Si tu hijo vive para su futuro no recordará un pasado como niño

Un niño ha de aprender el valor del esfuerzo y la importancia del conocimiento. Pero igualmente necesario resulta que disfrute de su infancia.
Si tu hijo vive para su futuro no recordará un pasado como niño
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 marzo, 2020

Si tu hijo vive para su futuro y quema las etapas por las que necesita pasar una persona, no puede gozar de todas las maravillas de su niñez. Las instrucciones que les roban el tiempo, las exigencias y la competitividad que les transmitimos anulan en los pequeños esa inocencia que los hace tan lindos y libres.

Tu hijo tiene todas las posibilidades de convertirse, con el paso de los años, en el profesional y el exitoso hombre o mujer de negocios para el que lo preparas desde hoy. Como nació con el talento sientes que es tu deber proveerle los conocimientos y herramientas que le van a ser útiles cuando necesite destacar en el mundo empresarial.

Como madre de un niño superdotado te sientes orgullosa de demostrar y saber que tu hijo de ocho años, aunque aún de forma incipiente, conoce y maneja las terminologías anteriores. Pero a veces te detienes a observarlo, rodeado de libros y cuentas matemáticas, mientras en su habitación los juguetes se llenan de polvo. Entonces te surge la duda de si no es muy temprano para eso. 

Si tu hijo vive para su futuro…

Mamá, si tu hijo vive para su futuro, literalmente, se está perdiendo su infancia. Las horas de ocio que los demás niños pasan jugando con sus amigos, visitando parques de diversiones, viendo la televisión, o haciendo cualquier “fechoría” (en el buen sentido de la palabra), él las emplea en aprender sobre el merchandising: una palabra que apenas puede pronunciar.

hijos-emprendedores

No es que aborrezca el contacto con otros niños, ni que sienta desazón ante los juegos y juguetes infantiles. Es que, simplemente, no le queda tiempo para ello. Su vida se va entre las horas del colegio, los repasos con profesores independientes y las tareas escolares que hace en casa. Su compromiso como hombre del mañana no le permite ser niño. Y menos aún perder el tiempo haciendo cosas de niños.

“Hay que aprender desde hoy para estar mejor preparados. Los niños deben dedicar horas al estudio, a la adquisición de nuevos conocimientos, porque el mundo moderno necesita personas capaces e instruidas. Para ser exitosos mañana hay que esforzarse desde ahora mismo.” Así piensa y habla mucha gente, quizá tú entre ellos.

Los recuerdos de un pasado como niño

Si continúa por este camino, de aquí a 20 años tu hijo y tú habréis logrado el propósito. Él será toda una eminencia del mundo empresarial: con un sustento económico férreo, un estatus admirable y conocimientos de su campo al 100%. Por fin se habrá cumplido el sueño de verlo subir al piso más alto del edificio para ocupar la mejor oficina. Una con su nombre rotulado en la puerta y un cómodo sillón a su gusto detrás de su buró.

Pero el brillo del glamour y el estrellato, estimada mamá, alguna que otra vez necesita reposo. Tarde o temprano la rutina colma a todos los seres humanos de este mundo, desde los más célebres hasta los más miserables. En ese momento tu hijo, agotado se sentará a descansar.

cordones zapatos

En algún momento cerrará los ojos y por las peripecias de un cerebro fértil y desarrollado, comenzará a recordar. Le llegarán a la mente las imágenes de un pequeño adulto al que le costaba anudarse los zapatos, que tenía que ponerse de puntillas para alcanzar la estantería. Y que soñaba, a través del cristal de su ventana, mientras aprendía trigonometría, que era uno de los jugadores del equipo de fútbol que cada tarde formaban los menores de su barrio.

De pronto abrirá los ojos y descubrirá que no recuerda un pasado como niño. Porque nadie puede recordar lo que nunca ha vivido.

Si tu hijo vive para su futuro no recordará un pasado como niño

Inculca a tu hijo el deseo de aprender, transmítele la importancia que tiene prepararse para el futuro que le espera. Pero no le exijas de más ni pretendas que sacrifique su tiempo de juego y ocio.

Dale la posibilidad de disfrutar de una edad que es única en la vida. Ya tendrá años suficientes para saturar su cerebro de preocupaciones. Permite que juegue, que se divierta con sus amigos, que holgazanee, que se aventure… Antes que su futuro, que primero viva su presente.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.