Cómo evitar que un niño insulte

Descubre cómo actuar cuando tu niño insulte y aprende nuevas formas para tratar con estas situaciones indeseadas. Puede ser porque los pequeños aún no saben bien cómo expresar rabia o frustración.
Cómo evitar que un niño insulte
Pedro González Núñez

Escrito y verificado por el educador infantil Pedro González Núñez.

Última actualización: 16 diciembre, 2022

Cuando un niño comienza a decir sus primeras palabras, todo parece genial. De hecho, en el momento en el que domina un par de cientos de vocablos, incluso los tacos pueden resultar graciosos. Pero ojo, si la cosa se extiende demasiado, se podría convertir en un problema. Por eso, queremos que sepas cómo evitar que un niño insulte.

Eso sí, no siempre el insulto ha de ser una gracia. A veces es una forma de expresar enfado o frustración. Como dice Carmen Marco Llana, psicóloga infantil, se dan ocasiones en las que los pequeños, al no saber gestionar una situación concreta, se frustran y acaban por mostrar su enfado faltando al respeto, ya que no tienen vocabulario suficiente para expresar su molestia y tampoco disponen de herramientas para gestionar el problema.

Niño chillando porque sus padres intentar evitar que insulte.

Aprende a evitar que un niño insulte

Para evitar que un niño insulte, nos vamos a centrar en las claves que aporta la psicóloga infantil Sara Tarrés. Eso sí, recuerda que estos tips los tendrás que adaptar. Puedes corregir al niño, pero no actuarás igual con un pequeño de 2 años que con uno de 10 años, como es lógico. Además, también es necesario considerar la personalidad de cada infante.

Sé su ejemplo

El refranero español es muy rico y de él podemos recordar un dicho que reza “Haz lo que yo diga, no lo que yo haga”. Pues, en este caso, lo que digas también tendrá que ir acorde a lo que hagas.

Los niños aprenden por imitación, sobre todo en las primeras etapas de su desarrollo. Si tú insultas, sobre todo si lo haces de forma habitual, ten claro que el pequeño lo verá como algo común, no entenderá que sea algo malo o negativo, por lo que tus enfados, tus consejos o lecciones para que lo haga caerán en saco roto.

Límites claros para evitar que un niño insulte

La mejor forma de establecer límites claros y adecuados es fijar una serie de normas de común acuerdo entre adultos y niños. Ya sea en el aula o en casa, será importante que todos los actores implicados viajen en el mismo barco.

Sea como fuere, los niños entenderán mejor la necesidad de normas si son conscientes de lo importante que resulta mantener actitudes de respeto, tolerancia y aprecio por los demás.

Moderación adecuada

También has de aprender a moderar las interacciones de los niños. Si insultan y tú reaccionas de forma agresiva y virulenta, no solo le das un mal ejemplo, sino que también le concedes un poder enorme, ya que descubren la fuerza que tienen ciertos términos para utilizarlos cuando te quieran cabrear.

Es importante reaccionar siempre de forma firme, pero no autoritaria. Evita el grito y apuesta por la explicación y, si es necesario, ignora durante un rato el insulto y, cuando estés más calmados, actua de forma más sensata.

Uso de la empatía

Es habitual que se insista en este aspecto, pero es que la empatía es un valor básico hoy en día. Por eso, hay que entender al niño. Analiza el porqué de sus insultos. ¿Está conteniendo la ira?, ¿o quizá es una llamada de atención?

El uso de sanciones y castigos para evitar que un niño insulte

Es necesario usar el castigo en ciertos casos, pero siempre sabiendo que ha de ser limitado y de corta duración. Una vez el pequeño se dé cuenta de su error y lo corrija, habrá que quitar el castigo. Ahora bien, considera que la sanción irá acorde al nivel del error en el que incurrió el pequeño, nunca excesivo, y tampoco con defecto.

Niño enfadado porque sus padres intentan evitar que insulte.

Saturación

Es un método alternativo y controvertido, pero que puede funcionar. Con el exceso y la saturación, el insulto puede acabar por perder su significado, por lo que se le quita poder al niño. Para que funcione, permanece tranquilo mientras lo dice e insiste para que vea que no surte efecto tal estrategia.

Ofrece alternativas

Por fortuna, existen muchas alternativas para que los niños expresen su enfado, su frustración y su rabia. Por eso, puedes mostrarles otras fórmulas para que no tengan que recurrir al insulto, a los malos modos y al uso de palabras malsonantes.

Seguro que ya sabes un poco mejor cómo evitar que un niño insulte. Pon en práctica estas claves, pues te resultarán útiles para que tu pequeño sepa cómo canalizar sus emociones y optimice su capacidad de expresarse.


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  • Tarrés Corominas, S. (2014). Ser padres, sus más y sus menos. Madrid: Editorial Bubok.

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