4 errores de medicación que pueden cometer los padres

Los errores en la medición y en la administración de los medicamentos son los más comunes. ¿Te suele pasar? Descubre por qué se consideran un mal hábito.
4 errores de medicación que pueden cometer los padres
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 14 mayo, 2021

Los errores de medicación son muy frecuentes en los niños debido a que muchos medicamentos vienen en forma de jarabe y medirlo puede ser algo tedioso. Si bien en la mayoría de los casos los errores mínimos de dosificación no tienen trascendencia clínica, algunos niños pueden presentar reacciones adversas muy desfavorables.

De hecho, según algunos estudios, la formulación de dosis en los niños puede ser algo realmente complicado desde un punto de vista farmacéutico. Si te interesa aprender un poco más sobre el tema y mejorar este aspecto del cuidado de los niños, te invitamos a seguir leyendo.

4 errores de medicación que pueden cometer los padres

Bebé recién nacido en una báscula para calcular medicación
Es importante pesar de forma periódica a los niños, en especial los más pequeños.

1. No tener en cuenta los cambios en el peso para la medicación

Las dosis de la medicación en los niños se calcula teniendo en cuenta el peso y la concentración del fármaco en cuestión. Por ejemplo, no es lo mismo una presentación de ibuprofeno de 120 miligramos por cada 5 mililitros, que otra de 180 miligramos en 5 mililitros.

Tampoco es lo mismo darle la misma cantidad del fármaco a un bebé de 1 año que a un niño de 6 años. La diferencia fundamental es el peso y el tipo de medicamento. Es por ello que en cada consulta pediátrica siempre se pone especial énfasis en medir tanto este valor, además de la talla, aunque esto último se utiliza para valorar el crecimiento y desarrollo.

Errar en la dosis de un medicamento de uso común -como el paracetamol– por no conocer el peso del niño suele pasar cuando son preescolares o escolares. Esto es debido a que pasa mucho más tiempo entre las consultas médicas que con los bebés.

Imagina que tu hijo presenta fiebre después de que hayan pasado unos 8 o 9 meses desde la última vez que lo pesaron. Lo más lógico es darle la misma dosis de paracetamol a la que está acostumbrado, pero lo más probable es que sea una dosis inferior a la adecuada. Una opción válida es pesarlo y consultar brevemente al pediatra.

2. Dar una medida aproximada o medir mal la dosis

La medicación que viene disponible en forma de suspensión generalmente viene con medidores para que los padres puedan dar la dosis correcta. Sin embargo, en caso de que esto no sea así o que se pierda el medidor, pueden existir errores.

Pasa mucho cuando se le da “una cucharadita” del fármaco, pensando que eso será similar a la dosis indicada por el médico. Primero, no todas las cucharas tienen el mismo tamaño ni profundidad y, segundo, la única opción valida es medir primero el medicamento y luego colocarlo sobre la cucharilla.

3. Ignorar las indicaciones del médico es uno de los errores de medicación más comunes

Si bien los padres están en todo su derecho de dudar sobre las indicaciones médicas, ignorarlas y recurrir a la automedicación asistida, es un error. Cambiar medicamentos, dosis y vías de administración no suele traer buenos resultados.

Esto es especialmente frecuente entre aquellas personas que tienen mucha confianza en los remedios naturales. Si bien muchos de ellos no representan un riesgo para la salud, algunos pueden resultar contraproducentes. En caso de duda, lo más recomendable es consultar directamente con el especialista y, si no te transmite confianza, acudir con otro profesional.

4. Dar medicamentos con infusiones

Mal hábito de dar infusión de manzanilla para bebés con medicación
Las infusiones están prohibidas en los niños.

El organismo de los bebés y los niños más pequeños no está preparado para soportar la misma carga que los adultos. Si bien es común ver personas que consumen un té de manzanilla o alguna otra infusión junto con medicamentos para aliviar un dolor de cabeza, por ejemplo, esta práctica puede resultar fatal en los más pequeños.

Como ejemplo de ello está el trabajo titulado Hepatotoxicidad y consumo de productos de herboristería en la población pediátrica (2015). En esta revisión científica, los autores ponen de manifiesto el peligro de consumir productos naturales en exceso.

El principal órgano afectado es el hígado, pudiendo producirse casos de hepatitis e incluso insuficiencia hepática. Si se llega a este último cuadro clínico, muchos de los sistemas corporales pueden llegar a fallar, poniendo en riesgo la vida del paciente. Las infusiones mencionadas suelen contener manzanilla, menta, anís verde y anís estrellado.

En caso de duda, consulta al pediatra

Aunque hemos mencionado algunos errores básicos, pueden ocurrir muchas eventualidades durante la medicación de los niños. Por eso, es muy importante seguir las indicaciones al pie de la letra y, si las cosas no quedaron claras, consultar brevemente con el especialista de confianza.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.