Enuresis nocturna en niños

Hay niños que, llegados a los 5 o 6 años, siguen mojando la cama. Esto preocupa a los padres. Aquí puedes ver por qué puede pasar y qué puedes hacer para que mejore, si no es algo fisiológico.
Enuresis nocturna en niños
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 15 diciembre, 2022

La enuresis nocturna en niños es un trastorno que se da con frecuencia en niños de entre 5 y 6 años. Pero también hay casos de niños más grandes, de 12-14 años, que siguen mojando la cama. Estos últimos son los que más lo sufren por las implicaciones sociales que tiene.

La enuresis suele mejorar conforme el niño crece. A los 18 meses, aproximadamente, un 50 % de los niños controla la micción durante el día, y el 10 % lo logra también por la noche. Pero hasta los 2 o 3 años este control de esfínteres no se estabiliza, y es cuando empiezan a regular el pipí por la noche.

No todos los niños alcanzan el control en este tiempo; algunos tardan más y otros pueden llegar hasta la adolescencia sin controlarlo por variadas causas: fisiológicas, alteraciones psicológicas, carencia de receptores o producción baja de la hormona vasopresina que regula la micción por la noche.

¿Quieres saber más sobre la enuresis nocturna en niños? Continúa leyendo.

¿Qué es la enuresis nocturna en niños?

La enuresis nocturna es la incapacidad de controlar la orina durante la noche y ocurre a una edad en la que se espera que ya haya un control voluntario de la micción.

  • Enuresis primaria. Se da cuando el niño nunca ha controlado la orina durante el sueño. Este tipo de enuresis suele ser debido a causas fisiológicas.
  • Enuresis secundaria. Esta se produce cuando el niño ha conseguido estar sin hacerse pipí de 6 meses a un año, pero de nuevo vuelve a no controlar la micción durante la noche. Esta puede ser debido a problemas psicológicos.
    Niño con enuresis nocturna mojando la cama.

Consecuencias de la enuresis nocturna en niños

Disminución de la autoestima y autoconfianza

Las primeras reacciones del niño son de vergüenza y temor. Se van haciendo mayores y ellos se dan cuenta de que otros niños no se hacen pipí y ellos sí. Esto les genera inseguridad y baja autoestima.

Perjudica la calidad del sueño

Los niños que padecen enuresis suelen tener una calidad del sueño mala, ya que su fase de sueño ligero es más larga que la de sueño profundo. Si se sienten mojados, pueden despertarse durante la noche varias veces y el sueño es menos reconfortante.

Aumenta los problemas de comportamiento

Los niños con enuresis son más propensos al estrés, y esto los puede llevar a desarrollar problemas de conducta, así como una mayor dificultad para la concentración.

Dificultad de socialización

Cuando los niños sufren de enuresis, tienen problemas para socializar, se aíslan y no quieren ir a dormir a casa de sus amigos por miedo a hacerse pipí y que se rían de él, haciendo el ridículo. Este problema suele hacerse más grande conforme van creciendo y se hacen mayores, cuando hay una mayor socialización.

Algunos ejercicios para combatir la enuresis nocturna en niños

Ejercicio para controlar los músculos que intervienen en la micción

Le pediremos al niño, cuando vaya al baño, que tiene que cortar el chorro. Cuando el niño esté haciendo pipí, le diremos que pare y aguante unos segundos la micción. Es importante que no le pidamos que corte más de dos veces porque podría producirle infección de orina. Es mejor hacerlo cuando esté casi acabando, ya que tendrá menos presión de la vejiga.

Niño levantándose a hacer pis por la noche para evitar la enuresis nocturna.

Despertarse para hacer pipí durante la noche

Podemos ponernos los papás una alarma y despertar al niño 3 o 4 veces durante la noche y llevarlo a hacer pipí. Este ejercicio es muy eficaz para que el niño se habitúe a levantarse cuando se se esté orinando. De esta manera, se hará consciente de sus reflejos y notará las ganas de ir al aseo. Así, poco a poco, conseguirá hacerlo de manera automática.

Ejercicio para aguantar un poco el pipí

Este ejercicio sirve para estimular la capacidad de la vejiga y mejorar el control del pipí. Se le pide al niño que se aguante a ir al baño hasta que no pueda más. En un principio, con que aguante unos segundos es suficiente; después, podemos ir subiendo un poco más el tiempo de aguante. Así, estimulamos los músculos pélvicos. Esto siempre hay que hacerlo con cuidado y sin llegar a los extremos; siempre con control.

Ahora ya sabes un poco más sobre la enuresis nocturna en niños. Es importante que consultes con el pediatra si tu niño no ha llegado a controlar en ningún momento la micción. Y, si la ha llegado a controlar, pero ha vuelto a hacerse pis, puedes probar estos ejercicios a ver si mejora. Si no, también sería conveniente consultar con un especialista.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.