
Una de las preguntas más cuestionadas por los padres cuando tienen un hijo es cuándo empezar a ofrecer agua a los bebés, ya que beber agua es fundamental para cada etapa de la vida. En este artículo te lo explicamos.…
Cambiar el pañal del bebé siempre es muy importante que se haga a tiempo; esto para evitar posibles irritaciones que pudieran llegar a complicarse. En cuanto a la frecuencia con que se haga, va a depender de varios factores como la edad del bebé y la alimentación que tenga, entre otros.
De acuerdo a la edad, existen diferentes pero fuertes motivos para despertarlo de día o de noche; además, es muy probable que el propio niño señale que es preciso cambiar el pañal. No obstante, cuando están muy pequeños, quizá todavía no hayan aprendido como expresar que tienen esta necesidad, además sus patrones de sueño todavía no son los normales.
Recordemos que al permanecer mucho tiempo con un pañal sucio un bebé puede presentar quemaduras o enrojecimiento de la piel, muchas veces acompañado de dermatitis o puede contraer infecciones. Sin importar la calidad del pañal y la comodidad que sugiere para la piel, es primordial estar atentos porque cada bebé es diferente.
Si se trata de un bebé recién nacido, el cambio de pañal suele ser necesario más a menudo. El estómago del neonato es muy pequeño y su sistema digestivo está en desarrollo; por lo tanto procesa los alimentos de manera lenta, pero desecha rápidamente lo que ha asimilado de su alimentación, que por lo general es la leche materna.
Por otro lado, su horario promedio de alimentación es entre dos o tres horas de diferencia; por lo cual estaríamos hablando de varias veces durante el día y unas tres veces durante la noche. En consecuencia, es necesario estar atentos después de darles de comer, porque es común que evacuen de inmediato, por ello es aconsejable estimularlo para evitar gases u obstrucciones intestinales.
De igual manera, es posible que el frio que siente lo haga orinar con más frecuencia, recuerda que viene de un medio acuoso con una temperatura diferente. Esto también provoca que en el momento del cambio de pañal aumente su necesidad de orinar, así que no te sorprenda que orine mientras lo estés cambiando.
A medida que el bebé va creciendo no es tan repetitivo el cambio de pañal, pero su orina es más abundante y al sentirse mojado esto lo incomoda, puede que comience a llorar pues es su medio de expresión y un mecanismo de defensa. Por tal razón es conveniente que reconozcamos cuando el llanto del bebé nos indique que es necesario cambiar el pañal, sin importar la hora.
Por lo general los niños comienzan a evacuar con facilidad al momento de comenzar a gatear, porque al darle movilidad a las piernas, se favorece el tránsito intestinal. Esto implica que sea más frecuente durante el día; sin embargo, hay niños que requieren al menos un cambio de pañal durante la noche, lo cual también depende mucho de la alimentación que reciben.
La atención en cuanto al cambio de pañal debe ser la misma durante el día que durante la noche, lo mismo a cualquier edad del niño. Sin embargo, cada etapa tiene sus propias condiciones y beneficios, por ejemplo.
Muchos bebés tienen sueños largos durante el día, mientras que en la noche no suelen dormir o se despiertan varias veces, aunque cada niño es diferente. Este fenómeno se debe a que el bebé aún no ha establecido su ritmo de sueño, pues se trata de un horario invertido al que es habitual en el vientre materno.
Para evitar que el cambio de horario sea drástico, es recomendable ir adaptando poco a poco al bebé a los sonidos del día, a la luz del sol y los hábitos diurnos. Si necesita un cambio de pañal durante su sueño del día, podemos aprovechar de despertarlo con música y también en otros casos como darle un baño tibio o para darle de comer.