La mayoría de los expertos recomienda retirar el chupete a los 3 años de edad. La gran pregunta es: ¿cómo hacerlo para hacerlo bien? Es necesario respetar la evolución del niño y sus necesidades tanto físicas como emocionales. A continuación vamos a orientarte para que decidas cuándo puede ser el mejor momento para dejar el chupete.
El uso del chupete es aconsejable para superar el período de riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), el cual se disminuye considerablemente después del primer año de vida, según datos aportados por la Asociación Española de Pediatría.
De hecho, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria considera que ya en la segunda mitad del primer año conviene ir reduciendo el uso del chupete y limitarlo a situaciones de estrés y para dormir.
Ni los castigos ni las medidas humillantes o las burlas favorecen este proceso. Lo mejor es negociar con ellos y explicarles las consecuencias del uso prolongado del chupete, argumenta una de las pediatras de la asociación, quien exalta que es necesario establecer retos para dejar de utilizarlo. La clave está en no obsesionarse ni impacientarse.
Hay otras opiniones respecto a qué edad es la mejor para que tu hijo deje el chupón, por ejemplo la Sociedad Española de Odontopediatría asegura que la edad ideal para retirar el chupete es hacia los 3-4 años de edad. Y aconseja que previamente habrá que ir acostumbrando al niño a usar el chupete solo cuando se vaya a la cama o en situación de mucha tensión emocional.
“No está claro cuál es la mejor técnica, si la retirada brusca o la paulatina; en cualquier caso sí que será aconsejable que los padres permanezcan más atentos en esos días para tranquilizar al niño y que este no reclame su chupete”
-Sociedad Española de Odontopediatría-
Este mismo cuerpo de especialistas reitera que no está demostrado que el uso del chupete hasta los 3-4 años se relacione con alteraciones en los dientes. Sin embargo, el uso en niños mayores sí está relacionado con la aparición de mordida abierta, o sea, que al cerrar la boca queda una separación entre los dientes superiores y los inferiores, que debería ser valorada por un odontopediatra.
Lo que realmente preocupa a los odontopediatras en relación a la influencia de las tetinas en la dentición, además de que la succión no nutritiva se prolongue hasta la erupción de las piezas permanentes, es la llamada caries del biberón.
Algunos puntos a considerar sobre el chupete
La psicóloga Rosa Jové en su libro “La Crianza Feliz” explica lo siguiente: cuando entendemos que el niño necesita el chupete se lo damos y a menudo conseguimos que el bebé deje de llorar o se tranquilice antes. Esto es cierto, puesto que el bebé asocia la succión del chupete como una ayuda para relajarse emocionalmente.
Funciona tan bien, ahonda, que finalmente acabamos convenciéndonos de que se lo damos por su tranquilidad y por su necesidad, y olvidamos que empezamos a dárselo sin que nos lo pidiera explícitamente y que si no lo hubiera conocido, no lo echaría de menos. Somos los adultos quienes le damos el chupete sin que lo pida.
“Cuando llega el momento de retirarlo tenemos que tener presente este hecho y hacerlo de forma respetuosa para el niño, ya que, entre otras razones, su dependencia se la hemos creado nosotros”
-Rosa Jové-
No hay prisa para quitarle el chupete y hay que hacerlo cuando el niño y los padres estén preparados, afirma Jové quien recomienda tener en cuenta la opinión y sentimientos de tu hijo respecto al tema. Lo que no se puede hacer es obligar al pequeño a hacer algo para lo que no está preparado.
La edad más habitual en la que se suele retirar el chupete es hacia los 3 años, porque el pequeño entiende mejor qué sucede. Esta edad es ideal además de por esto, porque también empiezan educación infantil y tienen mayor comprensión de lo que sucede en su entorno.
Por otro lado, no es mala edad para empezar, ya que en torno a los 3 años el niño ya ha adquirido el lenguaje y entiende lo que se le dice, ya sigue razonamientos básicos y dispone de memoria a largo plazo.
Así, si se le explica, se le razona y se le muestra la manera de hacerlo, está en disposición de aceptarlo mucho mejor que si se hace antes, cuando no dispone de estas habilidades cognitivas y podría verse perjudicado emocionalmente.
Algunos consejos de Rosa Jové para dejar el chupete
Debemos ser respetuosos al retirarlo. Explicarle lo que hacemos o, mejor, negociar con el niño cómo hacerlo es un buen punto de partida. Hacerle entender que ya es mayor y que no le hace falta el chupete, que puede tener una mantita y otro objeto de apego que lo suplante. Algunos consejos de la experta son:
- Si tu hijo es demasiado pequeño para entender las negociaciones en toda su complejidad, es mejor dárselo a los Reyes Magos o al Ratoncito Pérez a cambio de algo. Al fin y al cabo, es de los objetos más valiosos que posee y no lo vamos a infravalorar.
- Como el chupete era un objeto que calmaba al niño, ha de estar dispuesto a darle ese confort y calma en los momentos en que lo necesite. Una dosis «extra» de mimos esos días no está de más como prevención.
- Si abandonado el chupete tu hijo se pasa al dedo, es mejor recuperar el chupete y esperar hasta que sea un poquito mayor y pueda asimilarlo. Es más fácil quitar un chupete que un dedo.
Trucos para retirar el chupete
A continuación vamos a enumerarte algunos trucos que pueden servirte para retirar el chupete. Recuerda que es muy importante que respetes en todo momento los sentimientos y las necesidades de tu hijo en todo momento. Una vez que tengas esto en cuenta podrás aplicar los siguientes trucos:
- Sea la interrupción brusca o paulatina, no se debe recurrir a castigos.
- La estrategia de untar la tetina con sustancias de sabor desagradable (vinagre, pimienta, limón…) suele dar buen resultado.
- Puede inventar una historia en la que algún personaje de ficción se lleve el ‘tete’ a cambio de un regalo.
- A veces, el chupete puede olvidarse en el lugar de vacaciones o perderse en la calle.
- Cortar la tetina o pincharla para que la sensación de chuparla no sea placentera disuade a muchos pequeños.
- A los más mayores les puede convencer su pediatra, explicándoles por qué deben dejarlo.
- La decisión ha de ser firme. Una vez que el niño abandona el chupete se acordará de él y volverá a pedirlo, pero hay que dejar que pase el ‘síndrome de abstinencia’.