
Durante los primeros años en que las niñas «se convierten en mujeres» (como se dice popularmente), suele haber ciertos desequilibrios en el periodo. Esto se debe a que el cuerpo se está acostumbrando a esta nueva condición. En este artículo…
Los niños desgastan su energía por medio de una actividad física continua. Sudan y necesitan reponer el líquido que su organismo ha eliminado. Es muy importante, sobre todo en verano y con altas temperaturas, que los pequeños beban agua.
Como suele decirse, el agua es vida, y por esto es muy importante enseñar a los niños a beber agua en verano. Para esos días de mucha actividad infantil e intenso calor, es imprescindible que los pequeños se mantengan hidratados.
El agua es el principal componente del cuerpo humano. Para los adultos varia entre 70% y 75% , para los niños casi el 80%; el objetivo, por tanto, es mantener esta proporción.
En la mayoría de los casos, cuando los niños dicen sentirse cansados es posible que se deba a un consumo inadecuado de agua, y su cuerpo este funcionando de forma ineficiente.
El consumo adecuado y regular del agua tiene numerosos beneficios para la salud. Recordemos que el hábito de enseñar a los niños a beber agua en el verano, ademas de mantener su cuerpo saludable, les mantendrá activos y felices.
Están más que probados los beneficios que se obtienen al acostumbrar a los niños a beber agua. Si los niños están bien hidratados, su organismo funcionara correctamente. Ademas, será una buena forma de fomentar un hábito saludable destinado al cuidado del cuerpo.
Entre los beneficios más importantes, se pueden mencionar los siguientes:
Los niños son mas susceptibles a los cambios de temperatura; su piel es más delgada y esto permite que la transpiración sea mas compleja, perdiendo mucho liquido aunque no muestren signos de tener sed.
Un bebé que este lactando tendrá cubiertas sus necesidades de agua; hay que recordar que la leche materna está compuesta casi en totalidad de agua.
A partir del primer año, se recomienda dar al bebe zumos o lácteos cada tres horas; cuando el niño ya ha cumplido los cuatro años, debe tomar un promedio de 1,5 litros de agua al día, y desde los 9 hasta los 13, 2,4 litros diarios.
En realidad, estas medidas son estándares y meramente orientativas; hay que tener en cuenta el tamaño y peso del niño, así como su nivel de actividad y el lugar donde se encuentre. En el verano las altas temperaturas, la humedad y un elevado nivel de transpiración, hacen que el niño pierda gran cantidad de liquido.
Los bebes y los niños pequeños pueden sufrir de deshidratacion, cuando presentan cuadros virales con diarrea y vómitos. Hay que estar muy atentos en caso de que lleguen a presentar algunos de estos síntomas:
Si se observa algunos de estos síntomas, lo recomendado es acudir al pediatra, e iniciar una terapia de reemplazo de líquidos, por medio de sueros y por vía oral. También se puede optar por recetas caseras, hasta recibir asistencia medica.
Los niños y los adultos mayores son los mas propensos a sufrir por los golpes de calor y las altas temperaturas en el verano. El hecho de tomar algunas previsiones nos evitará preocupaciones y dolores de cabeza.