Fase lútea: ¿qué es y cómo se relaciona con el embarazo?

La fase lútea determina en gran parte las posibilidades de una mujer para concebir un bebé. Aprende cómo funciona.
Fase lútea: ¿qué es y cómo se relaciona con el embarazo?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 03 febrero, 2022

La fase lútea es la etapa que comienza después de la ovulación y termina al inicio del siguiente ciclo menstrual. Pocas mujeres ponen atención a este concepto hasta que piensan en ser madres. La corta duración de este periodo puede traducirse en la dificultad para concebir o la pérdida temprana del embarazo.

Hay que tener en cuenta que la fase lútea no solo es importante para llegar a la gestación. La duración normal (entre los parámetros estándar) de la fase lútea es una señal de un ciclo menstrual saludable y de un cuerpo que funciona bien. Permite que muchas de las funciones del organismo de la mujer se realicen con normalidad. 

“Generalmente, solamente existe posibilidad de que se produzca la fecundación en la fase del ciclo menstrual en que se ha producido la ovulación, a partir del día 14, aproximadamente, y solamente durante 1 a 3 días, aproximadamente, después de la ovulación; el tiempo en que el óvulo puede sobrevivir antes de degenerar.”

– Documento de la Xunta de Galicia –

Fases del ciclo menstrual

El ciclo menstrual es un indicador de la salud femenina. Tiene una duración de 28 días -aproximadamente en un 40% de las mujeres-, en un 35% los ciclos son más largos o más cortos y en un 15% son irregulares o variables . Estas son sus fases:

  • Folicular, antes de la liberación del óvulo. Tiene una duración de 10 a 14 días.
  • Ovulatoria, ocurre cuando se libera el óvulo, a los 14 días del ciclo. Esta fase dura aproximadamente 10 horas y es cuando puede ocurrir la fecundación.
  • Lútea, dura una media de 14 días. Comienza unas horas después de haber sido expulsado el ovocito del folículo maduro. El cuerpo lúteo secreta progesterona y en menor cantidad, estrógenos. Bajo la acción de la progesterona el endometrio comienza su fase secretora, indispensable en la preparación del útero para la implantación (7 o 10 días después de la ovulación) en caso de que el ovocito sea fecundado. El valor mínimo normal de progesterona sérica a la mitad de la fase lútea oscila entre 5 y 15 ng/ml.

Ahora bien, veamos en detalle…

¿Qué sucede durante la fase lútea?

Cuando ha sucedido la ovulación, el organismo femenino entra en un periodo de espera por un posible embarazo. Durante esta etapa, el cuerpo lúteo, que es la estructura que se encuentra en el interior de los ovarios y se encarga de sostener al óvulo, comienza a producir progesterona. Esta hormona hace más denso el suelo uterino para que el óvulo fecundado pueda implantarse adecuadamente.

Si no hay ningún óvulo para instalarse en el piso uterino, el cuerpo deja de producir progesterona entre los 11 y los 17 días. Después, el revestimiento construido se expulsa del organismo durante la menstruación.

¿Por qué es importante tener en cuenta la fase lútea cuando se busca concebir?

El embarazo no inicia cuando el óvulo es fecundado por el espermatozoide. Comienza en el momento en el que el embrión se adhiere al útero, y, para que suceda, el cuerpo debe suministrar la suficiente cantidad de progesterona. Esto asegura que la superficie sea saludable y fuerte para que el crecimiento empiece.

La fase lútea: ¿qué es y cómo se relaciona con el embarazo?

En este orden de ideas, cuando la fase lútea tiene menor duración (10 días), el organismo produce menos progesterona. Es decir, hay menos posibilidades de que se dé la implantación y de que el embrión se fije adecuadamente. Por eso, los organismos en los que esta etapa dura 15 o 16 días, logran gestar más fácilmente.

La corta duración de la fase lútea puede deberse a factores internos, como problemas de tiroides, el envejecimiento o la obesidad. También alteran este proceso natural aspectos como el estrés, la ansiedad, el exceso de ejercicio o los desórdenes alimenticios. A esta condición se le conoce como defecto de la fase lútea.

Síntomas del defecto de la fase lútea

Cabe aclarar que la duración de la fase lútea no debería cambiar con la edad. Lo que cambia es el nivel de producción de progesterona a medida que una mujer está próxima a la menopausia.

La fase lútea en mujeres que no tratan de concebir

La duración de esta parte del ciclo menstrual es un gran indicador del nivel de producción de progesterona. No olvides que se trata de una hormona fundamental para mantener el organismo saludable. Algunas de sus funciones en el cuerpo son:

  • Desarrollar células óseas saludables y fuertes.
  • Mejorar el funcionamiento del metabolismo (aumentan los niveles de energía y regula el apetito).
  • Ayudar a las mujeres a conciliar el sueño y a tener mejor descanso.
  • Hacer que la piel y el cabello sean más sanos y se vean más brillantes y saludables.
  • Contrarrestar la acción de células cancerígenas en las mamas y el endometrio.
  • Permitir que los músculos intestinales estén más relajados. Esto evita condiciones complejas e incómodas, como el estreñimiento.
  • Mejorar el estado de ánimo durante la menstruación.
  • Fortalecer las células que conforman el revestimiento uterino en el que se alojan los óvulos fecundados.
    La fase lútea.

La fase lútea es un indicador muy importante de la fertilidad. El conocimiento del cuerpo y del funcionamiento del aparato reproductor es esencial para una mujer que busca ser madre. Si se presentan los síntomas anteriormente mencionados, es conveniente consultar a un especialista que realice los estudios clínicos pertinentes y recomiende un buen tratamiento.


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  • Cortéz, L. J., Prieto, A. R., & Olcese, J. V. (1993). Insuficiencia de la fase lútea en infertilidad. Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia, 39(14), 12-15. http://www.spog.org.pe/web/revista/index.php/RPGO/article/view/1346

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