Consejos para retomar los estudios
Como madre o padre es posible que te enfrentes al temor de que tu hijo decida abandonar el colegio, pero lo más importante es que no entres en pánico, que lo escuches y que, si ya lo han hecho, sepas que hay forma de ayudarle a retomar los estudios.
Si aún no ha abandonado los estudios
Comunicación
Una buena comunicación es la base de cualquier relación, y más aún si hablamos la que existe entre padres e hijos. Escucha sus motivos y hazle preguntas que le permitan cuestionarse si abandonar los estudios es lo que realmente quiere; que razone por sí mismo.
Empatía
No lo juzgues e intenta ponerte en su lugar en todo momento para intentar entender cómo se siente. No siempre vas a compartir su punto de vista, pero se trata de comprenderlo. Es empatía.
Tómalo en serio
Al más mínimo indicador de que está desmotivado, actúa. Habla con sus profesores para que, tanto en la escuela como en casa, estéis pendientes. Por otro lado, también puedes acercarle realidades similares a la suya de amigos o familiares que dejaron los estudios y cuál fue su experiencia al respecto. Ver casos reales siempre los hace reflexionar y les ofrece un punto de vista alternativo al suyo y al tuyo.
Alternativas
Es posible que en verdad desee dejar los estudios y que lo tenga muy claro, pero debes ofrecerle alternativas para que continúe su desarrollo. Desde ciclos de formación, algún trabajo, una experiencia en el extranjero… y siempre dejándole la puerta abierta a que puede retomar los estudios en cualquier momento.
Retomar los estudios es posible
Si tu hijo abandonó los estudios y te gustaría que los retomara, hay formas de invitarle a ello.
Motívalo
Sin la motivación adecuada no hay nada que hacer, así que ahí está el reto. Si le sugieres opciones o lo obligas, no conseguirás nada. Se trata de sembrar en él la inquietud y de hacerle saber que es posible y que confías en él
Hablemos de objetivos
Es posible que tu hijo se lo esté planteando pero que se sienta abrumado por la cantidad de cosas que se le vienen encima. Tranquilízalo en este sentido invitándole a tener una charla en la que fijéis ciertos objetivos para poder ir avanzando por etapas.
Es posible que la primera semana solo os dediquéis a investigar qué opciones tiene, qué es lo que le apetece hacer y el método que mejor se puede adaptar a sus necesidades. Así, al ir paso a paso, su ansiedad disminuirá y se sentirá apoyado en todo momento.
Las cosas claras
Del mismo modo que es importante conocer sus capacidades, también lo es poner límites. Hay que dejarle claro hasta dónde sois capaces de apoyarlo, con qué medios contáis y acercarlo a vuestra realidad como familia. De esta manera no fantaseará con objetivos lejanos que poco tienen que ver con lo que realmente quiere, sino más bien como una técnica más de no lograr nada.
Ocurre en ocasiones que nos ponemos metas complicadas, saboteando nuestras propias capacidades. En este sentido, si hablamos de ayudar a nuestros hijos a retomar los estudios, conviene ser lo más sensatos y realistas posibles, cautos e ir sin grandes aspiraciones. No porque no sean capaces de lograr lo que se propongan, más bien por devolverles la confianza perdida a través del cumplimiento de pequeñas metas.
Una ayuda nunca está de más
Acércate a orientadores, servicios sociales, centros de formación, psicólogos y personas profesionales que te brinden su ayuda. Siempre escuchan mejor a un tercero y más aún si les hablan con la objetividad necesaria. Ellos le darán las herramientas, la información y los pros y los contras para llevar a cabo sus objetivos.
Nunca es tarde para retomar los estudios; incluso en la edad adulta podemos hacerlo. Lo importante en el caso de los adolescentes es que se sientan apoyados, comprendidos y valorados para que de aquí no se deriven otros problemas.
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