Comprender el sueño del bebé de los 4 a los 6 meses

El sueño de los bebés es un tema complejo, ya que a medida que pasan los meses requieren menos horas de sueño al día y adaptan su ritmo circadiano. De esta manera, los hábitos de sueño del bebé son diferentes en cada etapa.
Comprender el sueño del bebé de los 4 a los 6 meses
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 17 enero, 2022

Cuando un bebé nace tiene el reloj interno descontrolado y no puede diferenciar entre el día y la noche. Pero a medida que pasan los meses estará en camino para poder establecer un buen patrón de sueño, pero necesitará tu ayuda para dormir bien. A partir de los 4 meses el sueño de los bebés se comprende en una media de 14 horas de sueño por día. 

Un bebé de 4 meses puede dormir ocho horas seguidas sin tomar alimento, a los 5 meses podrá dormir entre 10 y 11 horas y cuando tiene 6 meses necesitará una media de 11 horas de sueño ininterrumpido cada noche y unas siestas de 3’5 durante el día repartidas entre dos o tres siestas.

Pero cada bebé es un mundo y si tu hijo duerme menos o más de estas horas no debes preocuparte, puesto que cada bebé necesitará más o menos tiempo para poder sentirse descansado y tener energías. Un bebé de 4 meses que duerma 8 horas de noche sin tomar alimento no significa que todos lo hagan, cada bebé es diferente y deberás respetar sus ritmos biológicos.

¿Es momento para el cambio de habitación?

Cuando los bebés tienen entre 4 y 6 meses hay padres que prefieren cambiarles a una habitación para que puedan tener su propio lugar de descanso y poder crear unas buenas rutinas de sueño. Pero esto es algo relativo porque no todos los padres deciden hacerlo tan pronto y prefieren esperar. Es una decisión muy personal y deberéis valorar las opciones dependiendo del espacio en casa y de vuestras necesidades personales (y las del bebé).

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En ocasiones la decisión de cambiar a un bebé a otra habitación es por culpa del cansancio. Un padre podría dormir con su bebé mucho más tiempo si fuese necesario, pero a veces luchar contra el cansancio se puede hacer una cuesta demasiado difícil de subir. El agotamiento prolongado puede ser un factor de riesgo para la depresión.

Por su parte, los expertos recomiendan que el bebé duerma en la habitación de sus padres por lo menos hasta el primer año, ya que en esta etapa adquieren más independencia. Si por el cansancio, o algún otro motivo, es necesario cambiar al pequeño de habitación, se debe esperar al menos hasta los 6 meses según la Asociación Española de Pediatría.

A pesar de que el bebé duerma en la misma habitación que los padres, es fundamental que cuente con su propia cama, cuna o moisés. Compartir cama con los padres puede traer grandes riesgos para el pequeño como la muerte súbita del lactante, por lo que se debe evitar a toda costa.

Establece rutinas y sé consistente en ellas

Los bebés empiezan a diferenciar el día y la noche a partir de los 4 meses, es decir, adquieren el ritmo circadiano. Para que el reloj interno del bebé se regule adecuadamente, será necesario crear una rutina diaria y llevarla a cabo cada día. Los bebés necesitan sentirse seguros, saber qué va a pasar después para poder predecirlo y así saber cuándo toca dormir.

Por eso es importante contar con una hora establecida de dormir para el bebé (las rutinas deberán acompañaros durante toda la infancia). Una vez que el reloj interno empieza a estar equilibrado notarás como tu bebé empezará a saber cuándo debe dormir e incluso será capaz de pedírtelo con algunas señales (frotándose los ojos, bostezando…).

Para ayudar a tu bebé a dormir por sí solo puedes incluir actividades relajantes antes de llevarlo a la cama. Darle un baño con agua caliente y cantarle una canción son medidas muy útiles. También debes tener en cuenta que es importante colocar al bebé en la cuna mientras está somnoliento pero despierto.

Ten en cuenta las siestas

En la hora de la siesta los bebés no deberán dormir en total oscuridad porque entonces podrían confundirse con la hora de dormir nocturna. Tampoco es necesario que la casa esté en silencio absoluto cuando duerme el bebé, porque así sabrá que es de día y que la hora de dormir más larga aún no ha llegado.

Además, es importante respetar las siestas de los bebés porque ellos duermen lo que necesitan. Nunca le despiertes para una toma y deja que duerma lo que necesite, las tomas a demanda los primeros meses de vida es lo ideal, ya que los bebés saben regular cuando tienen hambre o cuando prefieren parar de comer.

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Reconocer las señales de sueño

Cuando un bebé tiene entre 4 y 6 meses es muy importante reconocer las señales que te indican que está listo para dormir. Es necesario saberlo para poder crear unos hábitos saludables del sueño y que el bebé se sienta más feliz. Cuando tu hijo te dice que tiene sueño sin palabras es cuando cumple estas señales:

  • Tiene la mirada perdida o fija en un punto.
  • Bosteza.
  • Se frota los ojos.
  • Pierde el interés por interactuar con las personas o los juguetes.
  • Está irritable.
  • Llora.
  • Tiene rabietas.

Todas estas señales te estarán diciendo que tu hijo tiene sueño y que quiere descansar lo antes posible, por lo que debes tenerlas en cuenta durante todo el día. Una vez que comprendas los patrones del sueño de tu bebé, le ayudes a regularlo gracias a las rutinas y a tu amor. Cuando puedas comprender cuáles son las señales evidentes de que está cansado y que prefiere dormir, verás como el sueño de tu bebé será predecible.

Como puedes ver, comprender el sueño del bebé entre los 4 y los 6 meses no es difícil. Esta etapa se caracteriza principalmente por la adquisición del ritmo circadiano y de los hábitos de sueño. En este sentido, es fundamental promover que tu hijo se duerma solo y crear hábitos que puedas mantener a lo largo de la infancia.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.