¿Cómo viven los hombres los abortos espontáneos?
Los abortos espontáneos son un proceso sumamente doloroso para una pareja, que ve truncados, al menos de forma temporal, sus anhelos de formar una familia. Aunque la atención suele centrarse en las madres, ¿cómo viven los hombres los abortos espontáneos?
Con mucha lógica, suele prestarse especial atención a los sentimientos de la mujer que ha padecido un problema como este. Suelen aflorar en ella sentimientos de pérdida, culpa, negación, y decaimiento muy importantes, que merecen ser atendidos y subsanados.
Pero no se debe olvidar que hay otra parte involucrada en este suceso, que también sufre muchísimo. Se trata del padre, quien, pese a no haber padecido los síntomas físicos del deceso del feto, puede verse profundamente afectado por tamaño golpe.
La pareja en los abortos espontáneos
Comenzaremos analizando cómo puede sentirse una pareja que atraviesa este duro momento y qué puede hacer para superarlo. Por supuesto, el menester principal de ambos es brindarse contención, acompañamiento y apoyo.
Las personalidades de cada persona pueden variar mucho; por eso, los sentimientos en cada uno de los integrantes de una pareja pueden ser diferentes y requerir tiempos de recuperación distintos. Debido a esto, es aconsejable no apurar ninguna decisión ni quemar etapas. Cada cual debe dejarle al otro el tiempo y el espacio que requiera, sin dejar de acompañar cuando haga falta.
Pueden llegar a existir conflictos, y esto es entendible. El estrés vivido es enorme, tanto en lo físico como en lo mental; a esto se le suma la reinserción laboral y social y también la intimidad en la pareja, un punto que puede ocasionar discrepancias.
Como siempre se dice, el tiempo pone todo en su lugar. Lo importante es comprender que el otro también merece su tiempo para transitar el duelo y es primordial respetarlo. No se puede comparar ni evaluar la reacción de cada uno, ya que todo depende de su personalidad.
¿Cómo viven los hombres los abortos espontáneos?
Si bien no tiene un vínculo físico concreto con el bebé hasta el nacimiento, el padre puede verse muy afectado por la pérdida tras un aborto. En los meses de gestación, él también va formando un vínculo afectivo muy fuerte con el pequeño que viene en camino. Al igual que la madre, el hombre puede experimentar los siguientes sentimientos durante el duelo:
- Angustia: lógicamente, como toda pérdida, un aborto espontáneo genera mucha desazón en la madre y el padre.
- Inseguridad: se trata de un momento que, además de ser muy duro, puede dejar secuelas a futuro. Es posible que el padre tenga dudas de las responsabilidades de la pareja por el deceso de su hijo; además, desconfiará de su capacidad de tener un embarazo exitoso en el futuro.
- Impotencia: el hombre, que incluso durante el embarazo puede sentirse algo ‘dejado de lado’, puede considerarse incapaz de reaccionar ante el suceso o de poder evitarlo en el futuro.
“Pese a no haber padecido los síntomas físicos del deceso del feto, puede verse profundamente afectado por un aborto espontáneo”
¿Debe expresarse o quedarse callado?
Con el afán de no angustiar todavía más a la mujer y contenerla, muchos hombres deciden mostrarse fuertes y guardarse los sentimientos de dolor en su interior. Sin embargo, no es lo recomendable. Emociones tan intensas como las que caracterizan al duelo tras un aborto no pueden omitirse sin más. En algún momento, de manera positiva o negativa, se exteriorizarán.
Aunque no ocurra en el corto plazo, los sentimientos reprimidos atentan seriamente contra la estabilidad emocional y, muchas veces, física. No hay nada de malo, entonces, con que el hombre exponga su dolor. Y hasta sería lo más sano. En todo caso, si considera que la mujer no está en condiciones de ofrecer un soporte por llevar también su propio pesar, puede recurrir a familiares o amigos cercanos; siempre es bueno apoyarse en los seres queridos.
¿Cómo salir de este dolor?
Claro está, no hay una receta mágica para atravesar un duelo; y menos cuando se da tras un aborto espontáneo, ya que se trata de algo completamente inesperado. Sin embargo, sí es posible ofrecer algunas sugerencias, al menos para tenerlas en mente cuando llegue el momento.
Una buena medida es posponer decisiones importantes y recobrar la estabilidad. No hay por qué decidir ya mismo qué hacer con los objetos que se hayan comprado, la habitación del bebé o incluso con intentar un nuevo embarazo.
Nada mejor que propiciar una buena comunicación, tanto en la pareja como con el mundo exterior. No hay que esconder lo acontecido, aunque está bien reservarlo para personas de confianza. Cabe destacar que hay una figura de especial importancia: el médico. Conversar con él ayudará mucho a superar este trance tan doloroso. Él conoce de estas situaciones y puede brindar valiosas enseñanzas sobre el duro proceso que ha tocado sobrellevar.