Cuidar de ti misma te ayuda a ser la madre que quieres ser

La alimentación, el ejercicio físico, reunir una red de apoyo social y dedicarte tiempo a ti misma son algunas formas de cuidar de ti misma. Y es que tu salud influye en la crianza de tus hijos.
Cuidar de ti misma te ayuda a ser la madre que quieres ser
Natalia Cobos Serrano

Escrito y verificado por la educadora social Natalia Cobos Serrano.

Última actualización: 26 junio, 2020

Traer al mundo un niño deseado es uno de los eventos vitales más importantes, si no el que más. Sin embargo, la responsabilidad que conlleva significa tener menos tiempo para ti y para tu pareja, y mucho cansancio, en definitiva. Cuidar de ti misma resulta, sin duda, esencial para ser la madre que quieres ser.

Constantemente, oímos que una alimentación saludable y el ejercicio físico resultan claves para una buena salud. Y, además, lo que comes, la cantidad de actividad física diaria y cómo te cuidas influye en la actitud de tu hijo respecto a la salud, la forma física y el bienestar.

“La belleza que me interesa es la más difícil de encontrar, pues viene de dentro: es la fuerza, el coraje, la dignidad.”

-Ruby Dee-

Alimentación saludable

Es cierto que, de primeras, mantener un menú diario saludable resulta muy costoso a todos los niveles, sobre todo porque requiere mucho tiempo. Sin embargo, una vez que conozcas cuáles son los nutrientes que tu cuerpo necesita, elaborar y pensar las comidas te resultará mucho más sencillo.

Tu cuerpo necesita una amplia variedad de nutrientes. Según el farmacéutico y subdirector del Centro de Instrumentación Científica de Granada, Mariano Mañas, los nutrientes se clasifican en seis grupos de alimentos. De esta forma, dicha distribución nos permite sustituir alimentos por otros del mismo grupo, ya que va a tener una función nutritiva similar.

Cuidar de ti misma te ayuda a ser la madre que quieres ser.
  • Frutas, verduras y hortalizas: de tres a cuatro raciones al día.
  • Cereales y derivados: tres raciones al día.
  • Legumbres: tres raciones a la semana.
  • Carnes, pescados y huevos: de tres a cinco raciones a la semana.
  • Lácteos y derivados: dos raciones al día.
  • Grasas, aceites y mantequillas: cuatro cucharadas al día.

Una alimentación saludable te aporta la energía que necesitas para afrontar el día a día, manteniendo el buen funcionamiento de todo tu cuerpo.

De acuerdo a Mariano Mañas, una buena alimentación depende de una buena educación nutricional. Por ello, es necesario instalar un hábito saludable de alimentación a los niños desde la infancia temprana, empezando por convertirnos en un modelo saludable que ellos puedan imitar desde casa.

Ejercicio físico

Hoy en día, el tiempo es un bien muy valioso, especialmente para los padres. Ya de por sí resulta complicado conciliar la vida laboral y familiar, como para incluir en nuestra rutina un tiempo extra para dedicar al ejercicio físico.

Tras un día agotador, es normal que te sientas cansada para realizar ejercicio. Pero, sorprendentemente, la actividad física puede aumentar tus niveles de energía, lo cual se traduce en bienestar. En consecuencia, mejora tu actitud frente a los problemas diarios.

Da igual el tipo de actividad que hagas; no importa si es de baja intensidad, como salir a pasear en familia. Lo importante es que se dedique al ejercicio físico un espacio de tiempo diario de veinte minutos, aproximadamente.

La actividad física no solo mejorará tu salud, sino que te ayudará a relajarte y a aumentar tu satisfacción personal. Por todo esto, resulta esencial inculcar e involucrar a los niños el hábito de la necesidad de actividad física diaria.

Reunir una red de apoyo sólido para poder cuidar de ti misma

Todos necesitamos apoyo de vez en cuando, y las familias aún más. Aquellos padres que tienen a su disposición una red social de apoyo manifiestan un mayor bienestar, lo que significa que podrán cuidar mejor de sus hijos.

Enrique Gracia, en su libro El apoyo social en la intervención comunitaria, aprecia la relevancia de las redes de apoyo. Explica que la ayuda mutua, instrumental y emocional en las redes permite satisfacer necesidades humanas básicas, como las de seguridad, afecto, sentido de pertenencia y autoestima.

Con frecuencia, con la entrada en la maternidad, la relación con nuestros familiares o amistades cambia. Es probable que con los familiares se produzca un acercamiento; un nuevo miembro en la familia es un evento extraordinario que une a sus familiares. Sin embargo, con las amistades es diferente.

La rutina del cuidado de un hijo puede resultar un tanto incompatible con los planes de tus amistades. Os veis y quedáis cada vez con menos frecuencia y la relación termina por enfriarse. Es importante hacer un esfuerzo por mantener nuestras relaciones de amistad de calidad, ya que son más importantes para nuestra salud de lo que creemos.

Cuidar de ti misma te ayuda a ser la madre que quieres ser.

Dedicarte tiempo también es cuidar de ti misma

Cuidar de ti misma también significa dedicarte tiempo. Es fácil olvidarse de uno mismo cuando estás ocupado en conciliar de la mejor forma posible tu vida laboral y personal. Si siempre estás pendiente de los demás y te sobrecargas con sus responsabilidades, tu estado de humor empeora y estás más irritable.

Dedicar un tiempo semanal a hacer lo que te gusta y desconectar de todo lo demás te ayudará a sobrellevar mejor el día a día. Ver tu serie favorita, ir de compras, dedicar un espacio al cuidado de tu imagen corporal y viajar influirán positivamente en tu salud.

Debes darte prioridad a ti misma. Y para ello debes saber decir que “no”. Pero no te sientas culpable por ello. Dedicarte tiempo te ayudará a sentirte mejor contigo misma y con los demás. 

Sin lugar a dudas, llevar una alimentación saludable, realizar ejercicio físico diario, reunir una red de apoyo social de calidad y dedicarte tiempo a ti misma conforman la base para ayudarte a mantener un estilo de vida saludable. Cuidar de ti misma y conservar tiempo para disfrutar te ayudará a convertirte en la madre que deseas ser.


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  • Gracia, E. (1997). El apoyo social en la intervención comunitaria. Ediciones Paidós Ibérica. España: Barcelona.
  • Mañas, M. (2012). Principios generales de la nutrición. Ediciones Díaz de Santos. España: Madrid.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.