¡La gratitud es mágica! Agradecer a tu niño también es un acto de amor que no olvidará

La primera infancia es una época que debe saberse aprovechar al máximo para inculcar valores morales que vivan por siempre en la consciencia de los hijos.

Gracias por ser mi hijo

La gratitud y el afecto tienen profundas repercusiones emocionales en la crianza de los pequeños. Por lo que emplear las palabras y las acciones para hacerles saber lo mucho que los amamos es una gran manera de mejorar su autoestima y su confianza. Sigue leyendo y descubre porque deberías decir todos los días a tus niños la frase “gracias por ser mi hijo”.

El agradecimiento sincero es una de las mayores muestras de reconocimiento que cualquier persona puede realizar por otra. Ya que no solo es un acto que transmite una gran energía positiva, sino que también es un abrazo emocional que le brindamos a quien nos ofreció su ayuda. Así que desde la primera infancia se hace indispensable aprender a fomentar la gratitud  para criar buenas personas.

¿Qué sucede en los niños cuando les dices “gracias por ser mi hijo”?

Detrás de un simple “gracias” se esconde un gran poder que puede traer mucha felicidad y alegría a la vida de las personas. Es por lo que intentamos inculcar el agradecimiento en los niños desde temprana edad para que sean conscientes de su impacto. Y es que es importante valorar todas aquellas cosas buenas que nos suceden en la vida, desde la salud hasta el amor familiar.

Mamá e hija felices
La vida está llena de detalles que necesitan ser valorados y sin duda la compañía de los hijos es uno de ellos.

Para que los niños aprendan de valiosos valores morales, es importante que se les brinde un buen ejemplo en el día a día. Y de esta manera inculcar lecciones y límites que les permitan comportarse en sociedad. A razón de que ningún padre puede pretender que su hijo sea respetuoso y agradecido si esa no es la clase de comportamientos que observa en su hogar.

Cuando como padre o madre tomas la iniciativa y le dices a tu pequeño “gracias por ser mi hijo”, es una gran manera de conectar desde el amor y demostrar tu afecto. Además, ayuda a reforzar su autoestima, confianza y el sentimiento de pertenencia, al confirmar que es un ser especial para su familia y con cualidades que merecen ser celebradas.

Por este motivo, sé consciente del impacto de tus palabras y procura decirle a tu pequeño cada día cuánto lo amas y lo feliz que te hace tenerlo a tu lado. Una buena idea es emplear esta mágica frase cada noche para cultivar una semilla emocional de amor familiar. De seguro en un par de noches tu hijo se te adelanta y dice primero “gracias por ser mi mamá”.

8 frases para cultivar en los niños el poder de la gratitud

Dentro de toda comunicación positiva se requiere transmitir mensajes que dejen huella y promuevan la inteligencia emocional de los hijos. Y así como hay frases que destruyen la autoestima y dejan huellas en el corazón, existen otras que llenan de seguridad al alma y nos hacen comprender el amor de quienes nos rodean.

Papá e hija se abrazan
Todos los pequeños merecen el amor y el respeto de sus padres, así que asegúrate de demostrarles su importancia en tu vida.

Estas son algunas frases para promover la gratitud en los pequeños.

  1. “Dar las gracias es un acto de amor y de cortesía”. Los niños deben ser conscientes de que todo lo que hacen los demás por ellos debe ser reconocido y valorado. Desde la comida que les hacen con amor cada día, hasta el conocimiento que les brindan en la escuela.
  2. “La gratitud es la memoria del corazón” (Lao Tse). A pesar de los momentos difíciles que puedan presentarse en el camino, está en nosotros aprender a agradecer por las lecciones de dichas experiencias y no bloquearnos por las adversidades.
  3. “Agradecer cada detalle o servicio es sinónimo de humildad”. Los niños deben comprender que, a pesar de contar con grandes privilegios en sus vidas, deben sentirse muy agradecidos y conservar una actitud humilde en cada gesto solidario que reciban.
  4. “Gracias de corazón por tu esfuerzo y dedicación”. Cada vez que tus hijos hagan un acto de servicio por otra persona, premia su entrega y reconoce su labor. Por lo que si ayudaron a sus hermanos o lavaron los platos, agradéceles.
  5. “El universo (o Dios) premia a las personas agradecidas”. En el momento en el que dejamos de ver el mundo desde la carencia y comenzamos a agradecer por lo que tenemos, la vida nos premia con grandes obsequios.
  6. “Ser amables y agradecidos es nuestra mejor carta de presentación”. De nada sirve que tu hijo sea un excelente estudiante cuando detrás de ese esfuerzo académico se esconde un pequeño grosero, agresivo, egocéntrico o desagradecido.
  7. “Gracias por darme fortaleza y felicidad”. Es crucial que los hijos reciban reafirmaciones del amor parental. Comprender que no están solos y su presencia hace feliz a muchas personas a su alrededor.
  8. “El que es acomedido come de lo que hay escondido”. Es importante enseñarles a los hijos que ser agradecidos, amables y respetuosos con los demás siempre trae recompensa; pues ser buena persona es el primer paso para conectar con los demás.

Reconoce el valor detrás de la frase “gracias por ser mi hijo”

La comunicación es uno de los grandes cimientos de toda relación parental. Por tal motivo, sé consciente del poder que guardan algunas frases y palabras. Porque así como los prejuicios y las etiquetas pueden destruir los sentimientos de los niños, el agradecimiento y el amor sincero pueden fortalecer su autoestima y su confianza.

Así que emplea las anteriores frases como forma de cultivar en ellos la gratitud y no te olvides de decirle todas las noches a tu pequeño “gracias por ser mi hijo”. Demuéstrale que, a pesar de los inconvenientes que se puedan presentar, siempre estarás feliz de tenerlo a tu lado.

Bibliografía

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