Quedar embarazada después de un aborto

Después de la tormenta, siempre sale el sol. Conoce estas historias de mujeres que desean volver a ser madres después de una situación traumática.
Quedar embarazada después de un aborto

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 febrero, 2022

Recuerdo bien un 24 de diciembre en mi casa, cuando mi tía Ana no salió de su habitación. Venía de una clínica donde le habían practicado un curetaje. No olvido su llanto y la tristeza que tenía por haber perdido el bebé que se gestaba en su vientre. Unos meses más tarde decidió quedar embarazada después de haber tenido un aborto.

Después de ese triste episodio, que empañó las fiestas, nació Valeria, quien ahora tiene 15 años de edad. Ha crecido feliz como sus dos hermanos mayores Juan y Sofia. Ana aunque tuvo un aborto espontáneo, su embarazo siguiente se desarrolló con normalidad.

En casa no se habla de ese bebé que no pudo nacer y tampoco se habla mucho de los niños que mi abuela abortó espontáneamente, es más, la situación de que una mujer pierda un niño de manera espontánea se ve de manera muy natural porque ocurre frecuentemente.

“La incidencia del aborto espontáneo es tan alta que cuando existe un sólo caso en una pareja no está justificado el comienzo de un estudio para averiguar las causas”.

– Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)-

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Esa alma vivió dentro de mí

Hay mujeres que no se sienten embarazadas aun si lo están, dice la  madre de dos hijas Carla Araujo. Ella, en cambio, siempre ha sabido cuándo ha estado embarazada, ha tenido la certeza incluso antes de tener los exámenes médicos en sus manos. “Las tres veces lo he sabido antes de tener los resultados”.

“Yo estaba demasiado ilusionada con ese embarazo. Lo deseaba mucho y tan solo tenía una semana de saberlo,  me sentía completamente embarazada. Hice miles de planes, imaginaba la fecha de parto, pensé en los nombres del bebé…”.

Luego le dijeron que algo no iba bien con el embarazo y se llenó de angustia. Vivió una semana de incertidumbre. Lloraba mucho, le hablaba al bebé y le pedía que le diera una señal para saber si estaba bien o no. “Tuve mucha conexión, una  que no tuve después con ninguna de las dos niñas, no al menos en esa etapa del embarazo”.

Después de que le practicaron el curetaje se acabó la angustia. “Ya no estaba embarazada y me sentí tranquila”. El llanto le duró hasta que entró a pabellón. Transcurrido un mes, cuando tuvo una conversación con una tía, de nuevo lloró muchísimo.

“No sabría decir cuánto duró mi duelo, pero luego de tener a Carlota, mi primera hija, lloraba cuando hablaba de eso. Yo pienso que esa alma vivió dentro de mí y es parte de mi historia. Aún duele”.

Carla decidió embarazarse después de ese aborto. Simplemente dejó de cuidarse de nuevo y a los dos meses de aquella pérdida quedó embarazada de Carlota.

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La idea del embarazo después de un aborto provocado

Cuando María de los Ángeles Díaz tenía 27 años de edad quedó embarazada. Se dio cuenta un par de meses después de que el bebé empezó a gestarse. Un buen día salió del trabajo con unas ganas inmensas de comerse un sándwich específico, uno que venden en una cadena trasnacional de comida rápida.

Comprar el sándwich que tanto se le antojaba fue un suplicio. Cada tres segundos sentía náuseas al oler la mezcla de aromas que el lugar tiene por albergar una gran cantidad de comida y especias. Una tarea rápida se convirtió en una odisea.

Después de haberse sentido así, de haber querido devorarse el sándwich y de tenerlo en frente sin poder siquiera comérselo de las náuseas que le provocaba el olor, María de los Ángeles sospechó su embarazo. Y lo confirmó luego de tres pruebas.

La noticia la agobió. Vio truncada su carrera, su vida, sus finanzas y decidió no tenerlo. No tener ayuda de quien sería el padre del niño, quien no se interesó nunca, también la impulsó a tomar esa determinación.

Abortó con pastillas de misoprostol que colocó en su vagina. La experiencia –que no tuvo complicaciones de salud- le resultó contradictoriamente traumática. No le pasó nada, consiguió abortar el feto y nadie se enteró de lo que pasaba, pero en ocasiones piensa en la edad que tendría el niño.

Tiene una herida profunda. Algunas veces cree que está embarazada, pero hasta ahora no ha sido así. Se siente mal por lo que hizo, aunque cuando ocurrió estaba convencida de que hizo lo correcto. Ahora después de muchos años, piensa en tener un niño, quiere quedar embarazada después de un aborto doloroso.


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