¡He roto aguas!, ¿qué hago?

Si has roto aguas ha llegado el momento largamente esperado. Tendrás tiempo de avisar a tu médico, aprontar la maleta, darte con cuidado una ducha y hacerte acompañar para llegar al hospital. Tranquila, todo saldrá bien.
¡He roto aguas!, ¿qué hago?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 enero, 2023

Si has roto aguas, lo que debes hacer es tratar de conservar la calma, recoger tus cosas e ir al hospital lo más pronto posible. Si se ha roto la bolsa que ha recubierto a tu bebé durante meses, la cual está llena de líquido amniótico y que además protege al niño de golpes e infecciones, lo más prudente es que vayas a un centro asistencial lo más pronto posible. Allí te ayudarán a traer a tu hijo al mundo de la mejor manera.

El líquido amniótico es estéril, además se renueva con mucha frecuencia porque el bebé se lo traga y tras filtrarlo por sus pequeños riñones lo expulsa por su vejiga.

Estas aguas aumentan de volumen durante la semana 34 y 36 del embarazo, cuando llegan a ser un litro aproximadamente y pueden salir por tu vagina cuando se rompe el saco que mantiene a tu bebé en una temperatura agradable.

Según se conoce solo 10 % de las mujeres embarazadas rompe aguas sin que hayan empezado las contracciones que anuncian que el parto empezó. Si esto te ocurre, trata de mantener la calma, ultimar la maleta y esperar a alguna persona que te acompañe al hospital o la clínica que elegiste para traer al mundo a tu bebé.



La mujer ha roto aguas a tiempo
Las primerizas suelen tener mucho nerviosismo cuando llega el ansiado momento de romper fuentes.

Antes de ir al hospital si has roto aguas

Si has roto aguas y deseas ducharte lo puedes hacer sin ningún problema. Solo debes tener cuidado de que no entre ningún líquido u objeto en la vagina, pues la bolsa que contiene el líquido amniótico es una membrana que protege al bebé de infecciones. Puedes colocarte una toalla, un pañal o varias compresas que te ayuden a recoger el líquido que sale de la bolsa.

Ten en cuenta que las aguas que salen del vientre pueden hacerlo en cantidad abundante, como si te vaciaran una jarra de agua entre las piernas, así como también podrían fluir poco a poco; de hecho es posible que notes que estás mojada y pienses que te has hecho pipí.

No obstante, el color del líquido amniótico es mucho más claro y su consistencia y olor es absolutamente distinto al de la orina.

El parto es la única cita a ciegas en la que conocerás al amor de tu vida

-Autor desconocido-

También puedes comer algo ligero. Lo ideal es que evites las grasas y que ingieras algo de carbohidratos (glucosa), la cual se transformará en la energía que necesitas para afrontar tu parto con entereza.

Y aunque a veces es difícil mantener la calma es necesario que en este momento trates de relajarte, por ejemplo puedes recostarse sobre tu costado izquierdo si ya tienes contracciones o caminar para ayudar al bebé a tomar una buena posición para nacer.

La madre ha roto aguas en cualquier momento
Hay varias medidas de cuidado personal que pueden adoptarse para sentirse más a gusto luego de romper aguas sin que esto afecte al bebé.

Parir tras haber roto aguas

Una vez llegues al hospital, los especialistas en el área te ayudarán a continuar con el proceso normal del parto. En ese caso, si ya tienes contracciones, a medida que transcurran los minutos las sentirás cada vez más prolongadas e intensas y estas cesarán cuando des a luz. Y si no las tienes, es muy probable que en el hospital te administren oxitocina para inducir el parto.

Es muy posible que tu hijo tarde en nacer entre unas 12 o 24 horas, por lo cual es muy necesario que aunque hayas roto aguas estés tranquila, piensa que todo va a salir bien, que tu bebé nacerá sano y fuerte. Una buena actitud hace que todo sea mejor, pues ayuda a los especialistas a actuar rápido y eficientemente.

Además es importante que te fijes en el color de las aguas, recuerda que deben ser transparentes; por eso si las ves verdosas, debes decírselo lo más pronto posible a tu ginecólogo, quien sabrá qué hacer en el caso de que el bebé se haya hecho sus necesidades antes de nacer.

El paso del meconio al líquido amniótico ocurre entre un 5 y un 20 %, en particular si hay insuficiencia placentaria, hipertensión o preeclampsia. Una de las señales es que el líquido adquiere ese color verdoso, o algo amarillento u oscuro.

El color del líquido también puede ser transparente pero con estrías rojas o marrones; eso ocurre porque junto a la expulsión de las aguas sale el tapón gelatinoso que cerraba la cérvix.

No obstante, debes estar atenta si sangras abundantemente, pues un sangrado, como una menstruación, si es considerado una urgencia médica lo cual lo diferencia exponencialmente de haber roto aguas, pues esto solo indica que tu parto inició de manera distinta.



Si se rompe antes de tiempo

Cuando antes de la semana 37 rompes fuentes, estás ante una ruptura prematura de membranas y necesitarás ir de urgencia al médico. Tu bebé aún no está maduro para el nacimiento. Mientras más temprano se da la ruptura más riesgos corren la madre y el bebé.

Si el embarazo es de más de 35 semanas tiene buen pronóstico; se torna peligroso si es antes de la semana 34 y peor antes de la 32.

Según una publicación en la Revista Médica Sinergia, se trata de una condición peligrosa que tiene varios factores de riesgo asociados. Los antecedentes personales de ruptura prematura de membranas, las infecciones urinarias o genitales, las hemorragias y la insuficiencia cervical son algunos de ellos.

¿Qué es la amniorrexis artificial rutinaria o amniotomía?

La amniotomía un procedimiento que consiste en romper la membrana si llegada la fecha de parto no se ha roto espontáneamente. Los estudios indican que como rutina no ofrece buenos resultados porque incrementa el índice de cesáreas y de sufrimiento fetal.

De hecho sin la bolsa de las aguas, desaparece la acción protectora que esta ejerce sobre la cabeza del feto y hay mayor riesgo de deformación. Los estudios la recomiendan solo en casos de trabajo de parto con evolución lenta.

En conclusión, no es buena idea acelerar. Y en cambio, resulta mejor aguardar a que la naturaleza haga su trabajo, siempre bajo el monitoreo constante de un equipo profesional. Por otro lado, romper fuentes no es siempre la primera o la señal exclusiva de que comienza el trabajo de parto.

Al respecto, es importante que conozcas qué son los pródromos o “falsas contracciones” que ayudan a madurar el cuello uterino y cómo se diferencian de las “verdaderas“.


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