Cómo saber si mi bebé se queda con hambre

Es importante que conozcas los signos que indican que un bebé se ha quedado con hambre. De este modo, se evitará una situación de bajo aporte de nutrientes que pueda condicionar su crecimiento.

Durante las primeras etapas de la vida es fundamental garantizar una correcta alimentación. El desarrollo está en juego y se deben cubrir los requerimientos en cuanto a los nutrientes esenciales para asegurar que el crecimiento se lleva a cabo de manera óptima. Por esto, te vamos a dar las claves para conocer cuándo el bebé se queda con hambre.

Lo primero que has de aprender es a interpretar las señales. Esto puede resultar difícil para las madres primerizas, ya que en ocasiones se encuentran todavía demasiado nerviosas. Sin embargo, con los trucos que te vamos a contar a continuación se facilitará mucho el proceso.

¿Se ha quedado con hambre?

Es frecuente que los bebés lloren cuando tienen hambre. Ahora bien, no siempre el llanto está provocado por este motivo. Una estrategia para saber si el apetito es el problema tiene que ver con ofrecerle el pecho o el biberón. Si lo acepta, es que necesitaba más alimento.

Por otra parte, has de tener en cuenta que los pediatras aconsejan ofrecer lactancia materna a demanda durante los primeros meses de vida. Este alimento se ha demostrado que es el más adecuado para el bebé. No solo por el aporte de nutrientes, sino también por un montón de compuestos bioactivos que contribuyen a mejorar la inmunidad.

Además, también será importante fijarse en el peso del pequeño. Lo normal es que este se incremente de manera progresiva. Si por cualquier causa se detecta un estancamiento en el mismo durante un cierto tiempo, puede ser un signo de que la alimentación no es suficiente.

Una buena estrategia para asegurarse de que el bebé no se quede con hambre es preparar más cantidad de leche en el biberón de la que suele tomar. Así, el pequeño dejará de alimentarse cuando esté realmente saciado.

Señales de que se ha quedado con hambre

Has de estar atento a los signos que muestra el bebé una vez que se le retira el pecho o el biberón. En el caso de que realice con los labios el movimiento de succión o que comience a llorar, puede ser que se haya quedado con apetito. En este caso, lo mejor será ofrecerle más cantidad de alimento hasta que el propio niño sea quien decida parar.

Ten en cuenta que si la opción es el biberón, este se debe preparar con más cantidad de leche de la que suelen beber los pequeños. De este modo, quedará la certeza de que se cesa la toma cuando el bebé lo decide.

Señales de que se ha quedado saciado

El bebé también puede manifestar que no tiene más apetito. Por este motivo, no será adecuado guiarse solamente por el reloj a la hora de ofrecer la lactancia materna. Cada niño se toma su tiempo en el proceso de la alimentación, por lo que las variaciones pueden ser significativas.

Normalmente, el bebé indica que se ha quedado saciado cuando suelta el pecho o la tetina y, sin llorar, se queda tranquilo. En el caso de que al poco tiempo vuelva el llanto, puede ser un signo de que todavía tiene hambre. De todos modos, no te obsesiones con los horarios ni con las cantidades. Lo mejor es guiarse por las peticiones del niño. Ahora bien, en verano, además de hambre, pueden tener más sed.

¿Es hambre o sueño?

En algunas ocasiones, puede que el bebé llore, pero no por hambre, sino por sueño. Es posible que el pequeño se muestre irascible porque no consigue dormirse. En este caso, se calmará al mecerlo o acunarlo y así quedará demostrado que el problema en este caso no era el apetito. Eso sí, como norma general se debe evitar ofrecerle continuadamente un chupete, ya que podría resultar perjudicial para la dentadura. Así lo afirma un estudio publicado en Journal of Dental Research.

Es ideal que sea el propio bebé el que marque los tiempos de la alimentación, aunque sus demandas se repitan varias veces al día.

¿Qué tienes que hacer para que no se quede con hambre?

Para conseguir que el bebé no se quede con hambre, lo primero que has de tener es paciencia. Debes dejar que sea él el que marque los tiempos de la alimentación y atender a sus peticiones, aunque sean repetidas. En segundo lugar, resulta importante que se encuentre en una posición cómoda a la hora de comer. Es ideal mantenerlo agarrado con los brazos y lo suficientemente tapado para que no tenga frío y se sienta confortable.

Evita que el bebé se quede con hambre

Como has visto, el hecho de que el bebé se quede con hambre de manera sistemática podría afectar su crecimiento. Esta es una situación que se debe evitar. Lo más adecuado es ofrecerle varias tomar a lo largo del día, preferentemente de leche materna. Este es el mejor producto para conseguir que mantenga un buen estado de salud.

Ten en cuenta que has de estar muy atenta a los signos que muestra el bebé una vez finalizada la toma para conocer si es necesario ofrecerle o no más alimento. Puede ser que pase un rato tranquilo y que después vuelva a tener hambre, lo cual manifestará por medio del llanto.

Bibliografía

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