El humor en la educación social
En la actualidad, el valor que tiene el humor para nuestra vida personal e incluso laboral no es ningún secreto. Las ciencias sociales, y más concretamente la educación social, tiene a la risa y al humor en alta estima. Y es que, en verdad, el humor en la educación social es una herramienta muy relevante a la hora de enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El humor como estrategia
Los contextos en los que los educadores sociales pueden actuar son múltiples a la vez que diversos. Uno de los ámbitos definidos como propios de la educación social es la animación sociocultural. Desde la educación social, siempre se ha manifestado la consciencia de la importancia del ocio, de la risa y del humor para hacer frente a los conflictos.
Anna Forés y Ana María Novella apuestan por aplicar el humor en la práctica profesional como una herramienta pedagógica. Para ellas, el humor tiene como misión otra manera de enfrentarse a la vida y a los acontecimientos cotidianos.
Los profesionales de la educación social plantean el reto de aplicar el humor en la labor del educador social como estrategia educativa y como fuente de bienestar. El objetivo que se infiere es ayudar a controlar y resolver los conflictos.
Según Jesús Damián Fernández, doctorado en pedagogía, el lugar que ocupa el humor en la educación social debe expresar una intencionalidad, unos objetivos y contenidos que se propongan conseguir los fines educativos previamente diseñados.
Es decir, apreciar el humor como un elemento didáctico que pueda favorecer y establecer el clima idóneo para un proceso de aprendizaje eficaz.
“Cuando hablamos del sentido del humor, hacemos referencia a un modo, un estilo y a una forma de estar en el mundo.”
-Jesús Damián Fernández-
Beneficios del humor en la educación social
El humor facilita la labor de los educadores sociales. Es una herramienta idónea para aliviar y suavizar tensiones, y observar los conflictos desde diferentes perspectivas. Además, es la herramienta más eficaz para llegar a las personas y empatizar con los colectivos más vulnerables.
Por otro lado, el doctor en medicina Ramón Mora describe una serie de beneficios del humor y la risa a nivel cognitivo para el individuo:
- Aumenta la autoestima y nuestro bienestar en general.
- Reduce el estrés y los síntomas de depresión y ansiedad.
- Mejora el estado de ánimo.
- Aumenta la memoria y nuestra capacidad para resolver problemas.
- Mejora la calidad de nuestras relaciones interpersonales.
- Aumenta la colaboración y facilita la identidad grupal.
Desde otro punto de vista, se podría afirmar que el humor nos aporta madurez. Gracias al sentido del humor podemos analizar los problemas cotidianos desde otro enfoque. Esto significa que nos ayuda a comprender mejor nuestro entorno y el mundo que nos rodea.
Según Fernández, el humor nos ofrece nuevas perspectivas para interpretar la realidad. En otras palabras: nos permita analizar y cuestionar nuestra realidad desde diferentes puntos de vista.
Además de ayudarnos a enfrentar y resolver de un modo más competente los conflictos,el humor nos fortalece para la resiliencia. El humor nos hace más fuertes para enfrentar los fracasos y poder evaluarlos de forma constructiva; nos ayuda para adaptarnos ante las adversidades.
En definitiva, el valor del humor para la educación social radica en su potencial para mejorar el bienestar de las personas y su respuesta adaptativa a los conflictos. Y, por último, a su uso como herramienta para estimular el proceso de enseñanza-aprendizaje y, de esta forma, lograr facilitar la tarea básica de la educación social: la inserción del individuo en su medio social.
Te podría interesar...Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Forés, A. y Novella, A.M. (2013). Siete retos para la educación social: Reinventarse como profesional de lo social, nuevos desafíos para la empleabilidad. Gedisa. España: Barcelona
- Fernández, J.D. (2013). El sentido del humor como recurso pedagógico: hacia una didáctica de las didácticas. Pulso. 143-157
- Mora, R. (2010). Medicina y terapia de la risa. DDB. España: Bilbao.