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¿Cuándo hablar de sexo con los hijos?

4 minutos
La educación sexual, como suele decirse, comienza en casa. No pierdas las ocasiones que se te presenten para instruir a tus hijos en este tema.
¿Cuándo hablar de sexo con los hijos?
Escrito por Fernando Clementin
Última actualización: 06 febrero, 2019

Por mucho que postergues o esquives el asunto, el día llegará. Hablar de sexo con los hijos es un deber todo madre o padre y se lo debe afrontar como algo natural, pese a la incomodidad que pueda causar.

Aunque muchos lo ven como una tarea para llevar a cabo una vez alcanzada la adolescencia, la primera charla sobre este tema debería darse durante la infancia.

El argumento que a menudo presentan quienes sostienen esta idea parece tener sentido: ¿Dejarías la alimentación o la salud de tus hijos en manos de la televisión o Internet?

A esto podríamos agregarle también si crees oportuno que sean sus amigos quienes le den las primeras lecciones sexuales de su vida. No es necesario que respondas, sabemos que tu respuesta es no.

Por lo tanto, es mejor tomar el toro por las astas y sentarte a hablar de sexo con ellos. En estos tiempos, ha dejado de ser un tema tabú; la información temprana es muy valiosa.

Recomendaciones según la edad de tu hijo

Si bien es una idea apropiada comenzar desde pequeños, tampoco es cuestión de atormentarlos con datos que todavía no comprenden o, simplemente, no les interesan. Ten en cuenta estos consejos para abordar el tema con tacto de acuerdo a la etapa que atraviese tu pequeño.

De 2 a 4 años de edad

Se encuentran en un proceso de descubrimiento de su cuerpo. Sería bueno que los familiarices con términos como ‘pene’ o ‘vagina’ para que sepan su significado y no le teman a futuras conversaciones sobre ellos.

Por supuesto, también es fundamental que les enseñes a hacer valer su privacidad. Esto implica conocer sus partes íntimas, sus funciones y no dejar que nadie las toque.

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4 a 5 años

Si aún no lo han hablado, puede que tu hijo o hija comience a preguntar por sus genitales. Incluso puede llegar a consultar sobre su nacimiento o su lugar antes de la panza de mamá. No te preocupes, trata de explicar con naturalidad y vuelve a dejar claros los límites que deben establecer.

Entre los 5 y los 8 años

Es aquí cuando los niños comienzan a crear su identidad de género. No los encierres en comportamientos estereotipados como ‘las muñecas para niñas o los autitos para niños’. Déjalo ser y explorar las sensaciones de su propio cuerpo.

Al igual que en la etapa anterior, trata de solucionar todas sus consultas. Es importante que, sin atocigarlo, dejes en claro que estás a disposición para atender a sus curiosidades con respeto y paciencia.

En estos tiempos, ha dejado de ser un tema tabú; la información temprana es muy valiosa.

De 9 a 12 años

Comienzan los primeros enamoramientos y la prepubertad. Además, empiezan a despegarse de sus padres y a interactuar con sus pares. Lo ideal es que le expliques progresivamente los cambios que atravesarán dentro de poco.

Sobre todo las mujeres, que se encuentran en la etapa previa a la primera menstruación. Es en esta etapa cuando el funcionamiento físico-químico de su cerebro adquiere las características del de un adulto.

Desde los 12 años en adelante

La etapa clave para hablar de sexo con los hijos. En esta fase, los niños ya casi tienen un funcionamiento pleno de los genitales, por lo que es necesario informarles sobre las enfermedades de transmisión sexual, los métodos anticonceptivos y las responsabilidades que deben tener.

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Consejos para hablar de sexo con los hijos

Si bien no es una acción que encierre tantos secretos, es de extrema importancia que se la encare con mucho tacto. Para lograrlo, es aconsejable que intentes lo siguiente:

  • No des sermones: no es necesario dar una lección de una hora. Más bien aprovecha temas puntuales que pueden surgir viendo la televisión o hablando del colegio. Limítate a despejar una duda y, de no ser que te lo pida, espera a la siguiente oportunidad para profundizar.
  • No dejes pasar el tiempo: que seas cauto no quiere decir que dejes pasar los meses sin hablar del asunto. Si lo haces, solo lograrás aumentar la presión y la incomodidad cuando por fin se sienten a discutirlo. Llévalo con naturalidad y lo más frecuentemente posible.
  • Hazlo sentir cómodo: obviamente, no debes burlarte ni hacer chistes desafortunados ante ninguna de sus preguntas. Debes responderle de manera clara, firme y, si viene al caso, cuéntale tu experiencia personal sobre el tema de discusión.

Al igual que con muchos otros temas de la vida, en la educación sexual son esenciales la comunicación y la prevención. El saber proporciona la capacidad de decidir a conciencia y de manera libre. No se debe desperdiciar la oportunidad de hablar de sexo con los hijos: será su guía para un tema delicado en toda su vida.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.