos ayudarles a mirar las situaciones cotidianas con ese espíritu relativista y desenfadado que les ayudará a ver la parte positiva o divertida en cada evento (McGhee & Frank, 2014). Y es que, la forma en que les afecten las situaciones dependerá de la forma en que hayan aprendido a observarlas.

En definitiva, el humor es signo y expresión de la inteligencia de un niño, y es también una poderosa herramienta para su bienestar. Por ello, ayudémosles a construir y disfrutar del sentido del humor.