El lado bueno de las discusiones de pareja

¿Tienen algo de positivo las discursiones de pareja? Si se producen desde el respeto, el diálogo y una actitud constructiva, a medio y a largo plazo pueden ser beneficiosas.
El lado bueno de las discusiones de pareja
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 03 febrero, 2022

Con seguridad, cualquier persona que haya tenido pareja o convivido en pareja ha tenido más de una discusión. En el momento del “enfado” quizás no percibamos este desencuentro como un aspecto constructivo para una vida en común.

Aun reconociendo la armonía como algo vital para cualquier relación, muchos psicólogos reafirman el lado bueno de las discusiones de pareja.

4 motivos para ver el lado bueno de las discusiones de pareja

Primero, debemos entender que discutir y pelear no son lo mismo. Por una parte, una pelea puede ser algo vacío de significado, empezada por un enfado acumulado o por una situación de tensión extrema. Por otra parte, una discusión involucra el intercambio de ideas y pensamientos que conforman el carácter de cada persona.

Más que nada, es importante aclarar que el lado bueno de las discusiones de pareja no tiene nada que ver con ningún tipo de violencia. Personas maduras que comparten una vida deben aprender a resolver sus desencuentros de forma positiva, sin agredirse o lastimarse.

Considerando todo lo anterior, te presentamos 5 motivos para cambiar tu percepción negativa sobre las discusiones de pareja.

1.- Si discutimos, es porque nos importa

Quizá esta frase puede sonar un tanto obsoleta o “preparada”. No obstante, lo cierto es que solo dedicamos nuestro tiempo e intelecto a aquello que nos conmueve y nos importa. Cuando algo o alguien no nos interesan, simplemente ignoramos o sobrellevamos para evitar perder tiempo y desgastarnos física y emocionalmente.

Si discutimos con nuestra pareja sobre sus decisiones, pensamientos o actitudes, es porque su vida y su bienestar nos despierta preocupación e interés. En caso contrario, cuando no nos afecta la realidad de una persona, hacemos valer el famoso refrán “a palabras necias, oídos sordos”.

Muchas veces discutimos por motivos que carecen de importancia.

2.- Discutir permite reflexionar y mejorar

Desde luego, es cierto que mejorar una relación requiere dedicación por parte de ambos lados. Pero antes de nada, mejorar requiere reconocer la existencia de un problema.

Si no discutimos, no hay problema, y si no hay problema, no se puede pensar en una solución. Por ello, una pareja que no discute sobre sus propias discordancias, difícilmente logrará repensar y mejorar su convivencia.

Si algo nos molesta en nuestra pareja, es importante comunicarlo para poder encontrar juntos la forma de superarlo. En caso contrario, la pequeña cuestión podrá seguir creciendo e incluso volverse un motivo de separación en el futuro.

3.- El autoconocimiento es parte del lado bueno de las discusiones en pareja

Muchas personas tratan de olvidar o ignorar lo que dicen y lo que escuchan durante una discusión. No obstante, las palabras que emitimos en un momento de excitación o enfado pueden enseñarlos mucho sobre nosotros pensamientos.

También es posible que un miembro de la pareja haya callado ciertas opiniones para lastimar o crear una discusión y esas palabras retenidas las diga cuando se origina la discusión por otros motivos.

Durante una discusión, es posible que se suspenda la moderación que aplicamos en el día a día para garantizar una buena convivencia. Las emociones fuertes de este momento nos permiten hablar sin filtros lo que preferimos callar, justamente para evitar discusiones.

Aunque haya un poco de tensión, se puede revelar alguna discordancia sobre la forma de pensar, sobre una actitud o un tema en particular durante una discusión. Es importante reconocer la posibilidad de aprender sobre nuestra personalidad, a partir de la opinión de quien comparte una vida con nosotros.

Es necesario saber encontrar el lado bueno de las discusiones de pareja.

4.- Discutir permite crecer juntos

Muchas veces creemos que las personas parecidas pueden formar una pareja con éxito; no obstante, las personas diferentes suelen enriquecerse más en una convivencia armoniosa. Si una pareja sabe discutir sobre sus visiones de mundo diferentes, el resultado será un aprendizaje mutuo, que les permitirá crecer juntos.

Si rechazamos a alguien por ser diferente o imponemos nuestra opinión, dejamos de enriquecernos con la sabiduría del otro. Además de violar el derecho de cada persona a desarrollar libremente sus capacidades cognitivas y emocionales.

Es muy importnate recordar la necesidad de respetar y querer a la otra persona de la forma en que es y no por cómo nos gustaría que fuera.

El lado bueno de las discusiones de pareja no aparece por sí solo, sino que requiere una actitud positiva de diálogo. Una discusión debe servir para comprender a la persona con quien compartimos una vida y resolver así ciertas discordancias.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.