¿Cómo es el flujo vaginal durante los primeros días de embarazo?

El flujo vaginal cambia sus características durante los primeros días del embarazo y esto ocurre en respuesta a la acción hormonal y a las numerosas transformaciones que suceden en los genitales femeninos.

Las mujeres que prestan atención a estas secreciones a lo largo del ciclo pueden sospechar de su estado unos días después de la ovulación. Por eso, hoy te vamos a contar cuál es el aspecto del flujo luego de concebir para que sepas qué esperar. ¡No te lo pierdas!

El flujo vaginal normal

El flujo vaginal es una secreción producida por las células del cuello uterino y de la vagina luego de ser estimuladas por las hormonas femeninas, en especial los estrógenos. Este fluido recubre las paredes del tracto genital inferior (TGI) y está compuesto de agua, electrolitos, carbohidratos, proteínas, anticuerpos, enzimas y células muertas.

Entre las funciones del flujo vaginal se destacan las siguientes:

• Elimina las células muertas que se descaman de las paredes de la vagina.
• Mantiene la lubricación de la zona íntima.
• Facilita el ascenso de los espermatozoides hasta el cuello del útero.
• Mantiene el equilibrio de la flora vaginal.
• Protege al TGI de las infecciones.

A lo largo del ciclo menstrual, y en relación con el tenor hormonal, las características del flujo cambian, ya sea en su color, en su aspecto o en su textura.

Antes de la ovulación, el flujo se vuelve más acuoso, ligero y abundante, con el fin de que los espermatozoides se puedan mover fácilmente para alcanzar el cuello uterino e ingresar a esta cavidad.

Durante la ovulación, el flujo adopta un aspecto característico, similar al de la clara de huevo: más transparente, abundante y elástico. Este tipo de secreción se acompaña de un aumento de la libido y en ocasiones, de dolores ligeros en el vientre. Si la concepción no se concreta, el flujo se vuelve más viscoso y escaso hasta que llega la menstruación.

¿Cómo es el flujo vaginal en los primeros días de embarazo?

Cuando se produce la concepción, los niveles hormonales aumentan velozmente, en especial la progesterona, los estrógenos y la gonadotropina coriónica humana. Esto también produce un aumento considerable en la irrigación sanguínea de toda la zona pélvica, sobre todo a nivel del útero y vagina.

Tanto la estimulación hormonal como la sanguínea incrementan la producción del flujo vaginal y es común notar que en los primeros días del embarazo se vuelva más fluido, abundante, blanquecino y con un olor muy suave. Esto se conoce como leucorrea.

Algunas mujeres notan este cambio, especialmente si están pendientes del ciclo o en busca de un embarazo. Por eso, si cerca de la fecha de la próxima regla corroboras que tu flujo tiene estas características, podrías estar frente a uno de los primeros síntomas de la gestación.

En ocasiones también se puede detectar un flujo rosado o amarronado en los días siguientes a la ovulación. Estos signos pueden corresponder al sangrado de implantación, que es una pequeña hemorragia que se produce cuando el cigoto penetra las paredes del útero.

Tapón mucoso

Como hemos dicho, en los primeros días de embarazo el flujo vaginal adquiere una textura más densa y gruesa, pues con el paso del tiempo formará el tapón mucoso. Esta secreción se comenzará a formar en la abertura del cuello uterino hasta sellarlo por completo.

La función del tapón mucoso es aislar al bebé del exterior, para protegerlo de los gérmenes que viven o que pueden colonizar el TGI. Esta estructura se expulsa al final del embarazo, en el proceso del trabajo de parto, sobre todo cuando el cuello uterino comienza a dilatar.

¿Puede cambiar de aspecto el flujo vaginal a lo largo del embarazo?

A lo largo del embarazo es normal percibir oscilaciones en la producción de flujo vaginal, aunque en general la cantidad de secreciones suele ser más abundante de lo habitual.

Es fundamental que evalúes sus características todos los días. Es decir, que te cerciores de que sea de color blanco, de aspecto claro y sin olor. Ante cualquier modificación de estos signos, consulta con el especialista.

Hacia el final del embarazo, especialmente en el último mes, el peso del útero, la presión de la cabeza del bebé en el canal vaginal y el ablandamiento del cuello uterino provocan un ligero aumento en la producción de flujo vaginal. No debes preocuparte por esto, si mantienen las características antes mencionadas. Pues son cambios fisiológicos que ocurren en esta última etapa.

En ocasiones, podrás sentirte algo incómoda por la cantidad de flujo que expulsas. Lo recomendable es mantener la higiene vaginal adecuada, utilizar salvaslips y cambiarlos varias veces al día. Ten presente que el uso de tampones en el embarazo está completamente contraindicado.

Es importante resaltar que, si el flujo vaginal cambia de color (amarillo fuerte, verde o gris), adquiere texturas gruesas o grumosas y su olor es fuerte o fétido, podrías estar cursando una infección vaginal. En este caso, deberás acudir prontamente a una evaluación médica para evitar complicaciones con tu embarazo.