Emotivo corto que trata sobre niños con habilidades diferentes que todos deberíamos ver

Una tarde de cortos con los hijos es una gran idea para reflexionar en torno a esas realidades que pueden parecer ajenas, pero que están más cerca de lo que se piensa.

Los cortometrajes y las películas de cine animado no son únicamente productos de entretención infantil. Y es que muchos de ellos detrás de sus coloridas historias esconden argumentos que pueden ayudar, tanto a los pequeños como a sus padres, a mejorar como personas. Hoy te hablaremos sobre “El cazo de Lorenzo”, un emotivo corto que trata sobre los niños con habilidades diferentes.

Desde que nuestros hijos son pequeños es crucial cultivar en ellos valores morales que los ayuden a recorrer la vida y llenar de luz a las personas que tienen alrededor. Estamos hablando de enseñanzas como la autoaceptación, la empatía, la superación personal y el respeto por las diferencias. Pues estas lecciones serán las que los ayudarán a superar los obstáculos que se pueden presentar en el camino de la vida. Y, además, les permitirán levantar su voz cuando se esté cometiendo alguna injusticia.

El cazo de Lorenzo: un corto para apreciar a los niños con habilidades diferentes

Todos los pequeños nacen llenos de cualidades y habilidades que los hacen únicos y especiales. No obstante, ya sea por ignorancia o falta de tacto y empatía, muchos niños pueden llegar a sentir que esas cosas que los hacen particulares son una carga de la que deben deshacerse. Todo debido a las constantes críticas que los persiguen sin fundamento.

“El cazo de Lorenzo” es un cuento de la escritora francesa Isabelle Carrier que, debido a sus grandes enseñanzas, logró convertirse en un corto animado. Cuenta la historia del pequeño Lorenzo, un niño muy sensible y con grandes dotes artísticos al que un día le calló una cacerola del cielo que lo acompañó por el resto de su vida.

Debido a este inesperado suceso, Lorenzo debe arrastrar su cacerola a cualquier lugar al que se dirige. Algo que en ocasiones hace que deba esforzarse el doble (a comparación de las otras personas) para alcanzar objetivos básicos. Esa pequeña olla que al principio no representaba un mayor obstáculo para el niño, es la forma de la autora de representar aquellas cualidades y necesidades específicas que todas las personas guardan en su interior y las diferencian de las demás.

Los niños con habilidades diferentes necesitan del cariño y la empatía de su entorno

A pesar de que Lorenzo se esfuerza por llevar una vida normal y convivir con las demás personas, la verdad es que su cacerola poco a poco se ha ido convirtiendo en un gran obstáculo. Ya que todos a su alrededor solo pueden ver ese objeto que arrastra a todos los lugares y lo juzgan y rechazan por eso. Debido a que no pueden ver más allá de su cacerola roja.

Sin embargo, la alta sensibilidad de Lorenzo hace que no comprenda muy bien por qué se le está tachando de raro o diferente. Por lo que una tarde, cansado de tanto arrastrar su cacerola y de sobrellevar los obstáculos de su existencia, se esconde en ella y se aísla de los demás. Pues no comprende las críticas ni tampoco por qué debe cargar siempre con este objeto que le imposibilita convivir normalmente.

Por fortuna, no hay mal que dure cien años, y existen personas que llegan a la vida para cambiar nuestra perspectiva. Haciéndonos comprender que nunca hubo nada malo con nosotros. Por lo que un buen día, Lorenzo conoce a una extraordinaria mujer que lo saca del olvido y la tristeza en la que se encontraba. Ya que le demuestra que su cacerola roja nunca ha sido un problema y, por el contrario, puede sacar grandes ventajas de ella.

Las enseñanzas que nos brinda “El cazo de Lorenzo”

El tema principal de este cortometraje gira alrededor de los niños con habilidades diferentes. Y cómo una actitud amable y empática puede ayudarlos a salir de su cascarón y enfrentar la vida con positivismo. Una historia cercana y personal que nos invita a todos los miembros de la familia, pero en especial a los pequeños, a aceptarse a sí mismos y no juzgar a sus compañeros por medio de palabras o actitudes hirientes.

Todas las personas cargamos con un pasado que no siempre es visible, pero que puede condicionarnos para disfrutar de la vida con libertad. Por tal motivo, este corto nos invita a aceptarnos tal como somos; pero sin lastimarnos de más por todas aquellas cosas (o cacerolas rojas) que siempre serán parte de lo que somos. Sin lugar a duda un cortometraje que vale la pena ver y reflexionar con los niños.

Por último, esta hermosa historia le hace un llamado de atención a la sociedad y a los adultos para que sean conscientes del impacto que tienen sus gestos y sus palabras en la vida de los niños. Porque, así como las actitudes de las personas ocasionaron que Lorenzo se encerrara en su mundo, fueron las palabras de afecto y comprensión de una sola mujer las que hicieron que se enfrentara a la vida y se diera cuenta de su gran potencial.