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La importancia de enseñar a los niños a beber agua en verano

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Los niños desgastan su energía por medio de una actividad física continua. Sudan y necesitan reponer el líquido que su organismo ha eliminado. Es muy importante, sobre todo en verano y con altas temperaturas, que los pequeños beban agua.
La importancia de enseñar a los niños a beber agua en verano
Última actualización: 30 abril, 2019

Como suele decirse, el agua es vida, y por esto es  muy importante enseñar a los niños a beber agua en verano. Para esos días de mucha actividad infantil e intenso calor, es imprescindible que los pequeños se mantengan hidratados.

El agua es el principal componente del cuerpo humano. Para los adultos varia entre 70% y 75% , para los niños casi el 80%; el objetivo, por tanto, es mantener esta proporción.

En la mayoría de los casos, cuando los niños dicen sentirse cansados es posible que se deba a un consumo inadecuado de agua, y su cuerpo este funcionando de forma ineficiente.

El consumo adecuado y regular del agua tiene numerosos beneficios para la salud. Recordemos que el hábito de enseñar a los niños a beber agua en el verano, ademas de mantener su cuerpo saludable, les mantendrá activos y felices.

Beneficios de enseñar a los niños a beber agua en verano

Están más que probados los beneficios que se obtienen al acostumbrar a los niños a beber agua. Si los niños están bien hidratados, su organismo funcionara correctamente. Ademas, será una buena forma de fomentar un hábito saludable destinado al cuidado del cuerpo.

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Entre los beneficios más importantes, se pueden mencionar los siguientes:

  • El agua ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas; es un proceso diario de depuración a través de los desechos: orina, heces y transpiración.
  • Con el líquido vital, se estimula el metabolismo de los alimentos.
  • El agua mejora el funcionamiento del tracto gastrointestinal; evita el estreñimiento, un malestar muy común en los niños.
  • Mantiene lubricadas las articulaciones, tendones y mucosas.
  • Optimiza el proceso de traslado de los nutrientes a las células.
  • La función termoreguladora se llevara a cabo de forma eficiente, con lo cual quedan protegidos sus órganos vitales.

¿Qué cantidad de agua deben tomar los niños?

Los niños son mas susceptibles a los cambios de temperatura; su piel es más delgada y esto permite que la transpiración sea mas compleja, perdiendo mucho liquido aunque no muestren signos de tener sed.

Un bebé que este lactando tendrá cubiertas sus necesidades de agua; hay que recordar que la leche materna está compuesta casi en totalidad de agua.

A partir del primer año, se recomienda dar al bebe zumos o lácteos cada tres horas; cuando el niño ya ha cumplido los cuatro años, debe tomar un promedio de 1,5 litros de agua al día, y desde los 9 hasta los 13, 2,4 litros diarios.

En realidad, estas medidas son estándares y meramente orientativas; hay que tener en cuenta el tamaño y peso del niño, así como su nivel de actividad y el lugar donde se encuentre. En el verano las altas temperaturas, la humedad y un elevado nivel de transpiración, hacen que el niño pierda gran cantidad de liquido.

Señales de alarma

Los bebes y los niños pequeños pueden sufrir  de deshidratacion, cuando presentan cuadros virales con diarrea y vómitos. Hay que estar muy atentos en caso de que lleguen a presentar algunos de estos síntomas:

  • Si la orina se vuelve oscura.
  • Las heces son secas y duras.
  • Pérdida del 5% de su peso corporal.
  • La piel adquiere un tono grisáceo.
  • Su boca, lengua, ojos y mucosas en general están resecos.
  • El niño está continuamente cansado, con signos de fatiga y agotamiento.
  • Orinan muy poco. Los bebés deben orinar, al menos, cada 3 horas.
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Si se observa algunos de estos síntomas, lo recomendado es acudir al pediatra, e iniciar una terapia de reemplazo de líquidos, por medio de sueros y por vía oral. También se puede optar por recetas caseras, hasta recibir asistencia medica.

Recomendaciones para hidratar a los niños en el verano

  • Su indumentaria debe ser fresca y cómoda; es recomendable ponerle protector solar, así como usar gorras y sombreros.
  • Tomar agua, zumos naturales y granizados.
  • Incluir en la dieta de verano melón, tomate, sandia, calabacino, fresa y piña. Estos alimentos están compuestos casi en un 90% de agua; en forma de merienda o postre son ideales para mantener a los niños hidratados
  • Evitar que los niños estén expuestos al sol, en las horas de mas alta temperatura, así como los lugares sin ventilación.

Los niños y los adultos mayores son los mas propensos a sufrir por los golpes de calor y las altas temperaturas en el verano. El hecho de tomar algunas previsiones nos evitará preocupaciones y dolores de cabeza.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.